Por una niñez en libertad
Por una niñez en libertad MARCELO SÁNCHEZ, GERENTE FUNDACIÓN SAN CARLOS DE MAIPO Por una niñez en libertad La influencia de la Narco Cultura en los niños es un tema preocupante que requiere especial atención atención por parte de la Sociedad y de las autoridades. A medida que el crimen organizado encuentra formas de infiltrarse en la vida cotidiana, los niños se han convertido en el blanco de su influencia. Uno de los aspectos más visibles de esta influencia es a través de la música. Por ejemplo, la Urbana o los Narcocorridos son muchas veces una forma intencionada de normalización normalización y apología de la vida y las hazañas de los narcotraficantes. Estas canciones con letras sugerentes son populares entre los jóvenes que no dimensionan realmente el mensaje. Otro aspecto importante de la influencia es a través través de la ropa.
Los niños y adolescentes siguen las tendencias que imponen grupos asociados a la cultura cultura del crimen organizado que manifiestan poder con el uso de ropa de diseño, joyas llamativas y accesorios accesorios de marcas de lujo.
Esta forma de vestir se ha convertido en un símbolo de estatus y muchas veces los niños, que no siguen esta tendencia, pueden sentir sentir presión social para que se identifiquen y adopten este estilo de vida. Por otra parte, la Narco cultura se manifiesta, en su versión más internacional, en las prácticas religiosas religiosas de algunas sociedades.
Precisamente, la Santería es un conjunto de prácticas religiosas fruto del sincretismo sincretismo Afro y católico, muy presente en algunos grupos delictivos como respuesta a la fragilidad de su existencia y a la necesidad de validar sus acciones en una norma moral autodeterminada.
Con estos elementos elementos se trastocan valores y normas prosociales que son familiares en la niñez, las que se sustituyen por las creencias de grupos vinculados a actividades delictivas, delictivas, facilitando el involucramiento en los mismos por parte de niños y adolescentes. Un dato no menor es que en un año ha crecido 1/3 la cantidad de Niños involucrados en delitos de homicidio. Una de las acciones clave para combatir el poder simbólico de la delincuencia en la Niñez es la educación. Es necesario implementar programas de prevención del delito desde edades tempranas para promover valores valores éticos y normas positivas de comportamiento, así como habilidades sociales y emocionales.
Asimismo, los padres y cuidadores desempeñan un papel vital en el desarrollo de sus hijos y, por lo tanto, necesitan apoyo para transmitirles estándares claros de comportamiento comportamiento y establecer límites, para ello ya están disponibles en Chile programas con la mayor evidencia mundial como PMTO y Familias Unidas. Asimismo, las comunidades comunidades locales deben trabajar juntas para crear un entorno seguro y libre de violencia. Hay experiencias sólidas en el mundo como el modelo “Communities That Care” de la Universidad de Washington, en Chile desde 2014. No hay bala de plata, pero existen herramientas. Es importante garantizar que la niñez tenga acceso a una educación de calidad, servicios de salud, actividades recreativas y culturales, y a futuras oportunidades de empleo. Además de estas acciones, se necesitan políticas políticas que aborden ampliamente el poder simbólico de los crímenes en los niños. La educación, el fortalecimiento fortalecimiento del entorno familiar y comunitario, el acceso a oportunidades y las políticas públicas son las principales principales medidas para cerrar el espacio de influencia del crimen organizado en la Niñez. No podemos permitir que el delito avance, se normalice, logre impunidad social y termine secuestrando a nuestros niños.. - -