Mary Beard y su aguda mirada a los emperadores romanos
Mary Beard y su aguda mirada a los emperadores romanos CARLOS RUIZ/PLANETA artesyletras@mercurio.cl Mary Beard y su aguda mirada a los emperadores romanos ENTREVISTA CON "EL MERCURIO" Veterana profesora de Cambridge, la historiadora ha ganado popularidad con sus libros sobre la Antigua Roma y su rol como atípica presentadora de documentales televisivos.
Su nueva obra, "Emperador de Roma", permite atisbar, más allá de las manías de Nerón y Heliogábalo o los sangrientos asesinatos imperiales, un universo vívido y real, donde los rumores y narraciones hablan de la imagen del emperador en el pueblo y del temor al poder total. E 6.
Mary Beard y su aguda mirada a los emperadores romanos El "macho alfa" y la Antigua Roma Según las redes sociales, la mayoría de los hombres piensan seguido en el Imperio Romano, un mundo que perciben "viril y masculino". Habría que investigar si es algo tan mayoritario. Lo que sí parece claro es que la vida de las mujeres romanas --de todas las categorías-no era muy amable. La misma Mary Beard (feminista confesa) ha contado que "no me gustaría vivir en la Roma Antigua. Y, como mujer, desde luego que no". En Emperador de Roma, Beard explora el estereotipo de la "mujer malvada y ambiciosa". Señala que en Roma "la mujer no tenía ningún poder, ni formal ni ejecutivo.
Ni siquiera existía el papel oficial de emperatriz o consorte del emperador". Sin embargo, "los autores, antiguos y modernos, suelen obsesionarse con la parentela femenina del emperador" y se afligen por su "influencia política y dinástica" o sus "desvergonzados adulterios". La pérfida Agripina, la ambiciosa Livia (la acusan de envenenar a Augusto), la disoluta Mesalina y la aguerrida Julia Domna serían ejemplos del cliché que pinta a las mujeres enérgicas como "perversas y dominantes". "Cuántas de estas historias sobre mujeres son verdaderas --o no lo son-sigue en debate, ya que son muy difíciles de comprobar", dice Beard. Los hombres piensan seguido en la Antigua Roma, dicen las redes sociales. Aquí Adriano con los atributos de Marte, dios de la guerra. EFE los gobernantes del Imperio, ¿hay algún emperador que le siga intrigando? --Todos son intrigantes. Pero uno de los que encabeza mi lista es Heliogábalo, a principios del siglo III de nuestra era. Es intrigante no porque podamos reconstruir cómo era en realidad, sino porque las anécdotas sobre él y las fantasías que surgieron a su alrededor fueron más extremas y escabrosas que ninguna otra. Por ejemplo, la leyenda de que una vez mató a sus invitados asfixiándolos accidentalmente con pétalos de rosa.
El emperador y el actor Los relatos sobre Heliogábalo (un adolescente que gobernó Roma del 218 al 222) inician la obra de Beard. "Sus anécdotas son tan extravagantes, son de un sadismo tan terrible, que sabemos que no puede ser cierto. No sé cuántas de estas cosas fueron verdaderas, pero seguro que no todas", dice Beard. Pero ella no desecha esas historias. "Es tentador decir que solo me enfocaré en los hechos. Pero estas anécdotas, si bien no son necesariamente ciertas en sentido literal, son ciertas en otro nivel. Brindan una perspectiva de cómo Roma veía, imaginaba y temía a las personas con el poder". El miedo al poder total se reflejaría en las historias y rumores sobre los emperadores.
Ellos, a su vez, buscaban controlar su imagen y difundirla a través de estatuas, monedas y narradores afines. "De vez en cuando, Beard hace una pausa en el libro para recordarnos que lo que presumimos saber sobre los emperadores a menudo debe mucho al embellecimiento y la propaganda diseñada para destruir (o pulir) las reputaciones. Beard nos anima a ser escépticos", comentó Jennifer Szalai en su reseña del New York Times. De hecho, Mary Beard cita las reflexiones de algunos emperadores sobre cómo el gobierno imperial tenía mucho de "performante" o actuación.
Marco Aurelio llega a describir la gestión imperial como "la misma obra, con reparto diferente". --Se ha referido al caso de Julio César y a cómo difundía rumores con charlatanes en las esquinas. --No estoy seguro de que fueran charlatanes, pero sí que eran sus agentes y se dedicaban a dar su versión de los hechos.
Y lo que conocemos como La Guerra de las Galias de Julio César bien podría incluir el tipo de cosas que se difundían como "noticias". El punto es que en el mundo romano era necesario algún tipo de transmisión oral si se quería enviar un mensaje amplio al pueblo.
También hay pruebas de campañas de grafitis en calles y edificios. --¿ El papel de emperador requería siempre una poderosa actuación? ¿ O algunos emperadores llevaron vidas reservadas, sin necesidad de gestos histriónicos? --Creo que todos los emperadores tenían que ser artistas o actores, de una manera u otra. Tenían que ser vistos y dejar huella. Por ejemplo, patrocinando nuevas construcciones. Pero también había que hablar de ellos.
Y ese era el papel de las anécdotas o rumores, que en parte trataban de cómo el pueblo veía al emperador, qué pensaba de él, qué temía de él. -Caracalla, que trata en el libro, fue muy controvertido, pero concedió la ciudadanía romana a todos los hombres libres del Imperio. ¿Fue una medida oportunista o desesperada? ¿ Tenía realmente el Imperio Romano un carácter transversal ? --Una de las principales características del Imperio residía en que era inclusivo. Desde el principio, los romanos imaginaron que incluían a los que conquistaban dentro del Estado romano. La concesión por parte de Caracalla de la plena ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio, en el año 212 d. C., fue solo la última etapa de esa idea. Pero no sabemos exactamente por qué Caracalla dio ese paso final. Los banquetes Un elemento interesante del libro es que la historiadora utiliza la arqueología para apoyar o desacreditar afirmaciones de algunos escritores romanos, como los relatos de pantagruélicos banquetes. A la luz de los planos y las ruinas de las cocinas imperiales, Beard concluye que las cenas grandiosas deben haber sido ocasionales, ya que el espacio para prepararlas no era mucho. Además, cuando no hay certeza de ciertos episodios que cita, Beard es clara en especificarlo. El impacto del cristianismo en la gestión imperial es otro foco del libro. La autora afirma que el cristianismo no disminuyó el poder del emperador romano, sino que lo reforzó, pero con unas coordenadas religiosas completamente nuevas, que cambiaban la lógica del antiguo orden. Así, distintos tópicos del Imperio y sus gobernantes son abordados a través de la escritura amigable, pero seria, de la profesora de Cambridge.
Y más allá de los sangrientos asesinatos --vaya que los había-o los cruentos episodios (verdaderos o imaginarios) de Nerón, Heliogábalo o Calígula, el lector puede atisbar algo más vívido: los contrastes de la Roma imperial y el complejo balance entre los relatos y la vida real. ENTREVISTA Su exploración sobre la Roma imperial Mary Beard: "Los emperadores no eran tan locos como imaginamos" E lio Galeno fue el renombrado médico que atendió a tres emperadores: Marco Aurelio, Cómodo y Septimio Severo. Dejó valiosos escritos redactados en griego --uno de ellos descubierto recién en 2005-con sus teorías científicas y recuerdos personales. Ahí confiesa cuánto le temía a sus ilustres pacientes, sobre todo a Cómodo. Galeno también elaboraba distintos compuestos y medicinas, como la "tracia", tomado por Marco Aurelio y otros emperadores diariamente, para protegerse de una posible intoxicación por veneno.
La tracia era una mezcla de 74 ingredientes, entre ellos la canela india y el opio (Marco Aurelio sospechaba que el remedio lo dejaba somnoliento). A través de precisos datos, anécdotas y reflexiones, la historiadora británica Mary Beard ilustra en su nuevo libro el universo de los emperadores romanos, término que se remonta a la palabra latina imperatoro "comandante", antiguo título romano que se concedía a los vencedores militares y que también se otorgó a Augusto y sus sucesores. En su esplendor, los dominios imperiales se extendían "desde la actual Escocia hasta el Sahara, desde Portugal hasta Irak", con una población estimada, "fuera de Italia, de 50 millones de habitantes", según Beard. Hombres poderosos, que tomaban decisiones de vida o muerte, pero también corrían el continuo riesgo de ser asesinados por sus más cercanos, dado el ambiguo sistema de sucesión imperial.
Veterana profesora de la Universidad de Cambridge, Mary Beard es popular por su presencia en los medios de comunicación y su rol como inusual presentadora de documentales en televisión (un trabajo al que llegó, luego de que una productora de la BBC leyera su libro sobre Pompeya). Montada en su bicicleta, Beard nos muestra en la pantalla cómo vivían los romanos en "Meet the romans" y en "An empire without limits" enseña con una pizza las fronteras imperiales. Pero antes de los documentales estuvieron los libros que la hicieron conocida, en los que Beard contagia su pasión por la cultura romana, sin glorificarla, pero tampoco demonizándola.
En su discurso al recibir el premio Princesa de Asturias, la historiadora manifestó que "me gustaría pensar que parte de este honor es para aquella antigua raza --a pesar de lo brutales, imperialistas y misóginos que eran, sin duda-cuya literatura todavía nos desafía, cuyas leyes y política informan las nuestras, cuyos hábitos aún nos intrigan y cuyos rastros están bajo nuestros pies". La estupenda edición en español de Emperador de Roma (Crítica) trae buenos mapas e imágenes ilustrativas. Además incluye una guía de los personajes principales, una línea de tiempo y una interesante recomendación de lecturas y visitas sugeridas, según el tema de cada capítulo. El libro podría ser considerado como una secuela de la obra SPQR (2015) que rastreó a Roma desde sus monarcas fundadores hasta los estertores de la República.
El papeleo imperial Espadas y cascos eran claves en un imperio militar como Roma, pero también había mucho papeleo, según explica Beard al hablar del rol de los gobernantes. "Uno de los principales deberes de un emperador es enviar cartas", le dice su tutor a Marco Aurelio. Beard cita la correspondencia de Plinio el joven a Trajano, pidiéndole distintas directrices. En algún momento Trajano le dice, exasperado, "creo que podrías decidir esto tú mismo". Beard aborda desde Julio César (bisagra entre la República y el Imperio) hasta Alejandro Severo, tres siglos después. Pero el relato no avanza de emperador ELENA IRARRÁZABAL SÁNCHEZ en emperador, sino por temáticas: las carreras al trono, las campañas militares, los deberes y los placeres, la compleja sucesión. Se recorren también las jornadas del gobernante: la enorme correspondencia, el enjambre de consejeros, las cenas y banquetes, las observaciones de poetas, historiadores y hasta grafiteros.
Es decir, el macro y micro mundo de un emperador, "quien ha de conquistar, ha de ser un benefactor y ha de patrocinar nuevas construcciones o restaurar las que se hayan deteriorado", según el precepto romano (ojo las autoridades del MOP). 300 años de gobierno unipersonal o autocrático en Roma se despliegan en el libro. "Posicionarte en contra de todo lo que siempre has conocido como gobierno es muy difícil, así que, cuanto más se prolonga la autocracia, más normal se ve.
Se normaliza de una manera muy rápida", explica Beard desde Londres. --"El caso romano es una advertencia de que la gente no se suele oponer a la autocracia, sino que baja la cabeza y sigue a lo suyo", ha señalado. ¿Había poca nostalgia entre los romanos hacia la República y sus valores ? --Creo que había nostalgia por la República, pero no creo que fuera mucho más que eso... un poco romántica y retrógrada, pero no una posición política concreta. La última vez que tenemos constancia de una propuesta seria para restaurar la República es en el año 41 d. C., tras el asesinato de Calígula.
Un senador sugirió que se volviera al antiguo régimen, pero cuando lo hizo, Claudio ya había sido declarado nuevo emperador. --Dice que la supervivencia del Imperio no puede explicarse si consideramos a los emperadores como un grupo de autócratas perturbados y sanguinarios. ¿Qué razones explican la larga supervivencia del Imperio y su gobierno autocrático? --Pienso que esta supervivencia se debe, en parte, a que los emperadores no estaban tan locos como imaginamos. Pero también estaban rodeados de un personal que controlaba las cosas y hacía mucho trabajo. El Ejército es otro factor muy poderoso.
Se podría argumentar que, en última instancia, el Imperio Romano era una dictadura militar. --Tras esta larga investigación sobre EMPERADOR DE ROMA Mary Beard 474 pp. $39.900 CRÍTICA `` De una manera u otra, los emperadores tenían que ser artistas o actores.
Tenían que ser vistos y dejar huella". `` Una de los principales rasgos del Imperio residía en que era inclusivo". "Las anécdotas o rumores, aunque no fueran reales, hablan de la forma en que el pueblo veía al emperador, qué pensaba y qué temía de él", dice la historiadora. Beard utiliza la arqueología y los objetos materiales para apoyar o desacreditar afirmaciones sobre la Roma Antigua.
MBV Con su pelo blanco al viento y su risa contagiosa, la catedrática de Cambridge es hoy un ícono pop, pero no ha abandonado la investigación y el estudio serio que caracterizan sus libros y documentales para la BBC. "Emperador de Roma", una exploración erudita y amena sobre el emperador romano, es el nuevo libro de Beard, quien conversó con "El Mercurio"..