Autor: Por J. Henríquez, P. Basadre y R. González
Win Win: Así ganaron Gobierno y empresarios con el fin del paro
Conflicto con los camioneros Van a terminar amando a Boric como terminaron amando al Presidente Lagos”. Carlos Correa, consultor.
Esde que el Presidente de la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC), Sergio Pérez, desmintió el miércoles el acuerdo llegado en las oficinas de Hacienda, con el ministro Mario Marcel y el Subsecretario del Interior Manuel Monsalve, el Gobierno supo que se venía una semana complicada para destrabar el conflicto. ¿La lectura? Pérez estaba presionado por sus bases, en un rubro de la economía, que además cuenta con un enjambre de dirigentes con quienes entenderse.
Entre café y pizzas, Monsalve fue endureciendo el tono, al tiempo que el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultores (SNA), Cristián Allendes, advertía a los camioneros respecto del destino de sus “salarios”. Monsalve se encerró prácticamente todo el fin de semana en Transportes junto a los dirigentes y al ministro del ramo, Juan Carlos Muñoz y otras autoridades.
La ministra Carolina Tohá se presentó el sábado y trabajó con su subsecretario las estrategias, donde Monsalve clavó tres estacas: que el Gobierno no cedería más, que no retirarían las querellas por Ley de Seguridad del Estado (LSE) y que se trataba de un conflicto entre privados. “No puede el Gobierno fijar los precios de los servicios”, les dijeron a los dirigentes. Analistas consultados por “La Segunda” coinciden en que a pesar de los problemas causados, el episodio, que concluyó con un despeje de las carreteras que hoy debiera ser total, deja algunas ganancias. Rédito presidencial “El Gobierno se sumó un punto no menor al conseguir que los empresarios se alinearan con ellos. Aisló políticamente alos camioneros y los empresarios se metieron porque sintieron la presión en su propia cadena de valor”, dice el analista político Carlos Correa. De hecho, en el acuerdo fue protagónico el presidente de la CPC, Juan Sutil.
“El equipo de Interior anotó un punto de oro... Van a terminar amando a Boric como terminaron amando al Presidente Lagos”, añade Correa, quien explica que hubo habilidad al apelar “al sentido común y enfrentando a los camioneros no con el Gobierno sino con la sociedad”. Con él concuerda el analista y académico de la UC, Roberto Méndez, para Claves políticas de un episodio en que se fortaleció la dupla Tohá-Monsalve; AD terminó pidiendo más mano dura y se revalidó la Ley de Seguridad del Estado. quien la forma en que el paro fue desarticulado “es un win-win por donde se mire... Otros problemas podrían trabajarse de la misma manera... El Gobierno logró que el gremio empresarial los apoyara en esto, y los empresarios replantearon su cuestionada imagen ante la opinión pública.
Es un ejercicio destacable”. LSE fortalecida Aunque desde la izquierda hay una mirada histórica especialmente crítica respecto de los camioneros, en este episodio terminaron pidiendo más mano dura y revalidando la Ley de Seguridad del Estado. “No compartimos esa legislación, lo hemos dicho numerosas veces”, sostenía en julio el otrora poderoso ministro de Desarrollo Social Giorgio Jackson. Él, Boric y todo su bloque consideraban que esa ley era antidemocrática. El miércoles la Ministra Tohá, en su calidad de vicepresidenta, anunció su aplicación y ya van 34 querellas por LSE. el fin de semana los dirigentes insistieron al Ejecutivo que las retirara.
Eso no pasó y ayer, en medio de la negociación comandada por Sutil, Monsalve envió un mensaje por la prensa: “Yo no estaría tranquilo... las penas parten en tres años y un día”. Para Correa, esto “marca un antes y un después, porque ahora el Gobierno va a tener que aplicarla en todos los casos que sea necesario (... ) para mantener el orden público”. Sin embargo, el jurista Luis Cordero hace un matiz: “Acá había un riesgo importante... una paralización de camioneros pone en riesgo la cadena alimentaria y eso está constituido en una de las normas de la LSE.
El Gobierno no tenía otra alternativa”, dice y recuerda que la LSE solo la puede invocar el Ejecutivo, a diferencia de lo que ocurre en saqueos, pues “en esos casos el Ministerio Público actúa de oficio”. Izquierda pide más acción policial Tras sucesivas crisis en que las dos almas del Gobierno terminaban por dividirse (Apruebo Dignidad/Socialismo Democrático), esta vez hubo concordancia en la forma en que fue tratado el conflicto y en que no se cediera más allá de los comprometido en la primera parte de la negociación. Desde AD solo se critica la falta de una mano más policial. “El Gobierno gana al resolver un conflicto complejo, con varias organizaciones gremiales y mostró compromiso de diálogo.
Se cedió, pero con un límite claro y razonable, aunque en materia de restaurar el orden y seguridad hubo dificultades... eso tiene que ver con la acción policial”, apunta la diputada de Convergencia Social, Gael Yeomans. En la misma línea reaccionaron sus pares del PC.
Para Boris Barrera, “el Gobierno ocupó el diálogo, considerando que el alza del diésel afecta en alzas de productos y cuando el gremio extremó su posición, el Gobierno acudió a las herramientas que le da la ley y estuvo muy bien en aplicar la LSE. La crítica es que también debió actuar con la fuerza policial, como lo hace con cualquier manifestación social cuando hay cortes de vías”. Matías Ramírez agrega que las demandas de los camioneros eran “intereses particulares.
Faltó desde un primer minuto que el Gobierno aplicara las acciones necesarias para recuperar las carreteras a nivel nacional” y Luis Cuello puntualiza que el Ejecutivo mostró “diálogo y firmeza, porque no cedió en retirar las querellas por Ley de Seguridad del Estado.
Existe un problema de confiabilidad del gremio de camioneros,, porque ahora se va a subsidiar al uno de los segmentos más ricos de la sociedad, gremios de camioneros y hay que dar otra mirada de qué ocurre con las familias más pobres, que utilizan el transporte público”.