Autor: María Consuelo Ulloa
Crisis en educación por pandemia: amenaza con sociedad más desigual
Estunio. Cifras son más que preocupantes en pérdida de clases y distintos actores coinciden en que la única forma de enfrentarlo es priorizar y mejorar la parte emocional. Na situación con efectos adversos dramáticos, quesólose verán en el largo plazo y para lo cual se debe trabajar denodadamente en la actualidad, rogando para que las consecuencias finales no sean trágicas.
Es la mirada que existe hoy en cuanto al tiempo perdido en educación producto del cierre de los establecimientos debido a la pandemia del covid-19 y que ubica a Chile como el 13? país del mundo con más clases presenciales suspendidas. Cifras extraídas de un estudio de Horizontal, en 77 (14 cierre total y 63 parcial) que las puertas de los colegios estuvieron cerradas, entre marzo de 2020 y noviembre de 2021. Se detalla que, en promedio, se perdió un año completo de enseñanza en todo el territorio. En el desglose, eso sí, las más afectadas fueron las escuelas municipales, con 1,3 años de pérdida; los particularessubvencionados, con 0,9; y el particular pagado, con 0,4. Las consecuencias de este rezago impactarían en un aspecto socioeconómico, en el que quienes más perdieron clases presenciales tendrán menos capital humano e ingresos laborales. Una situación que es preocupación permanente a nivel nacional, y por supuesto local, donde hay conciencia que se necesita recuperar rápidamente terreno en lo lectivo, pero que todo depende en definitiva del aspecto emocional.
ESTRATEGIAS Respecto al tema, la seremi de Educación, Daniela Carvacho, explicó que “al iniciar la (actual) administración, el Ministerio de Educación (Mineduc) presentó la política de reactivación educativa integral Seamos Comunidad, que se encuentra desarrollando estrategias y acciones en sus cinco ejes prioritarios para apoyar a las comunidades educativas y abordar las principales urgencias que se registran tras dos años sin presencialidad en los establecimientos educacionales y la falsociabilización entre las y los estudiantes”. Agregó que los establecimientos reciben apoyo desde distintos programas para mejorar la convivencia escolar, el bienestar integral y la salud mental, “entre otras importantes temáticas que se relacionan con la recuperación de trayectorias educativas y la reactivación de aprendizajes”. “Este plan nos ha permitido impulsar aquellos elementos que han quedado rezagados producto de los largos periodos en que los estudiantes estuvieron fuera de la sala de clases y este último tiempo, por ejemplo, hemos realizado en las cuatro provincias de la Región de Los Lagos, actividades para el fomento de la lectoescritura y el arte”. Según el estudio, alumnos de colegios públicos fueron los que más tiempo estuvieron en casa, y con una postura permanente de los docentes de privilegiar la salud y la protección, antes que retomar a la presencialidad. Hoy, en perspectiva, son decisiones que podrían tener resultados insospechados porque, en definitiva, nadie estaba preparado. Asílo establece, Carlos Hurtado, presidente regional del Colegio de Profesores.
“La situación en ese minuto (al inicio de la pandemia) ameritaba hacer clases online, pero hay que reconocer que ni los estudiantes, ni las familias, ni los profesores estábamos preparados para enfrentar una situación de clases online. Eso creó una serie de problemas. Por ejemplo, había clases en las que los chiquillos simplemente estaban en la cama atendiendo el celular o apagaban la cámara. No se podía exigir mayor presencialidad al respecto, porque tampoco había una normativa que definiera todo aquello.
Tuvo que irse preparando en el andar, en el camino”. Sobre su esperanza de revertir la situación desde las políticas públicas, aseguró que “Chile es un país de puras buenas intenciones, pero no somos capaces de enfrentar la situación como corresponde.
Yo soy un convencido de que en Chile la educación tiene que prácticamente refundarse”. Desde el mundo de los privados, pese a que fueron retomando la presencialidad con mayor premura (paulatinamente desde el segundo semestre de 2020), la pérdida de los aprendizajes es tema permanente.
RETRASO CONSIDERABLE Faustino Villagra, presidente de Fide, relata que “en términos generales el estudio que señala, no hace más que fortalecer un concepto queestá internalizado desde que retornamos a clases: que la pandemia generó un atraso significativo en la apropiación curricular.
Por lo tanto, tenemos que trabajar de una manera distinta, en forma mucho más eficiente, porque el retraso que se generó es considerable”. Agregó que “en educación es muy difícil recuperar el tiempo perdido, por eso estan importante la optimización del tiempo de aula.
Debemos crear conciencia que una hora de clase perdida en la práctica no se recupera; por lo tanto, en nuestro país -que tuvo las puertas cerradas dentro de los mayores tiempos a nivel mundiales compleja esa recuperación. Agregando factores de daño emocional, retraso en la apropiación curricular, es complejo el escenario.
Por lo tanto, hay que tomar acciones en conjunto, políticas de Estado, acuerdos para sacar adelante este enorme desafío país”. El timonel de Fide cree que lo más complejo es que en muchos niños, sobretodo de enseñanza prebásica, una de las dificultades es el establecimiento de rutinas, concentración, orden, estar callados o escuchar instrucciones, “una disciplina que muchas veces en la casa no existe”. SALUD MENTAL Todos coinciden en un aspecto clave para una esperanza de mejora: el aspecto mental.
El tema ha estado tan presente, que las alumnas Antonia Nova Ojeda y Constanza Saldivia Pillampel, ambas de séptidel establecimiento Centro Inclusivo de Párvulos Inalún de Castro, guiadas por la profesora Andrea Seguel -del mismo establecimiento-, fueron seleccionadas en el Congreso Nacional Explora por su proyecto “El regreso a clases después de la pandemia”. En él concluyeron que “el hecho de asistir a clases tiene la ventaja que genera un espacio de socialización, distracción, entretención, amortiguación de tensiones emocionales y oferta de variabilidad”. “El hecho de asistir a clases, nos ayuda al desarrollo de relaciones sociales que influyen en el neurodesarrollo y en la integración de rasgos de personalidad”, agregan esos resultados.
Germán Monje, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Santo Tomás Puerto Montt, estimó necesario aumentar el presupuesto en salud mental en todos los niveles para enfrentar la “pandemia de salud mental” que -diceafecta a niños y adolescentes, lo a padres y profesores, “ya que cuando los cuidadores se encuentran estresados o con problemas de salud mental, difícilmente se vuelven protectores y un refugio seguro” para los niños. Consideró que el Mineduc debe tener “presupuesto para salud mental a nivel preventivo einterventivo temprano; mantener una estrecha relación de colaboración con Salud para dar prioridad a la infancia y adolescencia.
Asimismo, debiese priorizar habilidades básicas en aritmética y lenguaje, disminuyendo contenidos y priorizar tales aprendizajes sumado a un trabajo socioemocional cotidiano, perfeccionandoa profesores, con más profesionales de salud mental”. “No puede haber apropiación curricular sin tener una población escolar sana en todos los niveles. Si tenemos un daño socioemocional evidente, exacerbado por la pandemia, es muy dificil instalar la recuperación de un currículum. La prioridad tiene que estar en la recuperación de la salud mental de los niños, que fue muy dañada en la pandemia. Bien sabemos que en el mundo de la educación, y fuera de ella, para instalar apropiación curricular y aprendizaje de calidad, no lo vamos a lograr de forma eficiente si los niños están dañados emocionalmente. La primera tarea es recuperar emocionalmente alos niños, a las familias. Es un tema lento, muy complejo”, añade Villagra.
Laseremi Carvacho cuenta que están capacitando a encargados de la región en un diplomado de mediación escolar, “incluso a través del CPEIP y las universidades estatales hemos impulsado talleres sobre salud mental y convivencia para profesores y profesoras.
Sabemos que el cierre de las escuelas ha dejado un efecto en los aprendizajes y es por eso que estas políticas van en la línea de recuperar contenidos relevantes y también para que exista apoyo en convivencia escolar y que estas sean herramientas que ayuden al desarrollo integral de niños, niñas, jóvenes y adolescentes, y toda la comunidad escolar”.