Autor: Claudia Rojo
Nuestros océanos, nuestra responsabilidad
Nuestros océanos, nuestra responsabilidad Opinión Claudia Nuestros océanos, nuestra responsabilidad Cada 8 de junio celebramos el “Día ndial de los Océanos”, fecha proclamada or las Naciones Unidas para crear conciencia ca de su importancia en nuestras vidas y la rgencia de su conservación. Estos nos aportan múltiples beneficios, regulan el clima del planeta, producen gran parte del oxígeno que respiramos, constituyen una fuente importante de alimentos, rutas r 1 transporte y comercio. Además, son ales para la salud mental y bienestar, ya e podemos gozar de su efecto calmante y elajante, así como obtener compuestos únicos propiedades medicinales. Sin embargo, hoy están bajo una gran amenaza. La contaminación por plásticos, la sobreexplotación de recursos marinos, los ames de petróleo y el cambio climático, n solo algunos de los problemas que hoy los n afectando. El aumento de su temperatura ducto del calentamiento global está vocando su acidificación, teniendo un fecto devastador sobre la biodiversidad y, en nsecuencia, sobre su equilibrio ecológico.
Chile es un país muy privilegiado, ya que enta con una extensa costa de más de 4.300 por lo que su cuidado es una prioridad. enorme variedad de ecosistemas marinos que encontramos en los océanos permite que scan hogar de una gran diversidad de especies, muchas de ellas endémicas. No son solo son ente de recursos, recreación y biodiversidad, o que también tienen una gran importancia n la identidad cultural y económica de las munidades costeras. Todos estos antecedentes nos hacen ver o relevante de su cuidado. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos tanto por hacer y poco tiempo que perder. Los gobiernos, las empresas y los ciudadanos tenemos mucho que aportar. Eduquemos a nuestros hijos y a la comunidad en general, inculcándoles el respeto y el cuidado sobre nuestros recursos naturales.
Con pequeñas acciones podemos rar un gran impacto, limpiando playas, “imizando el uso de plásticos, adoptando Ficas sostenibles y amigables con el ente marino, participando y generando nes que fomenten su conservación. ios agentes de cambio, no podemos ser iferentes ante esta realidad. nos los únicos que podemos interceder que las futuras generaciones reciban este ravilloso recurso y puedan disfrutar, al igual de todos los beneficios que nos Rojo r Coordinadora Instituto de Ciencias Naturales UDLA.