El peligro que ronda por nuestras playas
0 Editorial Los especialistas proponen que los gobiernos regionales lideren el intenso trabajo de monitoreo, para lo cual necesitan no solamente nuevas atribuciones, sino además recursos adecuados.
Ás de 30 años de observación a imágenes satelitales de las costas de la Región de Valparaíso permitió a varios académicos del Centro Tierra Hémera, de la Universidad Mayor, concluir que muchas playas, en algunos de los balnearios más importantes, están en serio peligro de desaparecer en una fecha tan cercana como los próximos 20 años.
Según los lapidarios resultados del estudio, la erosión en la mayoría de las arenas alcanza una tasa promedio de 1,5 metros por año, con un fuerte impacto en balnearios como Algarrobo y Cartagena y, en menor medida, con efectos negativos en Papudo, Maitencillo, Santo Domingo y Zapallar.
El problema surge por motivos naturales, como la intensificación de los fenómenos de marejadas en los últimos años, pero se ve agravado por la acción humana, principalmente la intervención inmobiiaria en el borde costero, la ocupación inapropiada de los humedales circundantes y la extracción indiscriminada de arena desde la playa para proUn largo trabajo desarrollado por académicos advierte sobre los efectos negativos que sufren los balnearios de la zona por la erosión. yectos de construcción. A todo eso hay que sumarr la imprudencia de los vehículos que pasan por los campos dunares y las playas como simple diversión, sin comprender el grave daño que producen en esos ecosistemas.
Waldo Pérez, director del Centro Hémera de la Universidad Mayor y Carolina Martínez, directora del Observatorio de la Costa y académica del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile,.. coincide en que la hoja de ruta que debe seguir el Gobierno para enfrentar el problema parte por fortalecer la legislación y mejorar la coordinación de los organismos que tienen competencias en la protección del borde costero.. “Estamos perdiendo estos ecosistemas a pasos agigantados, sin que exista hoy en día una reacción del Ejecutivo para poder abordar esta problemática”, advierte Martínez. El Gobierno Regional también debe tener un rol en este proceso.
Como dicen los especialistas, las instancias locales tienen que liderar el trabajo constante de monitoreo, para lo cual necesitan no solamente nuevas atrribuciones, sino además recursos capaces de sustentar una red nacional bien coordinada y con facultades de reacción.
Quizás el tema parece algo ligero debido a que las urgencias económicas y las preocupaciones constituyentes se sobreponen a casi todo, pero los académicos han planteado un trabajo serio que traza una nítidaa línea entre las causas de este grave problema ambiental y los efectos concretos en la vida de todos aquellos que dependen del borde costero, y más aún cuando plantean unos plazos que están más cerca de lo que cualquiera podía imaginar hace una década. Estos son argumentos suficientes para que el Gobierno ponga urgencia legislativa a la Ley de Costas que se encuentra en la comisión de Medio Ambiente de la Cámara.