Autor: POR AIRAM FERNÁNDEZ
LABORATORIOS: A LA VANGUARDIA EN LA BATALLA
La red de laboratorios que en poco tiempo se consolidó en el país ha sido crucial para enfrentar la pandemia en torno a objetivos alineados y desde un esfuerzo colectivo que incluye diagnóstico, investigación e innovación.
La articulación en el área se ha traducido en que el país sea uno de los pocos en integrar a los laboratorios académicos al programa de diagnóstico del Covid-19, señala Cristián Hernández, director de Negocios de la Fundación Ciencia y Vida. Están aportando, además, con más del 10% de la capacidad diagnóstica nacional, subraya la subsecretaria de Ciencia, Carolina Torrealba, una cifra que en el tiempo se prevé que aumente. “Gracias a los reportes que entregan podemos ir conociendo el nivel de infectividad, un aspecto fundamental en la toma de decisiones”, sostiene Ariel Orellana, vicerrector de Investigación y Doctorado de la U.
Andrés Bello (UNAB), acerca de la importancia de disponer de una alta capacidad de diagnóstico, sobre una red que está distribuida en casi todas las regiones del país, añade Aldo Gaggero, director del programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la U. De Chile. “En algunas, son el único laboratorio de diagnóstico, como ocurre en Atacama”, precisa.
En ese sentido, Torrealba observa que esta red “ha descentralizado el diagnóstico e instalado capacidades a lo largo del país, lo que es clave cuando se quiere tener un diagnóstico lo más rápido posible”. Además, en los laboratorios universitarios hoy se están probando todo tipo de protocolos y Kits, incluida la impresión 3D de piezas esenciales para diagnóstico, acota.
El aporte de los privados también es vital, dice Hernández, destacando los casos de Kura Biotech y Genepro Dx, dos empresas biotecnológicas chilenas que adaptaron sus capacidades de desarrollo de kits de diagnóstico para hacer frente a la falta de stock y de procesamiento de tests.
“Kura lo hace desde Puerto Varas, (... ) y Genepro se ha esforzado en hacer los análisis para eliminar la lista de espera de la Posta Central, contratando, de paso a 12 personas, cuatro de ellas con PhD”, señala. Más allá del diagnóstico El trabajo contrarreloj para montar nuevas tecnologías también suma. La subsecretaria Torrealba destaca que hay laboratorios probando la efectividad de los sueros hiperinmunes, preparando las condiciones para los ensayos clínicos de vacunas, o monitoreando otros patógenos que pueden atacar a la población.
También están los que trabajan en el desarrollo de métodos de diagnóstico diferentes al análisis de QPCR, buscando “alternativas más económicas, fáciles de usar y menos dependientes de los proveedores internacionales”, dice el vicerrector de la UNAB. Luego están los que, momentáneamente, han debido suspender investigaciones fundamentales antes del Covid-19. Como el caso de la U. De Chile, dice Gaggero, donde los laboratorios del Programa de Virología pausaron todas las actividades de investigación no relacionadas con el SARS-Co V-2.
En la UNAB pasó lo mismo: el laboratorio del Instituto de Ciencias Biomédicas no pudo seguir con sus trabajos con genes asociados al autismo; ni el centro de Biotecnología Vegetal, que trabaja en la secuenciación de genomas de vides; o el laboratorio de Microbiota, que paró sus investigaciones de Clostridium difficile para abocarse a generar una plataforma de detección de anticuerpos contra el Covid-19. Todo esto, no obstante, “generará capacidades que se podrán seguir utilizando para aportar con más herramientas para enfrentar la pandemia”, sostiene Orellana. Al respecto, acota Torrealba, desde la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo “se están coordinando soluciones para cada caso, en la medida que se