FINANZAS VERDES: Los desafíos de una herramienta en formación
Si bien los expertos coinciden en que el país es referente regional en materia de finanzas verdes, lo cierto es que aún es necesario avanzar en instrumentos que las perfeccionen.
Na encuesta realizada por Deloitte a más de 700 líderes empresariales de 14 países frente al cambio climático reveló que combatir el greenwashing y los riesgos de seguridad relacionados con este fenómeno global aparecen como las temáticas que demandan mayor atención global. Los temas definidos por estos líderes también se repiten en el análisis que los expertos hacen sobre los desafíos que enfrenta Chile en la materia.
De hecho, por ejemplo, en el Congreso se analiza el proyecto de ley que previene y sanciona el greenwashing o lavado verde de imagen, definido —en la iniciativa legal— como “una estrategia publicitaria que no se condice con el proceso productivo de la empresa, no tiene mejora significativa en el medio ambiente y solo busca reportar réditos comerciales, sin alterar su proceso productivo”. Esta mala práctica no solo es utilizada por empresas para obtener mejor llegada entre la ciudadanía, sino que muchas veces también para buscar financiamiento preferencial. De ahí la relevancia de contar con mecanismos que aseguren que los proyectos de mitigación o adaptación al cambio climático sean reales.
En este mismo sentido, otro punto en el cual se debe avanzar es en la definición de una taxonomía verde que permita estandarizar qué actividades económicas caben dentro de la definición de verde, pues —comenta Elanne Almeida, socia líder de Servicios de Sostenibilidad de EY— no contar con ella “hace que lo que sea considerado 'verde' o Avanzar en una taxonomía verde es uno de los retos en los cuales se debe avanzar. en un mercado, no pluralidad de exigencias convergiendo —tales como encuentra reflejo en otro”. Normativas y expectativas de TCFD y SASB—, aún son Agrega que existe una divulgación que si bien están distintas en términos continentales y por país. A lo que se suma, precisa, que “las compañías aún lo ven como un costo o una obligación de compliance en lugar de un cambio necesario y que puede ser positivo.
Necesitamos un cambio de paradigma y de voluntad”. En este contexto, el Ministerio de Hacienda de Chile ha impulsado un comité para crear una taxonomía propia, que genere mayor transparencia, confianza y desarrollo del mercado verde. iNCENTIVOS Para Christian Durán, socio líder de Risk Advisory en Deloitte Chile, añade que el próximo paso es “seguir aumentando las regulaciones y exigencias al mercado y generar incentivos para aquellas empresas que cumplan con metas ambiciosas como lograr concretar el compromiso de ser carbono neutral al 2050”. Desde Clapes UC, Luis Gonzales, coordinador económico de cambio climático, energía y medio ambiente, afirma que también se debe avanzar en la promoción de la inversión privada, sector que es “protagonista en la tarea en el mediano y largo plazo para alcanzar la meta” de carbono neutralidad definida para 2050.
Para facilitar su participación, detalla, “el desarrollo de esquemas claros de identificación de proyectos sustentables son necesarios para tener metodologías de medición, verificación y fiscalización acordes con la meta”. Agrega que otro desafío es promover la inversión y la generación de empleos con la adopción de tecnología y lograr continuar con crecimiento a tasas menores de emisión de gases de efecto invernadero.
“Chile tiene el respaldo de su accionar climático para ser un propulsor del establecimiento de mercados internacionales de reducción de emisiones en la COP27, donde se pueda ofertar proyectos con mayores reducciones de emisiones en el mercado global y así recibir inversión local. Para ello continuar en acuerdos de libre comercio es un camino a seguir”, sentencia.