A34 años del aluvión de Antofagasta
A34 años del aluvión de Antofagasta Columna General Cristian Montre Soto Jefe de Zona de Carabineros Antofagasta A34años del aluvión de Antofagasta A34años del aluvión de Antofagasta el desastre. Una densa neblina cubrió laciudad, el cielo adquirió un tono rojizo y un viento cálido anunciaba lo inesperado. Comenzó alloviznar. Ala1:00 de la madrugada del martes158, la luviase intensificó, y media hora mástarde, era torrencial y por tres horas azotó ala ciudad. Elbarro, las piedras y los escombros arrasaron con viviendas, calles y esperanzas. Se perdieron vidas humanas, se fracturaron familias y se instaló un dolor que incluso hoy es parte de la memoria de sus habitantes, siendo una de las tragedias más duras que ha enfrentado la ciudad. A34años deesa jornada, nosólo recordamos. También renovamos el compromiso con la prevención, la solidaridad y, sobretodo, con la responsabilidad colectiva frentea la amenazasiempre latente de nuevos desastres. Ese día comoen cada emergencia que ha golpeado ala región yal país Carabineros de Chile estuvo all. Cuando pasó el caos, nuestra labor no terminó. Asegurar las zonas de riesgo, rescatar a personas atrapadas, acompañar aquienes lo habían perdido todo, buscarincansablemente a los desaparecidos, patrullarsin descanso lascalles de una ciudad devastada. Esa fue -y sigue siendonuestra misión. Hoy, con la experiencia de aquel desastre y de muchos otros, podemos afirmar con convicción: seguimos cumpliendose deber con la misma vocación de servicio. Desde la frontera, donde los Carabineros especialistas en montaña enfrentan condiciones extremas, hasta las zonas urbanas más pobladas, pasando porcadarincón dela región, hay carabineros preparados para responder.
EL GOPE estállisto paraactuar ensituaciones de alto riesgo, y todos nuestros funcio[a 17 de junio de 1991, Antofagasta presinarios, sin excepción, serán los primeros en llegar; trabajando codo acodocon Bomberos, personal de salud, municipios y todos llos organismos de emergencia. Ensituaciones de catástrofe, nuestra labor nose limita a la seguridad y el orden público. También somos parte activa de lagestión del riesgo de desastres: prevenimos, respondemos y ayudamos en la recuperación. Lo hacemos con profesionalismo, pero también con humanidad. Sin embargo, por preparados que estemos, la prevención es una responsabilidad compartida. Por eso hoy hacemos un llamado urgentea la comunidad: no olvidemos lo quevivimos. Cuidemos nuestras quebradas, mantengamos limpias las vías aluvionales, evitemos que se acumulen escombros o basuraen lugares donde puede volver a correr el agua. Lanaturaleza no avisa. Y silas vías están bloqueadas, eldaño nosolo podría repetirse: podría ser peor. No hablamos de detalles menores, hablamos de decisiones que salvan vidas. Sabemos quelasautoridades realizan esfuerzos constantes para limpiar y despejar estos espacios, pero aún hay quienes, contotalirresponsabilidad, los usan como basureros clandestinos. Noseamos cómplices del descuido: denunciemos por los canales oficiales, eduquemos a nuestros hijos, conversemos con nuestros vecinos. La conciencia también es prevención. Recordar es aprender. Y honrar a quienes partieron en aquella tragedia es asumir nuestrorolen la protección denuestras comunidades. Desde Carabineros de Chile reafirmamos hoy, como lo hicimos ayer, nuestro compromiso con Antofagasta, con su gente y con su historia. Estaremos siempre dondesenos necesite. Con decisión, con vocación y con la certeza de que la seguridad y la prevención son tarea de todos. O. -