Autor: ARNALDO GUERRA MARTÍNEZ
Apuestan por fuerte crecimiento en achicoria industrial
Durante ocho años trabajaron en modificar la tecnología para supervisar los cultivos. N precio 25% superior al del año pasado se estaría ofreciendo porla achicoria industrial. El valor para la nueva campaña será de $52.500 la tonelada limpia de achicoria, $10.500 más delo ofrecido en la campaña del año pasado, informa Beneo Orafti.
Pero además se incorporaría el uso de drones para supervisar el cultivo, y de esa forma asesorar a los productores de mejor manera en el desarrollo La empresa Beneo Orafti anuncia alza en precio y espera llegar a 5 mil hectáreas en producción en dos a tres años. Además, da nuevo paso en agricultura de precisión con drones para vigilar el desarrollo del cultivo. de la temporada.
“Es para hacer más atractivo el cultivo para el agricultor, y también, en parte, para compensar que este año los precios agrícolas son más altos que el pasado”, aclara Peter Guhl, gerente agronómico de Beneo Orafti Lo usual en años anteriores han sido alrededor de 40 mil pesos por tonelada ylaidea es que el cultivo conquiste nuevas hectáreas, para llegar este año a unas 4.400 hectáreas, frente a las 3.600 del año pasado. La apuesta es, en unos dos a tres años, en lo posible, superar las 5.000 hectáreas. Esto, dice Guhl, porque la decisión de la empresa es crecer fuertemente en Chile.
De hecho ya cuentan con capacidad instalada para procesar el aumento de volumen que generaría el crecimiento de superficie La decisión, señala Guhl, tiene que ver con el éxito de ventas de inulina y oligofructosa, los productos que se extraen de la achicoria industrial. La inulina ya se está consolidando en el mercado; por lo tanto, hay que generar más volumen, porque el precio unitario no es tan alto como en el pasado. Es como todo producto que sale del nicho y pasa aser un commodity.
Esa es hoy la evolución del producto, de ahí que haya que generar más volumen para mantener los ingresos a la planta”, señala EVALUACIÓN CON DRONES La novedad tecnológica que anuncian para esta temporada es que todo el equipo de agrónomos que entregan asesoría a los productores va. Atener un dron que estará conectado al computador y al teléfono, con lo cual podrá evaluar las imágenes que se tomen y en terreno se podrá determinar inmediatamente qué deficiencia o qué anormalidad está presente. En síntesis, el sistema permite ver el estado crítico del cultivo, la condición nutricional del suelo, la presencia de malezas, e incluso hacer el conteo de plantas. “Se trata de un dron modificado al que se le montaron cámaras adicionales a la propia que trae, como una multiespectral y otra térmica, cu= ya combinación entrega nuevas habilidades.
Mientras se hace el vuelo de regreso se descargan las imágenes directamente al computador instalado en la camioneta del agrónomo y allí una aplicación hace todos los cálculos y devuelve la información al celular del agrónomo, quien puede ver exactamente en qué sectores hay deficiencias”, aclara y agrega que la aplicación está en la nube, con lo El sistema toma datos del estado del cultivo, suelo y malezas. que también el agricultor puede ver el resultado. El proceso de innovación tecnológica se inició hace ocho años y se fue implementando en diferentes etapas.
Primero fueron soluciones en la nube, a través de imágenes satelitales, por lo que hoy tienen una plataforma montada, pero al principio, cuando el cultivo no contaba con cobertura total, las imágenes muestran tierra y plantas, por lo tanto, esa información no era muy buena. “Por eso bajamos a escala de dron, y la plataforma satelital en primera instancia ve dónde están históricamente las mayores diferencias y genera un plan de vuelo. Por lo tanto, el dron sabe dónde tie ne que tomar una muestra, y no tiene que volar todo el cultivo, sino que toma puntos referenciales”, dice Guhl. Así, el agrónomo cada vez que visita al agricultor para asesorarlo ya tiene precargado el plan de vuelo, deja funcionar al dron y después de unos 20 minutos tiene los resultados en la aplicación. El sistema fue desarrollado por la empresa en conjunto con el INIA, más el prestador de servicios tecnológicos LB “Track, de Los Angeles, ylaempresa Mind Labs, de Santiago. DESAFÍOS DEL AGRICULTOR Ya van a cumplirse 15 años desde la primera cosecha de achicoria industrial en Chile, pero aún quedan desafíos para optimizar el cultivo. “Nosotros tenemos más exigencias con el suelo que para el agricultor”, señala Peter Guhl. Se refiere a que el cultivo requiere que el suelo no sea pesado, lo ideal es unoliviano arenoso y que cuente con riego tecnificado.
Se trata de un rubro en el que se cosechan las raíces, entonces lo que se necesita es un suelo que permita desarrollar una raíz, o sea, que no sea una greda que no deja espacio.
El promedio en los rendimientos está en alrededor de 58 toneladas por hectárea en los últimos tres años, pero hay agricultores que pasan las 90 toneladas, por lo que, a juicio de Guhl, hay un gran potencial todavía para hacer mejor las cosas.
“Esa diferencia tiene que ver no solamente con que sea un agricultor que tenga un cultivo, sino uno de campo, que piensa en rotaciones y maneja fertilidad, y en ese sentido, no solamente echa el fertilizante, sino que también se preocupa de la fertilidad del suelo y, a su vez, hace un control integral de malezas sobre la rotación y no solo sobre un cultivo. Ese es el que tiene mayor éxito”, resalta.