40 horas: "Los empleadores buscarán que los trabajadores no tomen tantos descansos"
40 horas: "Los empleadores buscarán que los trabajadores no tomen tantos descansos" David Card, economista de la U. de California, Berkeley.
D avid Card (68 años) y su colega Alan Krueger publicaron en 1993 un paper en que demostraron que la forma tradicional de ver la causalidad entre un aumento del salario mínimo y un efecto negativo en el empleo no se sostenía, a partir de una metodología cuasiexperimental entre dos ciudades de estados contiguos con distinta legislación (Nueva Jersey y Pensilvania). En 2021, Card fue uno de los ganadores del Premio Nobel de Economía por sus "contribuciones empíricas a la economía laboral". Su destreza estuvo en detectar una forma distinta de aproximarse a temas clásicos de esa profesión, en ese caso desde un diseño de investigación en vez de la fórmula habitual basada en modelos. Card participará en el Ridge Forum 2024, que por primera vez se efectuará en Chile.
Organizado por el Instituto de Economía UC, se realizará entre el 13 y 17 de mayo. "Este evento es un gran espacio de difusión de la investigación de frontera en economía con impacto social y especial relevancia para las políticas públicas en Latinoamérica", destaca Tomás Rau, director del Instituto de Economía UC, cuyo doctorado lo hizo en la Universidad de California, Berkeley, donde Card fue su guía de tesis. --En su artículo (" Minimum Wages and Employment: A Case Study of the Fast-Food Industry in New Jersey and Pennsylvania", de 1993 ) y libro con Alan Krueger, ustedes no proponían un aumento del salario mínimo, pero muchos creen que usted abogó por eso. ¿Por qué cree que pasó? "Tradicionalmente, los economistas se oponían mucho a cualquier tipo de regulación de precios.
Cuando explicabas por qué estabas en contra de la regulación de precios o por qué probablemente era una mala idea, partías del marco de un modelo competitivo simple y luego aplicabas el razonamiento al mercado laboral o al sector inmobiliario.
Uno de los puntos más importantes que se enseñaba a estudiantes universitarios era: `Si aumenta el salario mínimo, va a acabar con puestos de trabajo'". --La clásica aplicación de la ley de la oferta y la demanda... "Exacto. En cualquier tipo de regulación siempre hay algún tipo de efecto.
Pero por alguna razón ese era el punto principal y de alguna manera era un punto focal de ellos (economistas clásicos)". --Como en su investigación no encontró ninguna causalidad entre aumentar el salario mínimo y acabar con empleos, algunos pensaron que usted abogaba por aumentar el salario mínimo. "Así es.
Pero señalamos en el libro que incluso si no hay cambios en el empleo (por el salario mínimo), todavía se quitan muchas ganancias a las empresas, y eso podría tener potencialmente efectos negativos en determinadas circunstancias.
De ello no se sigue que la magnitud del efecto del salario mínimo en el empleo signifique necesariamente que es bueno o malo". --¿ Cree que su investigación ha sido mal caracterizada en este debate? "Mucha gente piensa que la investigación en economía es sumamente política. Pero hay otro grupo bastante grande de economistas cuya razón principal por la que investigan es tratar de descubrir qué está pasando. Se pueden separar esas dos cosas. Fue Milton Friedman quien dijo que deberíamos tener economía positiva y economía normativa.
Yo nunca he hecho ningún tipo de economía normativa". --En una entrevista, usted dijo que sus resultados no significan que los salarios mínimos en otras economías distintas a la estadounidense no puedan tener algún efecto en el mercado laboral. En Chile, este año el salario mínimo se elevará a poco más de 500 dólares. ¿Qué se debería mirar aquí? "Chile es un poco diferente.
Tiene un sector informal bastante grande y no sé si el salario mínimo cubre al sector informal". --No lo hace directamente. "En Brasil, por ejemplo, donde he investigado un poco más, un hallazgo muy extraño es que, aunque el salario mínimo no cubre realmente el sector informal, muchas personas parecieran recibir el salario mínimo en ese sector. Parece desbordarse allí.
No sé si eso es cierto en Chile, pero sería importante pensar en eso". --En Chile, el 27% del empleo es informal. "En Brasil es más bien 40%. Por lo general, lo que los economistas mirarían si estuvieran pensando sería, antes del aumento del salario mínimo, `¿qué fracción de personas parece estar ganando exactamente el salario mínimo que existe en este momento?'. Para ellos, el empleador ya está limitado.
No tiene por qué ser así, pero es el grupo que corre mayor riesgo en la mayoría de los entornos". "Que paguen más" --Hace un par de semanas, la ministra de Trabajo en Chile, Jeannette Jara, dijo a los grandes empresarios `hay que pagar más'. Las grandes empresas respondieron que sí pagan más que las pequeñas, lo cual es cierto cuando se miran los datos. Cuando se aumenta el salario mínimo, ¿afecta más a las pequeñas empresas que a las grandes? "Muchas veces, sí. Pero en algunas situaciones, los investigadores encontraron que las empresas que anteriormente pagaban más que el mínimo, cuando aumentan el mínimo también aumentarán sus salarios. En inglés americano, a eso se le llama `efecto derrame' (spillover effect). En inglés británico, lo llamas `efecto de golpe' (knock-on effect). Las razones de esto son un poco confusas. Ese es un gran tema de investigación". --También hay mucha asimetría entre el poder de negociación salarial entre una empresa y el trabajador. "En algunos entornos, sí. Hay otros escenarios donde hay un sindicato muy fuerte.
Y en algunas economías eso sigue siendo relevante, no tanto en Estados Unidos". --¿ Saben las empresas cuánto aporta cada trabajador a los ingresos, en general? "Es muy, muy difícil estimar la productividad individual de los trabajadores. Se puede realizar en tareas muy sencillas, como si estás recogiendo uvas o ese tipo de trabajos. Pero si diriges una compañía de seguros y hay gente haciendo todo tipo de trabajos de ventas y gestión, es muy, muy difícil.
Por eso hay grandes debates todo el tiempo sobre cuál es la productividad relativa de diferentes trabajadores". Las 40 horas --A partir de ahora, en abril, en Chile parte una nueva ley que reduce la jornada laboral de 45 horas a 40 horas semanales, de manera paulatina hasta el 2028. ¿Qué se puede esperar como efecto de la aplicación de esta ley? "En Chile, sospecho que los empleadores buscarán que los trabajadores no tomen tantos descansos y, de hecho, intentarán que se pongan manos a la obra tan pronto como lleguen al trabajo.
Cuando ves muchas horas de trabajo en Estados Unidos, pienso muchas veces que la gente está en el trabajo y en realidad no están trabajando, y si vas a un trabajo en Alemania, veo que la gente parece trabajar más por hora". --Si eso sucede, ¿hay posibilidades de que Chile se vuelva más productivo? "Creo que hay una posibilidad, sí. Pero también existe la posibilidad de que falle y todos luchen contra él y se rinda.
En economía nunca estás 100% seguro, o al menos yo nunca estoy 100% seguro". Impuestos laborales --¿ Las tasas impositivas sobre el trabajo marcan una diferencia entre la carga de trabajo entre países? "Esa también es una gran controversia. Históricamente, los economistas laboralistas han dicho que cuando se tiene un impuesto más alto, se producen dos efectos. Por un lado, cada hora de trabajo obtienes menos ingresos, por lo que es posible que quieras trabajar menos. Pero por otro lado, tienes menos ingresos, entonces necesitas trabajar más". Card dice que hasta el siglo XIX era común el trabajo de 60 horas semanales.
Hoy, en partes de Europa, es de poco más de 30 horas. "Se está tomando parte del ingreso extra y se usa ocio", describe, por lo que siente que hay otro potencial de opciones distinto de cómo lo explican los macroeconomistas. --¿ No debería ser diferente en el corto plazo que en el largo plazo? "Tal vez... solo tal vez (... ). Los hijos de padres acomodados, en mi opinión, van a ser más europeos" (ríe). --Los europeos suelen presentarse como quienes solucionan el problema: tienen más dinero y más tiempo. "Esa es una pregunta. ¿Qué causa exactamente eso en diferentes países? ¿ Realmente le afectan tanto los impuestos o no? Creo que la evidencia es menos clara de lo que la gente piensa". EDUARDO OLIVARES C.
DAVID CARD, PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA, SOBRE LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL EN CHILE: El famoso economista que habló sobre la relación entre el salario mínimo y el desempleo aclara los contornos de su investigación. 40 horas: "Los empleadores buscarán que los trabajadores no tomen tantos descansos" DAVID CARD `` En algunas situaciones, los investigadores encontraron que las empresas que anteriormente pagaban más que el mínimo, cuando aumentan el mínimo también aumentarán sus salarios.
En inglés americano, a eso se le llama `efecto derrame'". `` Cuando ves muchas horas de trabajo en Estados Unidos, pienso que muchas veces la gente está en el trabajo y en realidad no están trabajando, y si vas a un trabajo en Alemania, veo que la gente parece trabajar más por hora". `` Es muy, muy difícil estimar la productividad individual de los trabajadores". --¿ Cree que la creciente migración, que también está ocurriendo en Chile, tiene algún efecto en los salarios y en la tasa de empleo? "Eso se ha estudiado enormemente. Por lo general, esos efectos son bastante pequeños, pero existen otros impactos.
Ahora mismo, un gran problema en muchos lugares es el efecto sobre los precios de la vivienda, porque todos los inmigrantes vienen y quieren ir a un lugar". "Por diversas razones políticas y no políticas, es muy difícil construir más viviendas en esos lugares. Ocurren aumentos bastante grandes en los precios de la vivienda con el crecimiento de la población en esos lugares. Por otro lado, muchos países se enfrentarían a un crecimiento demográfico negativo si no tuvieran inmigración. Hay crecimiento demográfico, pero no en sus principales ciudades.
Supongo que eso también es cierto en Chile, ya que todos quieren mudarse a Santiago". --Y el sector inmobiliario vive su propia crisis. "Entonces todo el mundo culpa a estos venezolanos por los altos precios de la vivienda en Santiago, ¿o no?". --En su mayoría se culpa a la economía por eso. El problema social es diferente. "No he hecho mucha investigación recientemente sobre inmigración, pero una cosa que sí hice hace algunos años, que creo que es cada vez más relevante. Hicimos una serie extensa de preguntas a la gente sobre lo que hacen los inmigrantes. El lado económico de la inmigración estaba presente, pero no era lo principal. Lo que preocupa más a la gente, especialmente en un país como Estados Unidos, Canadá o Gran Bretaña, es que no quieren que cambie el tipo de cultura del país. Esa es una de las razones por las que las personas mayores, ya jubiladas, suelen ser las más antiinmigrantes, aunque ya no están en el mercado laboral. Es muy paradójico, porque muchas veces tienen inmigrantes ayudándolos en casa o en el hospital". EFECTOS LABORALES DE LA INMIGRACIÓN: "Son bastante pequeños, pero existen otros impactos".