Autor: RODRIGO GARRIDO HIDALGO, decano Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Diego Portales.
Presiones y desafíos sobre las cadenas de suministro
Con el covid-19 han surgido varios desafíos globales. Recientemente ha surgido una serie de obstáculos que han golpeado fuertemente las cadenas de suministro sobre un escenario ya desgastado por el covid-19. En suma, los ingredientes para la tormenta perfecta, El hecho de que el suministro de productos funcione "en cadenas” tiene un efecto dominó ante pequeñas disrupciones de alguno de los eslabones. Ese es el "talón de Aquiles” en la cadena de suministro.
La gestión de la cadena de suministro contemporánea se basa en una filosofía de apalancamiento global integrado: lograr cada vez más integración con los puntos geográficos más eficientes en la producción de componentes de un sistema productivo.
Asi, por ejemplo, los chips de un celular se producen en lugares distantes de donde se producen sus carcasas o Su parlante, aprovechando no solo mejores precios sino además experiencia y capacidad instelada, Si lo anterior funciona bien, mejora significativamente el rendimiento y se genera valor y beneficios para toda la economía. El gran obstáculo es que todos esos componentes quedan dispersos por el mundo hay que juntarlos en alguna parte para armar el producto final y despacharlo a su comprador. Ahí está la clave del éxito del proceso hoy en que es fuertemente dependiente del apalancamiento de recursos para lograr esta sincronización. Pero la complejidad no termina allí. El impacto ambiental de las actividades logísticas está recién comenzando a comprenderse cabalmente. Prueba de ello fue la COP26 de Glasgow, que tuvo un marcado foco en transporte y logística, reconociendo un hecho fundamental: es imposible cumplirlos compromisos de emisiones sin optimizar las cadenas de suministro. En efecto, las cifras hablan por sí solas: el transporte ha contribuido históricamente ¡ con un cuarto de las emisiones mundiales de CO2.
En el caso de China (lder mundial en comercio electrónico), el 75% de las emisiones de CO2 del sector provienen del transporte de carga, que emitirá el 90% de todas las emisiones de CO: del transporte de carga mundial Es decir, seguir en la postura de business as usual ya no da el “ancho y debemos avanzar rápido hacia modelos más sostenibles, pero estos modelos agregan ineludiblemente dos externalidades: incertidumbre y costos. Lo anterior es inevitable y surge del hecho que la solución de un problema va perdiendo calidad mientras más restricciones se le agregan. Esas extemalidades son el precio a pegar por un mejor medio ambiente y calidad de vida. Para lidiar con esto, las grandes empresas se han centrado en la gestión de riesgos de la cadena de suministro, para evaluar el impacto de estos y así racionalizar su mitigación. Parte importante de esta mitigación se basa en la gestión de localización de plantas y centros de distribución.
La localización óptima de inventarios permite reducir transporte (y con ello contaminación), disminuir tiempos de respuesta (y con ello costos) y mitigar la incertidumbre (demandas más estables al agrupar clientes), Es decir, son el aliado ideal para reducir los impactos negativos del transporte.
TIEMPOS TURBULENTOS Sin embargo, en estos tiempos turbulentos, surgieron varios desafios globales concurrentes con el covid-19: 1, En 2020 entró en vigor una norma de la Organización Marítima Internacional que reduce emisiones de óxidos de azufre de los combustibles marinos 2. Después de la pandemia, aumentó la demanda por productos chinos, requiriendo más energía, justo cuando se redujo la producción energética por carbón (China planea ser carbono neutral al 2060). 3. Las regulaciones por el covid-19 y backlogs pre-pandemía aumentaron la congestión en puertos chinos (que mueven el 40% de la carga mundial) 4. La incertidumbre de stock energético debido a la guerra Rusia-Ucrania. Esto se tradujo en menos buques navegando, tarifas de transporte más altas y una menor capacidad de producción china, lo que plantea desafíos urgentes.
El primer paso será lograr mayor integración de transporte con localización óptima, gestión de riesgo ambiental y atracción de capital humano altamente calificado, tecnología acorde con el apalancamiento tecnológico y humano, orientado hacia la misma meta: producir en cualquier parte del planeta, ocupar menos energía para ello, emitir menos CO: en el proceso y despachar a tiempo a consumidores en cualquier parte del planeta.