"En Cuba hay una crisis de esperanza. No se sabe qué va a ocurrir, si hay alguna solución y cuándo llegará"
Padura dice que le "costaría mucho" dejar Cuba y explica que de su "pertenencia a La Habana" sale "mi literatura, de ahí sale mi percepción de una realidad, de ahí sale mi conexión con una lengua". H an pasado dos años desde que miles de cubanos salieron a las calles en las protestas antigubernamentales más grandes que ha visto la isla en décadas.
Las manifestaciones se ganaron portadas en medios de todo el mundo, pero --con más de 500 personas todavía detenidas-las cosas por las que protestaban no han cambiado. "Desde entonces, las condiciones materiales (en la isla) han empeorado", comenta en esta entrevista con "El Mercurio" el novelista Leonardo Padura, premio nacional de literatura de Cuba, quien vino a Chile para participar del Seminario Internacional "Democracia y Memoria" de la Universidad Diego Portales. "Una bolsa de un kilo de leche cuesta la mitad de un salario promedio, entonces te podrás imaginar cómo es la situación económica de la mayoría de las personas en Cuba", añade el escritor, quien explica que el surgimiento de microempresas (que se esperaban aumentaran la producción nacional) ha intentado aliviar la escasez, pero lo hacen a precios muy altos, porque se han convertido en intermediarios para la importación de bienes. --Se acaban de cumplir dos años de las masivas protestas de 2021 ¿ Cómo ve la situación hoy en Cuba? ¿ Cambió en algo? "Las protestas del 11 de julio de 2021 fueron una situación provocada por una serie de dificultades, de carencias, de necesidades, de faltas de expectativas de la sociedad cubana. Fue un grito que dio esa sociedad. Y después de eso vino un proceso de represión bastante fuerte. En realidad no creo que haya provocado nada específico respecto a una sociedad que desde aquel momento a ahora sus condiciones materiales han empeorado.
En Cuba hay una frase que solemos decir: `no nos quejemos porque esta semana estamos mejor que como vamos a estar la próxima'. Hay un proceso de inflación brutal, una falta de alimentos, medicamentos, crisis de combustible y sobre todo, yo creo que hay una crisis de esperanza. No se sabe qué va a ocurrir, si hay alguna solución y cuándo llegará esa solución, y la vida cotidiana de las personas es muy difícil. No creo que haya de momento otras manifestaciones como esa, porque el ejemplo de lo que ocurrió con los que se manifestaron en ese momento ha sido bastante dramático. Hay como una paralización por parte de la sociedad". --¿ Pueden estos movimientos de protesta generar algún cambio? "No lo sé. Creo que lo más difícil que puede haber en el caso de Cuba es hacer predicciones de futuro.
Es difícil en cualquier parte y no me atrevo a hacer ese tipo de predicciones porque por lo general uno se equivoca". --El grupo de artistas del Movimiento San Isidro estuvo en el centro de las manifestaciones de 2021. ¿Cree que el mundo cultural tiene algo que decir o un rol que jugar en el tema político? "Yo creo que siempre la cultura tiene un papel político que puede ser directo o indirecto.
Por ejemplo, en los meses recientes ha habido una serie de reuniones, movimientos, protestas del mundo de los creadores audiovisuales cubanos a partir de la exhibición sin permiso de una obra en la televisión que creó toda una serie de desacuerdos entre las instituciones y el gremio.
Y eso ha tenido una manifestación política, no directa, pero sí evidente en un país donde durante muchos años los artistas aceptaban cualquier decisión institucional, y en estos momentos la protestan". --¿ Hay persecución a los artistas en Cuba? "Puntualmente puede haberla. No creo que sea el estilo de este momento. Si nos vamos a lo que ocurrió, por ejemplo, en los años 70, de lo cual yo hablo bastante en mi novela más reciente (`Personas decentes'), la situación es completamente diferente. Sobre todo, lo que hay es censura de determinadas obras o limitación de determinados creadores. Ese es mi caso. No aparezco en la televisión, no aparezco en los periódicos, se promueve poco y mal la salida de mis libros. Todo esto se suma a una situación económica muy complicada. No hay papel, por ejemplo. Mis últimas tres novelas no han salido en Cuba por las editoriales institucionales. Yo publico hace muchos años con la editorial de la Unión de Escritoras y Artistas. Mis libros salen de Cuba y se publican con mi editorial española. Y pedimos una licencia especial para publicarlo en Cuba. Y ni la `Transparencia del tiempo', ni `Como polvo en el viento', ni `Personas decentes' han podido salir en Cuba por esta vía.
Es para mí muy doloroso que el único país de lengua española donde en las librerías no encuentres mis libros es en Cuba". --¿ Esas limitaciones las sufren solo los autores como usted, que son más críticos del régimen? "Yo creo que la sufre todo el mundo. Puede ocurrir que aparezca el papel para un libro específico que sea de carácter político y por alguna coyuntura se quiera publicar.
Pero es lógico que no haya papel para imprimir libros en un país donde es difícil conseguir papel sanitario". --¿ Siente que ha enfrentado censura además de esas limitaciones? "Afortunadamente desde hace ya casi 25 años que publico en España. Eso significa que mis novelas no pasan por ninguna institución cubana, y no tengo que verme sometido a ningún proceso de censura y tampoco de autocensura.
Ese es el problema, muchas veces hay obras que no son censuradas porque previamente el artista se ha visto sometido a la autocensura, que es un proceso muy castrante para el creador saber que tiene que jugar con determinadas reglas de juego para que su obra sea aceptada y distribuida". --¿ Qué implica esa autocensura? ¿ Qué cosas no se pueden decir? "Creo que sobre todo cosas de contenido político. No obstante, cada vez el techo de permisibilidad se ha elevado. Desde los años 90 para acá es un proceso que comenzó de manera muy lenta, pero que fue creciendo y la gente fue diciendo más y más cosas. Y hoy quedan tal vez algunos tabúes. De todas maneras, el artista hoy en día está sometido no solamente a censuras de carácter político, está sometido a censuras por lo políticamente correcto. Hay gente que evita tocar determinados asuntos porque saben que pueden ser criticados o pueden ser incluso cancelados. Y eso no ocurre solamente en Cuba.
Ese es un fenómeno que a mí me preocupa mucho". --Desde el año pasado hay reportes de un aumento en la salida de personas de la isla. ¿Qué consecuencias puede tener para Cuba que la gente se vaya de esa manera? "Esto significa indudablemente un empobrecimiento para el país porque se están yendo fundamentalmente gente joven, gente preparada y se están yendo también muchas familias con niños. Esto implica pérdida de personal calificado, pérdida de parejas en estado fértil, pérdida de niños que van a ser la mano de obra dentro de 20 años o 25 años. Va a traer consecuencias muy graves para el país y yo supongo que el gobierno lo sabe, pero no tiene manera de detenerlo. Incluso muchos de los que se van tienen la mejor vida posible que se puede tener en Cuba, pero consideran que no es suficiente y deciden irse.
Es un empobrecimiento hacia el futuro del país, un endeudamiento hacia el futuro". --Usted es un escritor con fama internacional, pero ha decidido quedarse en Cuba. ¿Por qué? "Mi relación con Cuba es la relación de una persona que necesita de su cultura y su identidad para hacer su trabajo. Me costaría mucho irme. Tengo ciudadanía española, mi esposa también. Podría perfectamente ir a vivir a cualquier país de Europa con un pasaporte europeo, o venir a vivir a Chile o a Argentina, donde quisiera. Pero mi conexión con la realidad, mi pertenencia a La Habana, a ese barrio donde vivo (que se llama Mantilla), es muy intensa. De ahí sale mi literatura, de ahí sale mi percepción de una realidad, de ahí sale mi conexión con una lengua. Esta misma sensación de desesperación, de falta de esperanza que se está viviendo en la sociedad cubana, es algo que trato de llevar a mi literatura. Porque me conecto fácil con esa realidad. Conozco las interioridades de la realidad cubana y de eso se alimenta mi literatura. Y de ese fuerte sentido de pertenencia a mi casa, a mi familia. Ahora cuando salga de aquí voy a buscar una farmacia donde tengo que comprar unos medicamentos para llevarle a mi madre. Y así vivo en Cuba, y trato de vivir como un cubano normal. Porque tratando de vivir como un cubano normal, entiendo cómo viven los cubanos normales". ENTREVISTA CON LEONARDO PADURA: "En Cuba hay una crisis de esperanza.
No se sabe qué va a ocurrir, si hay alguna solución y cuándo llegará" NICOLÁS GARCÍA DE VAL El escritor cubano plantea que la situación en la isla ha empeorado desde las masivas protestas de 2021 y que los artistas enfrentan censura. HÉCTOR ARAVENA `` Puede ocurrir que aparezca el papel para un libro específico que sea de carácter político y por alguna coyuntura se quiera publicar. Pero es lógico que no haya papel para imprimir libros en un país donde es difícil conseguir papel sanitario". "En Cuba hay una crisis de esperanza. No se sabe qué va a ocurrir, si hay alguna solución y cuándo llegará".