Autor: ALEXIS IBARRA O.
Proyecto en Rapa Nui busca conservar y recuperar la flora nativa de la isla
TAMBIÉN SE CONTEMPLA LA COLABORACIÓN DE LA COMUNIDAD: $ La OCDE ha planteado la necesidad de fortalecer las políticas públicas y los instrumentos para abordar de mejor manera las presiones directas sobre la biodiversidad, através, por ejemplo, de la protección y restauración de ecosistemas y hábitats. Los manavai, en la foto, son parte de una técnica ancestral en que se usan cercos de piedras de unos tres metros de diámetro para cuidar a las plantas más delicadas de las inclemencias climáticas.
Rear un jardín botánico demostrativo en Isla de Pascua, es decir, que cumplirá la doble función de conservar su flora nativa y endémica y, además, educar a la comunidad en el uso de técnicas ancestrales de cultivo es el objetivo del trabajo en conjunto de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y la Fundación Klorane de Francia, que ya comienza a dar sus primeros frutos. En Rapa Nui hay 48 especies nativas, de las cuáles 11 solo crecen en la isla, es decir, son endémicas. Del total de plantas nativas, 14 están en peligro de extinción y 13 en grave peligro en ese territorio insular. Una realidad en la que inciden, además de factores climáticos, el pastoreo no controlado, la agri Cultura intensiva y la amenaza de plantas exóticas invasoras. En el jardín se plantará la flora nativa usando técnicas que se usaban antiguamente en la isla, como los manavai. “Se trata de un sistema de cultivo en que se usan piedras para crear una especie de protección a las plantas. También se puede construir de forma subterránea, es decir, haciendo una excavación en el terreno para que las plantas puedan estar protegidas del viento”, dice Ninoska Huke, jefa provincial de Conaf en Isla de Pascua. También usarán los llamados “jardines de piedra”, añade Huke, técnica que consiste en cubrir un terreno con piedras volcánicas e irsacando algunas para colocar ahí las plantas a cultivar. “Esto se usa para plantar principalmente tubérculos y lo que se busca es que las piedras ayuden a conservar el agua ya que la retienen”, precisa.
Actualmente se encuentran en la etapa inicial, creando un cerco natural de palmeras en el jardín que contempla 2 mil metros cuadrados en el sector Mataveri Otai, donde funcionan las oficinas y el vivero de Conaf.
También concluyeron el trabajo de corte de las piedras que se utilizarán en los 20 manavai en los que se espera la plantación de especies como el toromiro, actualmente extinto en el entorno natural y con unos pocos ejemplares resguardados en jardines y viveros. MICROCLIMA Los manavai, precisan desde Conaf, son una alternativa muy relevante de conservación ante los efectos del cambio climático, como la sequía de esta última década y la mayor frecuencia de los incendios forestales.
“El sistema agrícola originario del pueblo rapanui fue creado específicamente para la protección y el buen desarrollo de los cultivos que contienen Se creará un jardín botánico demostrativo y un banco de germoplasma donde se conserven las semillas de plantas endémicas en serio peligro. Se usarán técnicas ancestrales como los manavai. en su interior”, explica Stephanie Lambey, de Klorane Botanical Foundation.
“Su principal funcionalidad es la conservación de la humedad mediante la recreación de un entorno microclimático aislado del clima y las inclemencias del tiempo, que fluye en su espacio exterior circundante, al que sumamos una sequía prolongada de ocho años”, precisa la especialista. Un aspecto destacado del proyecto es que contempla la integración y educación de la comunidad.
“Los manavai y las zonas abiertas se plantarán en conjunto con niños y jóvenes de la isla, utilizando las principales especies nativas y endémicas de Isla de Pascua disponibles para propagación, la mayor parte de ellas con serios problemas de conservación”, dice Julie Schahl, digital marketing manager de Klorane.
Asimismo, “dentro del plan de educación ambiental, se reforzarán los valores de respeto al patrimonio natural y se estimulará, especialmente a los jóvenes, a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas que lo aquejan”, agrega.
Por su parte, Christian Little, director ejecutivo de Conaf, precisa que desde hace años que la entidad “estaba gestionando el contar con un jardín botánico y un banco de germoplasma, el que ahora se concreta sobre la base de una técnica ancestral, pero con un componente aún más importante: la participación comunitaria y con el objetivo final de educar, especialmente, a las y los niños de la isla, quienes serán muy importantes en la conservación y los procesos de restauración que se deben seguir realizando, porque la restauración también recompone la sociedad”. Una vez finalizado el jardín, lo que se espera para junio o julio de este año, se recibirán las visitas de alumnos de los tres colegios de la isla, dice Huke. También se desarrollará un sendero temático con una amplia ruta que se complementará con charlas y actividades prácticas.