Editorial: ¿Qué parte de “usa la mascarilla” no se entiende?
Editorial: ¿ Qué parte de “usa la mascarilla” no se entiende? 0 partir del 15 de abril y hasta el 31 de agosto, el Ministerio de Salud dispuso el uso obligatorio de mascarillas en todos los servicios deurgencia, tanto públicos como privados. Esta medida incluye a profesionales dela salud, técnicos, administrativos, auxiliares, estudiantes en práctica, pacientes y cualquier persona que se encuentre endichasdependencias. Dicha determinación va enmarcada en un contexto donde la circulación de virus como la influenza, Covid-19 y virus respiratorio sincicial (VRS) se intensifica con la llegada del frío, favoreciendo los contagios, especialmente en espacios Cerrados.
Enla semana epidemiológica catorce del presenteaño, el 40,7% de las muestras analizadas en el país resultaron positivas para virusrespiratorios, y el virus con mayor presencia fue el rinovirus, con un 61% de los casos positivos, seguido por la influenza A con un 17,3% del total. Anteesta realidad, el uso de mascarillas vuelvea posicionarse como una de las herramientas más efectivas y de bajo costo para frenar la propagación de enfermedades respiratorias. Estas salvan vidas, ya que actúan como una barrera física que disminuye latransmisión de partículas respiratorias, reduciendosignificativamente el riesgo de contagio en lugarescerrados y concurridos.
Por eso, es insólito que dado el contexto actual, los usuarios delasredes asistenciales no usen mascarilla eincluso serehusen autilizarlas cuando seles facilita una porla mala creencia “que se ahogan”. Una enfermera comentó a este mismo medio queincluso han recibido agresiones porla porfía.
Poreso desde el Servicio de Salud han reforzado el llamado ausarbien la mascarilla, ya que la efectividad de esta depende desu correcto uso, por lo mismo, esimportanterecordar que, al momento de ocuparla, hay que cubrirse por completo nariz y boca, ajustársela bien al rostro, sin dejar espacios y cambiársela si está húmeda, sucia o dañada. Esta medida debe acompañarse con otras prácticas de prevención, como el lavado frecuente de manos, eluso de pañuelos desechables, cubrirse al estornudar y porsobretodolavacunación. No hay que escatimaren ninguna de estasmedidas, para asíno llegara cuadros de gravedad. 499 Editorial. Resulta insólito que seanlos propios usuarios de lasredes asistenciales quienes se rehusen de usar el implemento, incluso cuando se les facilita. Editorial