Editorial: Permisología
Editorial: Permisología n su última Cuenta E pública, el presidenla autoridad ambiental pidió jardines con técnicas japonesas, corredores biológicos y habitat para insectos, todo esto para el sector de Independencia. Este mes más de 30 en obras del Estado. A este ritmo, no hay planificación ni inversionista que resista.
En Tarapacá también se sabe de estas largas esperas y del sinnúmero de trámites que hay que sortear para llevar adelante una idea, lo que va desde la instalación de un simple negocio hasta las obras de mayor envergadura. El fracasado proyecto del Casino a un costado del Estadio Cavancha también es uno de ellos. Chile no necesita renunciar a la protección ambiental ni a los estándares técnicos, tampoco que no se respeten zonas de valor patrimonial. Pero todos debieran estar de acuerdo en que se necesita con urgencia proporcionalidad, respetar los marcos legales y agilizar los procesos.
La permisologia infinita puede secuestrar al desarrollo y ser caldo de cultivo para la corrupción. te Gabriel Boric puso sobre la mesa algo que muchos ya venían advirtiendo en silencio: en Chile, tramitar permisos es una verdadera odisea.
Reconoció que es una traba seria para el desarrollo, y prometió una reforma para reducir los tiempos entre un 30% y un 70%. Bien por la intención, pero se espera que la iniciativa llegue antes de que muchos pierdan las ganas de invertir, construir y progresar. Hoy, proyectos de toda escala están empantanados, y no por falta de recursos, ideas o voluntad. Simplemente nadie da el visto bueno, todo lo contrario, pareciera ser que cualquiera puede frenar los proyectos por cualquier capricho. Ferencz Delarze, socio fundador Property Partners, plantea un caso emblemático: el nuevo Instituto Nacional del Cáncer. Estuvo paralizado porque proyectos inmobiliarios demandaron a Enel por demoras de hasta 18 meses en las conexiones eléctricas. El propio Ministerio de Vivienda reconoce retrasos de 14 meses El propio Ministerio de Vivienda reconoce retrasos de 14 meses en obras del Estado. A este ritmo, no hay planificación ni inversionista que resista".. EDITORIAL El propio Ministerio de Vivienda reconoce retrasos de 14 meses en obras del Estado. A este ritmo, no hay planificación ni inversionista que resista".