Autor: Marcos Buvinid Martinid Sacerdote de la Diócesis de Punta Arenas
COLUMNAS DE OPINIÓN: Inteligencia artificial: oportunidades y preguntas
COLUMNAS DE OPINIÓN: Inteligencia artificial: oportunidades y preguntas Fbfartms Baluié Fbfas-tlnlé Sacerdote sic la Diócesis de hiela Arenas Entusiasmo Entusiasmo y temor son reacciones que genera la inteligencia inteligencia artificial ItA), que desde ya está preaente co mucho a ámbitos de la vicio, pero últimamente ha crecido la eoocieneia de su poderosa influencia sn nuestro existir.
Heeseuchadoapersonas que hablan apasionadamente de su relación con el ChatGPT o aplicaciones aplicaciones similares, y su ayuda para tratar ciertos temas, resolver resolver problemas o elaborar textos, También be sabido de algunas personas que se relacionan con esas aplicaciones como con un “amigo imaginario”, También he conocido la perplejidad de mucha gente que queda al margen margen de esta tecnología y ante un lenguaje incomprensible de algoritmos, dataybig daLa, Fake news y deep ncws, inteligencia generativa, etc.
También he encontrado a personas que han sufrido estafas dci cibercrimen lojo: hay datos que sitúan al eibercrin, en como la tercera economia a nivel mundial), Les que estudian estos temas y su imparto en la sociedad coinciden en que la lA es un eeosistems que moldea nuestro lugar en el mundo, nuestras ideas, nuestra percepción de si rtismo y de los demás, el medo de situarnos en la realidad, de comunicarnos, de aprender, de informarnos y de relacionarnos unoa con otros; en definitiva, moldes nuestra vida. Per cae, no se trata, sirnplemento, de usar bien la lA. sino de cómo aprender aprender a vivir bien en tiempos de lA.
Como todo cambio, ia lA y su imparable digitalizaeión es un-a oportunidad para algo nuevo y mejor, pero también abre prepuntas prepuntas y riesgos: ¿ la lA. estará al servicio del bien eomiin?, ila digttatizaeión de la sociedad nos hará más humanos?, ¿los sistemas sistemas de lA se relacionarán entre ellos y con nosotros de manera emocional como lo hacemos los humanos?, ¿mantendrá su valor la cultura y el arte creado por humanos?, ¿qué sistemas valónces valónces orientan las inversiones de las grandes corporaciones enel desarrollo de La 1*? Y muchas otras preguntas, sobre todo en orden a la dignidad humana y la medida do su respsto, que siempre será la atención a los últimos y la inclusión de los que qusdan ftsera.
Asimismo, aparecen riesgos: aumente de desigualdades, concentración concentración de la oferta de lA en pocas empresas, sustitución del trabajo humano, incapacidad para para al discernimiento en-el uso de datos. manipulación y distorsión de la información, etc, Algunos han advertido el riesgo de un-a “algocracia”, es decir, que las medidas de gobierno recaigan en los algoritmos, pues cada vez hay más decisiones que no dependerán de la intervención de una persona: sclrceión de personal, personal, otorgamiento de créditos, sentencias judiciales, enestiones de salud, sic.
Pero la vida humana humana ea infinitamente más rica que lo que puedan cuantificar los algoritmos yno puede redueirse a datos que nunca serán capaces de empatia, compasión e inclusión inclusión de los que quedanata orilla del camino. La historia mnes tra que toda innovación tecnológica so presenta presenta come una panacea para los problemas del ser humano y. sin duda, solucionan algunos, pero también generan nuevos problemas. La crisis ecológica que vivimos no es otra coas que laeonsecsrencia del roedo en quo hemes utilizado las teenologias disponibles para gestionar nuestra nuestra vida en la tierra. Entonces, ante la lA 00 corresponde ni “tecnehhia”ni “tecneFebia”, sine discernimiento desde nna visió o integral do la persona humana, la cual ahora incluye. evidentumente. evidentumente. la dimensión digital.
Asi corno el manejo de la energía atómica cal fines pacifleos pacifleos Isa sido una maravillosa conquista del conocimiento humano, su uso on fines bélicos ha sido brutal y mantiene a la humanidad en ascuas ante la posibilidad de que algún loe-o apriete rl botón para Lanzar bombas atómicas.
Asi también la lA. como producto de la lateligencia lateligencia que Dios dio al ser humano, ofrece oportunidades da desarrollo, muchas de las cuaLes aún no vialumbrame& pero también tiene riesgos y abre preguntas; por eso -al igual que el uso de la energía atómicarequiere una regulación ética y alguna forma de legislación universal, no sólo para prevenir riesgos, sino, sobre todo, para que sus aplicaciones promuevan el desarrollo humano integral, el bien común y la inclusión de los que qtrodan fuera.
Gracias a Dios, son muchos los expertos en estos tenias que catán trabajando en promover l. s regulación de la lA en atención a sus implicancias antropológicas antropológicas yética&Asi, el alio pasado cuando el G7 (el grupo de “los grandes de este mundo”) se reunió en Roma, invitaron al Papa Francisco, quien les habló precisamente acerca de la lA y la dignidad ho naos, y les llamó a buscar una “algorétiea”, os decir, un des-arrollo ético de los algoritmos, y les dijo: “El medo en que usamos la ¡ A para incluir a les últimos, es decir, a los hermanos y las hennanas más débiles y necesitados-, es la medida que revela nuestra humanidad..