CARTAS: Tolerancia cero a licencias
Tolerancia cero a licencias $ Con ocasión de las cifras informadas porla Contraloría General de la República respecto de funcionarios públicos que han mal utilizado licencias médicas, el tema ha vuelto a estar en el ojo del huracán.
Poner números a algoque erasabido, y esa magnitud de números, explica la indignación que hemos visto. ahora bien, la primera reacción es buscar responsabilidades, y ahíseencuentran diversas entidades públicas con atribuciones, tanto respecto de los emisores como de los usuarios de las licencias. Debe revisarse cada una de ellas, para determinar si utilizó sus facultades. La legislación respectiva existe y ha sido recientemente perfeccionada, por loque no hay excusa en falta de ley. Debe revisarse también la proactividad y gestión que se haya tenido, ya quede poco y nada sirven los textos legales si no son llevados a la práctica. La CGR logró determinar y cuantificar la existencia de este fraude con la información existente, prueba fehaciente de que sí era factible hacerlo. Lo anterior dará lugar a lasresponsabilidades administrativas, pero también hay responsabilidades políticas que no se pueden pasar poralto.
El fraude de licencias médicas trae consigo un tremendo costo público y privado, no sólo por el pago de prestaciones indebidas, sino que también por la falta de servicio que deriva de la falta del trabajador, la sobrecarga laboral para los que deben suplir a los ausentes y los mayores costos para el sistema, que redundan en alzas de planes y de recursos que podrían haberse empleado en las necesarias y pendientes prestaciones de salud, Las licencias médicas son un instrumento relevante de la seguridad social, que permite al que sí tiene una patología mantener sus ingresos hasta que logra recuperar la salud y su mal uso pone en riesgo su fimcionamiento. Las reacciones transversales que ha habido pueden constituir una oportunidad de enmendar el rumbo enestetema. Pero más allá de cambios legales, reglamentarios y de gestión que indudablemente deberán hacerse, esto también pasa por un cambio cultural. Si internalizamos el costo social que tiene el mal uso de esta herramienta y tolerancia al fraude, lograremos un relevante giro con beneficios para todos. El uso indebido dela licencia debe acarrear la pérdida del puesto de trabajoenambossectores, público y privado. Asimismo, la emisión fraudulenta debe implicarla pérdida permanente de la facultad de emitir, porque el fraude exige una política de tolerancia cero, Pedro Pizarro Cañas exsubsecretario de Previsión Social, vicepresidente del instituto Libertad