Autor: Juan Carlos Pérez de La Maza
El viento en tiempos interesantes
JUAN CARLOS PÉREZ DELA MAZA Licenciado en Historia, Profesor (U. De Talca), egresado de Derecho (U. De Talca), Diplomado en Ciencias Políticas (U. De Chile), Diplomado en Relaciones Internacionales (Academia Diplomática de Chile). Padre, Hijo y Espíritu (no santo). Orgulloso coautor de cuatro hijos, venturoso miembro de una sociedad conyugal cerrada, vitalicia y de calidad.
Lector profesional de novelas históricas, auditor amateur de pop cebolla, estrella fugaz en televisión local, columnista reincidente en medios regionales, mecenas pobre de variadas artes, crítico obstinado de todo lo malo y valedor testarudo de todo lo bueno. Todo lo que es se lo debe a Dios y todo lo que tiene se lo debe al banco. Con cinco minutos de fama y cientos de horas de anonimato, las opiniones que vierte son de su exclusiva irresponsabilidad. Na destacada historiadora y filósofa húngara, Ágnes Heller, dice que la Historia habla de los hechos vistos desde afuera, mientras que las memorias hablan de los hechos vistos desde adentro. Y, si bien nunca hemos tenido roles estelares que justifiquen poner por escrito nuestra memoria, cada uno de quienes nacimos hace tiempo hemos circulado por “tiempos interesantes”, indelebles en nuestra memoria. Seguramente por eso, no me canso de repetir a improbables lectores y a sufrientes alumnos, que a veces es posible escuchar el rumor del viento cuando escribe la Historia. Porque, sepa el Lector, es posible oír cómo la Historia va llenando páginas, enmendándolas y volviéndolas a llenar.
Aguzando el oído se puede sentir la fuerza de la brisa histórica que, a veces, se transforma en vendaval, advertir sus inesperados cambios de dirección y apreciar todo lo que el viento puede impulsar, empujar, arrastrar y llevarse. No estoy seguro que presenciar tiempos interesantes sea, como dicen, una maldición china. No ha sido así, al menos, para mí. Y en las seis décadas, incompletas, que llevo por acá, creo que han existido tres momentos en que el viento histórico ha sido particularmente nítido y perceptible en su afán escribidor. Del primero no puedo dar testimonio directo. En 1968 mis días se ocupaban más de autitos, pelotas y triciclos, que de la contingencia. Después he sabido que aquel año fue particularmente intenso en eso de inspirar o derribar.
Porque ese año se estrenó “2001, Odisea del espacio”; el médico Christian Barnard realizó el segundo trasplante cardíaco de la historia; los Beatles estrenaron su Álbum Blanco, con el que comienzan su ocaso; la nave norteamericana Apolo 8 orbitó por primera vez la Luna; Estados Unidos se inflamó con luchas raciales y protestas contra la Guerra de Vietnam; en Checoslovaquia se inició la “Primavera de Praga”, aplastada meses más tarde por los tanques soviéticos; en mayo las calles de París se desbordaron con movilizaciones estudiantiles y obreras; en Estados Unidos fueron asesinados, con dos meses de diferencia, Martin Luther King y Robert Kennedy; el grupo separatista vasco ETA cometió su primer asesinato político en España y, en la Plaza de la Tres Culturas, en Ciudad de México, cientos de estudiantes perdieron la vida en la Masacre de Tlatelolco.
En Chile, en 1968 el médico Jorge Kaplán realizó el primer trasplante de corazón en el país; comenzaron las transmisiones experimentales de Televisión Nacional de Chile y, en Santiago, numerosos laicos, religiosas y sacerdotes de izquierda, se tomaron la Catedral, en protesta por la visita del Papa a Colombia, en rechazo por la construcción del Templo Votivo de Maipú y en apoyo a los anticonceptivos. El segundo de esos años en que fue posible oír el viento moldeando la Historia fue 1989. Por cierto, lo viví con plena conciencia y asombro ante el ímpetu de los cambios que se sucedían más rápido que mi capacidad para asimilarlos. Siempre he dicho que en esos momentos se podía percibir el cambio de la Historia nada más sentándose frente al televisor y observando cómo las definiciones, los mapas y las instituciones acababan de cambiar. La Historia ya no estaba en los libros, sino en los diarios.
Porque ese año asumió en Estados Unidos George Bush (padre) que acabó con la Guerra Fría; en Paraguay fue depuesto Alfredo Stroessner, tras 35 años de dictadura; hicieron la primera operación integral de cambio de sexo a una mujer española; la URSS abandonó Afganistán, tras 14 años de invasión; lanzaron al espacio el primero de los 24 satélites que formarán el sistema GPS; el Ayatolá Jomeini llamó a asesinar al escritor Salman Rushdie y en Venezuela estalló la movilización popular llamada “el caracazo”. Ese año Hungría legalizó el derecho a huelga, algo impensado en un país comunista; el barco Exxon Valdez derramó 37 mil toneladas de petróleo al mar en Alaska; el Louvre inauguró su polémica pirámide de acceso; en Polonia fue legalizado el sindicato Solidaridad; en China se iniciaron las protestas en la Plaza de Tiananmen, reprimidas sangrientamente; en Hungría se exigió el retiro de las tropas soviéticas que habían llegado en 1956; Carlos Menem fue electo Presidente de Argentina; Inspectores de la FDA norteamericana encontraron 2 granos de uva chilena supuestamente envenenados y, en Japón, Nintendo lanzó el Game Boy.
Ese 1989 Estonia, Letonia y Lituania pidieron autonomía de la URSS; en Polonia se instaló el primer gobierno no comunista desde la Segunda Guerra Mundial; el pueblo checoslovaco inició su Revolución de Terciopelo quitándole el monopolio político al partido comunista, que lo había tenido por 45 años; en la Alemania comunista es depuesto el dictador Erich Honecker, mientras que en Rumania es derrocado y fusilado Nicolae Ceausescu y su mujer, tras 24 años de dictadura; En 1989, el 9 de noviembre, es derribado el Muro de Berlín; el 14 de diciembre fue elegido Presidente de Chile Patricio Aylwin y, en Estados Unidos, el 17 de diciembre se emitió el primer capítulo de Los Simpson. Por último, el tercer momento en que es posible percibir el viento del cambio histórico es el actual.
Porque hoy, casi no hace falta que Bob Dylan nos cante aquello de “Los tiempos están cambiando”. Lo sentimos como una brisa en el rostro, lo observamos como un viento entre los árboles, lo advertimos como un vendaval que remece las estructuras y nos brinda la certeza de vivir, otra vez, “tiempos interesantes”.
Resumen
Porque ese año se estrenó “2001, Odisea del espacio”; el médico Christian Barnard realizó el segundo trasplante cardíaco de la historia; los Beatles estrenaron su Álbum Blanco, con el que comienzan su ocaso; la nave norteamericana Apolo 8 orbitó por primera vez la Luna; Estados Unidos se inflamó con luchas raciales y protestas contra la Guerra de Vietnam; en Checoslovaquia se inició la “Primavera de Praga”, aplastada meses más tarde por los tanques soviéticos; en mayo las calles de París se desbordaron con movilizaciones estudiantiles y obreras; en Estados Unidos fueron asesinados, con dos meses de diferencia, Martin Luther King y Robert Kennedy; el grupo separatista vasco ETA cometió su primer asesinato político en España y, en la Plaza de la Tres Culturas, en Ciudad de México, cientos de estudiantes perdieron la vida en la Masacre de Tlatelolco., Ese año Hungría legalizó el derecho a huelga, algo impensado en un país comunista; el barco Exxon Valdez derramó 37 mil toneladas de petróleo al mar en Alaska; el Louvre inauguró su polémica pirámide de acceso; en Polonia fue legalizado el sindicato Solidaridad; en China se iniciaron las protestas en la Plaza de Tiananmen, reprimidas sangrientamente; en Hungría se exigió el retiro de las tropas soviéticas que habían llegado en 1956; Carlos Menem fue electo Presidente de Argentina; Inspectores de la FDA norteamericana encontraron 2 granos de uva chilena supuestamente envenenados y, en Japón, Nintendo lanzó el Game Boy., Ese 1989 Estonia, Letonia y Lituania pidieron autonomía de la URSS; en Polonia se instaló el primer gobierno no comunista desde la Segunda Guerra Mundial; el pueblo checoslovaco inició su Revolución de Terciopelo quitándole el monopolio político al partido comunista, que lo había tenido por 45 años; en la Alemania comunista es depuesto el dictador Erich Honecker, mientras que en Rumania es derrocado y fusilado Nicolae Ceausescu y su mujer, tras 24 años de dictadura; En 1989, el 9 de noviembre, es derribado el Muro de Berlín; el 14 de diciembre fue elegido Presidente de Chile Patricio Aylwin y, en Estados Unidos, el 17 de diciembre se emitió el primer capítulo de Los Simpson.
Tags
años, chile, historia, viento