La OCDE advierte que los escolares necesitan mejor preparación para su futuro financiero
La OCDE advierte que los escolares necesitan mejor preparación para su futuro financiero S eis de cada 10 estudiantes de 15 años alrededor del mundo tienen una cuenta bancaria o una tarjeta de débito. El 66% afirma haber realizado un pago mediante un teléfono móvil en los últimos 12 meses, mientras que 85% dice haber adquirido un producto por internet en ese período de tiempo. Así lo revelan los resultados de PISA, estudio que lleva a cabo la OCDE en diversos países.
En su más reciente PISA in Focus --boletín que detalla un resultado específico en relación con esta medición--, el análisis se centra en la educación financiera, advirtiendo que a pesar de que cada vez más jóvenes parecen estar involucrados en actividades monetarias, todavía es poco lo que conocen sobre el tema: en promedio, en los países que forman parte de la OCDE, casi uno de cada cinco estudiantes (18%) no alcanza el nivel 2 de competencia financiera.
Esta cifra se eleva a más de uno de cada cuatro escolares (26%) si se consideran todas las economías que participaron (sin necesariamente ser parte de la organización) en la evaluación de conocimientos financieros PISA 2022. Desafíos emergentes El nivel 2 supone poder aplicar conocimientos al propio contexto. Implica "reconocer el valor de un presupuesto simple y realizar una evaluación sencilla de la relación precio-calidad, eligiendo entre comprar tomates por kilogramo o por caja, por ejemplo.
Los jóvenes en este nivel también pueden aplicar operaciones numéricas simples y responder a preguntas financieras", indica a "El Mercurio" Carmine di Noia, director de Asuntos Financieros y Empresariales de la OCDE. "De ahí que se le considere el piso mínimo". En su informe, la organización señala que "muchos estudiantes de 15 años necesitan una mejor preparación para su futuro financiero" y advierte que hay que prestar especial atención a "aquellos de entornos socioeconómicos desfavorecidos". Esto porque según los datos, los estudiantes de contextos privilegiados obtuvieron 87 puntos más, en promedio, que aquellos de contextos vulnerables. "Las personas con alto desempeño en educación financiera tienen un 72% más de probabilidades de ahorrar dinero y un 50% más de probabilidades de comparar precios antes de comprar algo", explica di Noia.
Esto es clave ante "desafíos emergentes, como nuevos productos financieros --entre ellos los criptoactivos, o el sistema de compre ahora y pague después--, fraudes y estafas más complejas, o nuevas formas de información y asesoramiento financiero, como el de los finfluencers en redes sociales", dice. "Las sociedades, a medida que se van modernizando, se van complejizando también. Los temas de educación financiera se han vuelto súper relevantes a medida que esto ocurre, lo que se acelera con la tecnología.
Basta con pensar cuántas veces la generación de nuestros abuelos iba al banco o hacía operaciones financieras: seguramente mucho menos que las que hacemos nosotros diariamente", comenta Andrea Canales, directora y académica del Instituto de Ciencias Sociales de la U. de O'Higgins, además de investigadora del Instituto Milenio para el Estudio de Imperfecciones del Mercado y Políticas Públicas, MIPP. Dominique Keim, investigadora del Centro de Políticas Públicas de la U.
Católica, complementa diciendo que "un desenvolvimiento adecuado en el mundo financiero requiere de tener aprendizajes mínimos que permitan afrontar su complejidad y creciente digitalización de operaciones, sobre todo considerando que los escolares toman decisiones sobre el uso del dinero cada vez más anticipadamente; prueba de ello es que, a partir de los 12 años, los jóvenes pueden adquirir una Cuenta RUT". Trabajo por delante De ahí que el rol de los establecimientos escolares sea clave, plantean los entrevistados. "Chile no participó en la evaluación de competencia financiera PISA 2022, pero el país formó parte de la evaluación anterior en 2018.
En ese momento, los escolares obtuvieron 451 puntos, lo que estaba por debajo del promedio de las naciones de la OCDE participantes", indica di Noia. "En 2018, alrededor del 30% de los estudiantes en Chile tuvieron un desempeño bajo (es decir, una puntuación inferior al nivel 2) y solo 3% tuvo un desempeño alto (nivel 5). "Estas cifras demuestran que existe una brecha importante que cerrar y que hace sentido, en la medida en que el actuar de nuestro país en la materia es relativamente reciente, y que la estrategia nacional de educación financiera publicada en 2016 no ha sido implementada consistentemente en el tiempo y tampoco se ha logrado un trabajo lo suficientemente coordinado entre los actores que intervienen en el ecosistema", señala Keim. "Recién en 2018 se hizo una modificación a la LGE, en la que se establece la obligatoriedad de que los colegios impartan contenidos de educación financiera en educación media.
Como contrapartida, tenemos el caso de Estonia, país que se ubicó en el primer lugar en la medición de 2018, y que comenzó con la implementación de contenidos en el año 1996, los cuales actualmente se trabajan integrados en diversas materias, lo que no se ha producido en nuestro país, donde se identifica una impartición más bien seccionada en materias y cursos puntuales". Keim además cree que se deben incorporar "tópicos de educación financiera desde más temprana edad, puesto que el currículum considera contenidos en 1 y 4 año medio". Se puede "partir hablando de ahorro, para después pasar a mostrar qué son los bancos. Así, sucesivamente, se puede ir complejizando la información", añade Canales.
Informe toma datos de la prueba PISA en jóvenes de 15 años alrededor del mundo: La OCDE advierte que los escolares necesitan mejor preparación para su futuro financiero MARGHERITA CORDANO n A nivel global, uno de cada cuatro estudiantes no alcanza el piso mínimo de conocimientos. En Chile, expertas postulan la importancia de comenzar a enseñar estos conceptos desde temprana edad y de forma integrada en diversas materias. A nivel local, "se visualiza la necesidad de que el abordaje de los contenidos se haga de manera más transversal a lo largo del currículum" escolar, advierte la investigadora de la UC Dominique Keim.
LA SEGUNDA Conversar juntos Además del colegio, la familia es clave si se trata de fomentar la educación financiera. "Los estudiantes que informaron que discuten con sus padres sobre dinero para las cosas que quieren comprar, las compras en línea y sus propias decisiones de gasto, ya sea semanal o mensualmente, obtuvieron mejores resultados en comparación con aquellos que nunca hablan sobre estos temas.
Esta tendencia se mantiene en los países y economías de la OCDE, incluso después de tener en cuenta las diferencias en las características de los estudiantes", se lee en PISA in Focus. "Podemos conversar juntos sobre estas temáticas y, además, fomentar que (los estudiantes) manejen ciertos presupuestos. Que los puedan administrar acorde a su edad y responsabilidades", plantea Andrea Canales..