Cuestionado proyecto
13 de marzo recién pasado se pre Senado un proyecto de reforma constitucional que busca juezas y jueces de los tribunales de primera instancia dentro del catálogo de autoridades susceptibles de ser acusadas constitucionalmente. El control del poder de las autoridades estatales es siempre bienvenido, pero en la medida de que ese control no desnaturalice la función que se está controlando. Sin embargo, con el proyecto comentado ocurre justamente esto últ» mo. Deaprobarse, la actividad judicial ya no consistiría en aplicar solamente la ley, sino en aplicarla en tanto ello resulte convincente para el Poder Legislativo.
Someter a jueces y juezas al poder del Congreso agregaría un control más asus funciones, pero también le sumaría poder al Parlamento, transformándolo -de pasoen el órgano del Estado con mayor capacidad de influencia sobre el resto y sin contrapeso alguno. Con jueces y juezas acusables constitucionalmente, el Poder Judicial resultaría politizado, pero-igual eincluso más peligrosamentetambién la política quecontrol. Esalgo insostenible en símismo, pero además paradojal por el momento en que se plantea: una época en quealgunossectoresencienden alarmas por lo político o la politización de varias sentencias que sevienen pronunciando desde hace tiempo. La existencia de acusaciones constitucionales o juicios políticos en contra de integrantes del Poder Judicial es una situación excepcional en los ordenamientos jurídicos. Es de esperar que aquello se mantenga en Chile, pues cualquier interferencia en la actividad jurisdiccional afecta nosólo a quienes la ejercen, sino también atodos los ciudadanos y ciudadanas. José Ignacio Núñez Leiva Profesor de Derecho Constitucional, Universidad Autónoma de Chile