Caviar al sur del mundo
Caviar al sur del mundo 6 P or fuera es una más de las tantas casas de campo con corredores y tejas que abundan en la zona central. Más todavía, por estar a orillas de la Ruta 5 Sur y sin un letrero llamativo, su presencia pasa prácticamente inadvertida. Nadie podría imaginar que tras esa simple y bien cuidada casa chilena se esconde el centro neurálgico de producción de caviar más austral del mundo: el de la firma nacional Kenoz. Fue hace más de 10 años que el empresario Felipe Vial compró este terreno en las cercanías de Parral para dar origen a un negocio donde el rey sería el esturión.
Una acuícola con instalaciones de primera línea que implicaba tener como base una serie de modernas piscinas para albergar y criar a este pez que ya habitaba el planeta hace más de 200 millones de años, y desde el cual se extrae el sofisticado producto culinario.
La oficina del arquitecto Alfredo Edwards se encargó del diseño del centro, que además de los estanques con tratamiento biológico y reciclaje de agua, debía contar con un volumen para la producción y envasado, una especie de laboratorio, y ceñido a estrictas normas sanitarias. "Pero la idea es que no fuera una simple suma de soluciones prácticas y técnicas, sino que también fuese atractivo", explica. Por eso se pensó en un centro alojado en esta construcción de líneas coloniales que, de 200 m 2, hoy ya suma 1.000. De hecho, hasta el paisajismo del lugar es cuidado y acompaña todo el recorrido.
Si bien los primeros años estuvieron enfocados en la crianza y reproducción de tres especies de esturiones oscietra, beluga y sevruga, recién en 2018 empezó a producirse el caviar, ya que los peces deben alcanzar madurez sexual para generar huevos, y fue entonces cuando se sumó el chef belga Rudi Scholdis, como director culinario, y apareció la idea de armar un restorán para compartir la experiencia. Ellos mismos dicen que en realidad no es eso, sino su casa, el lugar donde cuentan su historia.
Y el ambiente se siente así, con la acogida que brinda una casa de campo, con la frescura de la naturaleza que entra por las ventanas y vistas lejanas a los esCaviar al sur del mundo En Parral está Casa de Amalia, un atractivo restorán inmerso en un complejo centro de crianza de esturiones y producción de caviar. Allí se puede degustar este manjar y probar sofisticados platos mientras se admira el paisaje con vista a los estanques. El interiorismo del restorán lo realizó Cristián Donoso, mientras que la arquitectura de todo el lugar, la oficina de Alfredo Edwards. Texto, Soledad Salgado S. Fotografías, José Luis Rissetti Z. Los amplios ventanales se abren al jardín y las piscinas. Solo hay flores blancas y azules. Libros, plantas y adornos hacen que el visitante se sienta como en una casa.. Caviar al sur del mundo. 1,.; INTERIORISMO Arriba, la cocina abierta abierta hacia el restorán. Hacia un lado de la casa está el centro productivo y hacia el otro, el restorán. La atención es solo con reserva. @casa. de.amalia. tanques, y el relajo de ambientes eclécticos donde se mezclan estilos, texturas y colores, con una gran chimenea como punto focal.
Lo llamaron Casa de Amalia, en honor a Santa Amalia, que, según cuenta la leyenda, huyendo de Carlo Magno quien la pretendía a pesar de que ella quería consagrar su vida a Dios, logró cruzar el río arriba de un esturión esturión (algunas especies pueden medir tres metros de largo). Hoy su imagen recibe discretamente discretamente al visitante en una esquina del restorán, Para generar este lugar de encuentro, encuentro, el arquitecto debió modificar la idea inicial inicial de centro productivo y crear entonces dos importantes lugares uno junto a otro, pero pero totalmente distintos.
Mientras el “laboratorio” “laboratorio” es solo blanco y acero y a él ingresan quienes trabajan ahí, al restorán llegan los visitantes visitantes a degustar el menú del día, o especialistas especialistas y compradores, a catar y comprar caviar. “El que viene se queda horas y horas, porque es como un gran Iiving, con una zona de bar y mesas, muy acogedor”, cuenta Rudi. El responsable de lograr esta atmósfera fue el mueblista Cristián Donoso. “Preferíamos un lugar de estar más que un restorán típico, lleno de mesas y que busca una cierta rotación. rotación. Un espacio con la informalidad que buscas buscas cuando estás cómodo en tu casa. Fue un gran trabajo en equipo, donde todos opinaban opinaban yeso fue muy enriquecedor”, explica Donoso. Donoso.
Estampados, floreados, rayas, lacados, felpas, maderas, muebles de campo, de estilo, estilo, y todo siempre noble, desfilan bajo un imponente imponente cielo de coligües y la sinuosa lámpara lámpara desarrollada por Elizabeth Domínguez, de Opendark, y que según explica Edwards, simula simula el movimiento de los peces. “Son distintas distintas instancias que le ofreces a una visita cuando va a tu casa”, agrega Edwards. Un enorme mueble rojo con mesa alta arma el bar, cuyo tono alude a los selknam, tribu que inspira el nombre de la marca, Kenoz. Familiar y cercana, Casa de Amalia también también tiene una huerta en el acceso, donde se cultivan las verduras y algunos frutales para las preparaciones. Un marco muy natural que acompaña a la casona y hace parecer que siempre ha estado ahí. VD \7D 7.