Autor: ALEXIS CORTÉS Director Doctorado en Sociología Universidad Alberto Hurtado
Acerca del CAE
Señor Director: Se ha desatado una gran polémica ante la inminente presentación de una propuesta del Ejecutivo para reformular el sistema de financiamiento de educación superior y la eventual condonación parcial del CAE. Se ha señalado que es una oferta populista, inmoral e inviable. Estas airadas reacciones sorprenden si se considera que aún no hay una propuesta sobre la mesa, por lo que pareciera ser más bien un veto destinado a impedir que se produzca este debate.
En primer lugar, llama la atención la hipersensibilidad mostrada por algunos sectores políticos e intelectuales ante la deuda de las isapres y la total indolencia ante los deudores del CAE, para quienes, en un alto porcentaje, el paso por la educación superior no ha significado una salida de la precariedad e inestabilidad económica.
Segundo, el debate sobre la viabilidad ha omitido que, hasta ahora, para el Estado la mantención del CAE ha implicado un desembolso de casi US$ 10.005 millones, mientras que su eventual condonación universal (algo que parece no estar en cuestión), según Horizontal, implicaría un gasto de US$ 12 millones. Este dato nos debería llevar a concluir que la mantención de esta política es insostenible en el tiempo.
Por lo tanto, discutir sobre la continuidad de esta mala política pública no es ni inmoral ni populista, y podría ayudar a ordenar el sistema y saldar en parte la deuda que el Estado tiene con esas familias que han sido perjudicadas por una política cuyo principal beneficiario ha sido la banca. Para ello, poner sobre la mesa criterios de justicia educativa resulta indispensable.