Autor: Rafael Sánchez Profesor y director del Magister en Políticas Públicas UDP
Pensiones: una propuesta
Ener mejores pensiones requiere aumentar los recursos ahorrados, para lo cual es vital abordar temas laborales (informalidad, lagunas previsionales, etc. ) y variables paramétricas (tasa de cotización, edad de jubilación, etc). Por muy bien diseñado que esté el sistema, sin resolver los problemas del mercado laboral los recursos no alcanzarán para entregar buenas pensiones en forma sostenible. Lamentablemente, el proyecto del gobierno no se pronuncia al respecto.
Y en las variables paramétricas, incluye un alza gradualde cotización en 6 puntos, con temas discutibles (¿ es 6% suficiente? ¿ Debe ir a un fondo solidario? ¿ Es la gradualidad razonable, dado el contexto y las otras reformas en trámite?), pero no toca la edad de jubilación. Cuando el actual sistema se implementó, a principios de los ochenta, la expectativa de vida era de cerca de 70 años; en 2020 llegaba, en promedio, a 80 años. Así, las pensiones caen significativamente, pues deben cubrir diez años más. Esto “Subir las edades de jubilación tiene costo político, pero podemos aprender de otros países OCDE para despolitizar esta variable”. empeorará a medida que aumente la expectativa de vida. Obviamente, subir las edades de jubilación tiene costo político, pero podemos aprender de otros países OCDE que han incorporado elementos para despolitizar esta variable. Primero, nivelar gradualmente la edad de jubilación hasta 65 años; por ejemplo, un año por cohorte desde la que nació en 1978 en adelante.
Así, las y los trabajadores nacidos en 1977 hoy tienen 45 años y jubilarán con 60; la cohorte que nació en 1978 hoy tiene 44 y jubilará con 61 y así sucesivamente, hasta la cohorte que nació en 1982, que hoy tiene 40 y que jubilará a los 65.
Una vez nivelada la edad, el segundo paso es indexarla a los cambios en expectativas de vida; por ejemplo, seis meses más para jubilar por cada año extra de expectativa de vida; si la expectativa de vida aumenta en dos años, la edad de jubilación subiría en uno (otros países utilizan l a 1). Evidentemente elevar la edad de jubilación no resuelve el problema si adultos mayores y mujeres tienen dificultades para trabajar formalmente.
Se requiere facilitar el trabajo y cotización formal, la mensualización (o trimestralización) de la jornada laboral semanal, flexibilización (partición) de jornadas, salarios por hora, subsidio al empleo de adultos mayores, capacitación digital, facilitar el trabajo remoto, modernizar la Dirección del Trabajo para que fiscalice la subdeclaración de sueldos, cambiar el sistema de capacitación por un sistema de formación continua a las personas, rediseño de la política socialde manera que esta premie la formalidad y formular un sistema de cuidados, entre Otros.
En resumen, debemos dejar de ver las bajas pensiones como algo solo previsional y entender que este tema debe abordarse con una mirada más holística, que considere cambios laborales en formación continua y en la política social.