Hace un año ChatGPT asombró al mundo y expandió los límites de la inteligencia artificial
Hace un año ChatGPT asombró al mundo y expandió los límites de la inteligencia artificial E l 30 de noviembre de 2022 algo cambió en el mundo. Una nueva herramienta de inteligencia artificial llamada ChatGPT, creada por OpenAI, quedaba disponible para que los usuarios pudieran "conversar" con ella.
Los que la usaron se asombraron por su increíble capacidad de entender preguntas, escribir poesía o relatos, hacer las veces de profesor de idioma, resumir grandes textos, planificar desde una dieta semanal hasta un viaje por Roma o crear líneas de código de programación, entre muchas otras tareas. Al cabo de dos meses, ChatGPT ya tenía 30 millones de usuarios y 5 millones de visitas diarias. Era algo que nunca antes se había visto, por lo que abrió el debate sobre la inteligencia artificial y su avance a pasos acelerados. Detrás de esas habilidades asombrosas, los expertos explican que ChatGPT no hace más que determinar cuál es la siguiente palabra que debe ir en un texto. Esto lo hace tras haber "consumido" una cantidad inmensa de información: libros, guiones de películas, millones de interacciones en redes sociales, páginas webs, Wikipedia, etc. Para su entrenamiento se ocuparon 570 GB de texto y 175 millones de parámetros. "Es primera vez que tenemos una interacción real directa entre la inteligencia artificial y las personas.
Ese cambio generó discusiones a nivel global en muchos ámbitos: la ética, la regulación, y aceleró un proceso de discusión que venía desarrollándose", dice la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry. "Cambió la visión que existe de la inteligencia artificial, pasando de ser algo que era de nicho, tecnológicamente avanzado, hasta convertirse casi en algo cotidiano, que está presente en nuestras vidas y nuestro día a día", comenta Juan Reutter, director del Instituto Milenio Fundamentos de los Datos (IMFD) y académico de Computación UC.
Su irrupción también modificó la forma en que se hacen distintas tareas. "Nos ha hecho darnos cuenta de que hay mucho tiempo invertido en redactar correos que son estándares y que no requieren mayor esfuerzo y creatividad.
Su uso puede alivianar ese tipo de tareas y nos permite revalorizar a qué cosas les dedicamos nuestro tiempo y esfuerzo", dice César Ravello, investigador de la Fundación Ciencia y Vida y académico de la U. San Sebastián. La propia ministra Etcheverry la emplea. "Ha cambiado mi comportamiento a la hora de enfrentar mi trabajo". Y precisa que "el impacto para las personas aún está por verse. Algunos creen que será como el uso de planillas Excel, pero otros piensan que cambiará los elementos más profundos de nuestra sociedad como, por ejemplo, sus pilares democráticos. Personalmente, creo que pasando el boom será una herramienta que encontrará su lugar, tal como pasó con internet. El impacto va a ser grande, pero no necesariamente distópico". Lo cierto es que la irrupción de ChatGPT removió los límites de la IA.
El remezón fue a tal punto que incluso Elon Musk --que inicialmente estuvo involucrado en la creación de OpenAI-participó en una campaña en que cerca de 1.000 expertos pidieron pausar el avance de la IA por seis meses para entender sus verdaderos alcances, al advertir de "grandes riesgos para la humanidad". Ahora, en su primer año de vida, semanalmente lo utilizan 100 millones de usuarios, según cifras de OpenAI. Así, ChatGPT ha experimentado un crecimiento más rápido que los que en su momento tuvieron Facebook, TikTok o WhatsApp.
Pero, a pesar de ser sorprendente, es una herramienta aún imperfecta. "La irrupción de ChatGPT significó mucho más visibilidad e interés en el tema de la inteligencia artificial por parte de diferentes actores de la sociedad.
Además, ayudó a posicionar la necesidad de que se haga un uso responsable de ella, al mostrarse diferentes casos donde las primeras versiones de ChatGPT daban respuestas con sesgos o recomendaban cosas peligrosas", dice María Paz Hermosilla, directora del GobLab de la U. Adolfo Ibáñez. Por otro lado, las personas han comenzado a familiarizarse con conceptos como las "alucinaciones", que es cuando la inteligencia artificial inventa respuestas coherentes, pero que no son verdad.
De hecho, "alucinar" fue elegida palabra del año por el diccionario de Cambridge. "Si bien en este año se ha avanzado en cuanto a precisión, la herramienta tiene limitaciones y hay que tener cuidado porque entrega respuestas que son verosímiles, pero no necesariamente verdaderas. Por eso hay que tener claro que no es una enciclopedia y, por ahora, hay que mirarla como un punto de partida para generar un trabajo", advierte Ravello. Más fácil Aun así, la evolución de la herramienta ha sido clave este año, dice Alonso Astroza, académico de Ingeniería en la UDD. Él destaca la aparición de apps para iOS y Android que lo hacen más accesible.
A eso se suman nuevas capacidades de entender y procesar imágenes y audio. "Salir a caminar con mis audífonos puestos y conversar con ChatGPT para que me ayude a resolver un problema, o si tengo dudas de cómo se lee un manual de instrucciones y que baste con sacarle una foto para que ChatGPT me lo explique, es un escenario que me parece increíble y me e n t u s i a s m a mucho de cara al futuro", añade Astroza.
C h a t G P T también ha prov o c a d o q u e otros grandes actores de la industria se pongan al día y den a conocer tecnologías que llevaban tiempo en desarrollo. Es el caso de Google, que en marzo abrió el acceso a Bard, su tecnología de bot conversacional. Desde julio está disponible en 40 idiomas, incluido el español. Elon Musk lanzó también su propio modelo llamado xAI y el martes se lanzó Amazon Q, un asistente de IA generativa enfocado en las empresas.
En julio, en tanto, Facebook presentó Llama 2, su propio modelo de lenguaje de código abierto. "Socialmente, la herramienta ha tenido mucho impacto: ahora la inteligencia artificial, el futuro y los posibles escenarios parecidos a los de las películas de ciencia ficción son temas comunes de discusión. Se nota que es algo que nos importa, y que entendemos que nos va a acompañar por el resto de nuestras vidas", concluye Reutter. Herramienta es alimentada con una gran cantidad de datos y "conversa" de forma natural: Hace un año ChatGPT asombró al mundo y expandió los límites de la inteligencia artificial ALEXIS IBARRA O. Cerca de 100 millones de usuarios lo utilizan cada semana para el trabajo, la educación y el entretenimiento. Empresas como Google o Amazon le han seguido los pasos. Cumpleaños en medio de la tormenta El primer año de ChatGPT encontró a OpenAI en una crisis.
Una especie de "golpe" de su junta directiva removió de su cargo al CEO y cofundador Sam Altman (38). Ese 17 de noviembre la razón que se dio para su remoción era no ser "consistentemente honesto" en la información que les entregaba. En los días siguientes los inversores presionaron a OpenAI para revertir la decisión que también afectó al presidente, Greg Brockman. Microsoft, que ha invertido US$ 13 mil millones en la compañía, anunció que contrataría a Altman, mientras que los trabajadores de OpenAI amenazaron con dejar la empresa. Finalmente, se confirmó la vuelta de Altman y Brockman, pero se removió a cuatro miembros de la junta directiva. Imagen creada con la ayuda de ChatGPT, al que se le pidió que generara un prompt (comando) para una ilustración sobre su primer año de vida. Este fue luego usado en una herramienta que produce imágenes a partir de texto. GENERADA CON INTELIGENCIA ARTIFICIAL `` Como herramienta tecnológica va a encontrar su espacio y estará presente en más actividades vinculadas con lo laboral, el entretenimiento y en cómo nos informamos. Espero que esa presencia esté también marcada por un uso ético de la IA y que, como sociedad, logremos generar los consensos en cuanto a su gobernanza y uso".. ................................................................................................... AISÉN ETCHEVERRY MINISTRA DE CIENCIA.