Daniel tiene PAJARITOS EN LA CABEZA
Daniel tiene PAJARITOS EN LA CABEZA L levo años recogiendo plumas. El otro día iba por la calle y encontré una que pensé era de una lechuza. Pero no: era de un tiuque. Si uno no conociera a Daniel Martínez Piña (54), ni tampoco hubiese estado alguna vez en su departamento en Ñuñoa, quizás pensaría que tiene el mal de Diógenes o algo parecido.
De hecho, Martínez no solo recoge plumas en la calle, sino también huevitos y esternones de pájaro, cráneos de ratones y todo tipo de insectos, solo por mencionar cuatro cosas que saca desde un estante de madera mientras conversamos en su living, una soleada mañana de abril. Pero resulta que todo lo hace con orden y precisión quirúrgica. Las plumas están guardadas dentro de una caja de plástico, forradas con papel donde está escrito a qué especie corresponden y cuándo fueron recolectadas, y conservadas con naftalina. Los huevitos también están dentro de unos potecitos con tapa y dispuestos sobre algodones. Lo mismo pasa con los esternones, los cráneos, los insectos. Además, su living no es lúgubre ni tenebroso, sino al contrario: las paredes están adornadas por coloridas acuarelas de aves y otras escenas campestres.
Daniel Martínez Piña es pintor, licenciado en Arte de la Universidad de Chile e ilustrador de fauna, pero sobre todo es un "naturalista del siglo XIX", como él se define. --Los naturalistas como Philippi o Claudio Gay tenían que hacer dos cosas: colectar e ilustrar. Era parte de su oficio. Todos ellos eran pintores; necesitaban esa herramienta para encapsular el conocimiento en una imagen. Yo hago algo parecido: me encanta coleccionar y dibujar.
En el mundo de la ornitología y la ilustración de fauna, el nombre de Daniel Martínez Piña es un referente: ha sido coautor (junto a Gonzalo González) de tres de las principales guías de campo aves de Chile (editadas en 2004,2017 y 2019) y de decenas de guías desplegables de otras especies (desde aves continentales y mamíferos hasta coleópteros y murciélagos) que publica a través de su editorial Museo Ediciones (MuseoEdiciones. cl). Y ahora es el autor --por primera vez en solitario-de Aves de Chile: Guía de campo, la más reciente y actualizada obra sobre este tema publicada en nuestro país.
El libro contiene ilustraciones y descripciones de 604 especies y subespecies de aves registradas en territorio nacional, incluyendo algunas con un solo registro documentado hasta diciembre de 2022. --Siempre había querido hacer mi propia guía de campo así que se fue dando de forma natural. Había trabajado tantos años en esto, observando y documentando aves, pero no tenía nada que ofrecer, pues las guías anteriores ya no se editaban y estaban desactualizadas --cuenta Martínez.
La decisión finalmente terminó en un trabajo inédito por el contenido "extra": además de las clásicas ilustraciones de perfil de cada especie y sus mapas de distribución, también se incluyen dibujos de plumas, polluelos, croquis de nidos y hasta de huevos. --Me atreví a incorporar ese tipo de información que no está en otras guías, así que tengo que asumir los halagos y las críticas. Pero esta es la guía que yo hubiese querido usar cada vez que salía a terreno y me encontraba con cosas. Dibuja, Daniel, dibuja El cuarto de cinco hermanos nacidos en Santiago, Daniel Martínez dice no tener un antecedente familiar que explique su pasión por la naturaleza. --Pero sí hubo un hito.
En el colegio yo no era un tipo muy popular, así que en los recreos me iba a la biblioteca y allí encontré un libro muy antiguo, un mamotreto que se llamaba Las aves de Chile, del reverendo Rafael Housse --recuerda Martínez--. En él, Housse hacía una crónica de lo que observaba: cuando hablaba del águila, contaba su experiencia de cómo fue encontrarla en el cerro. Entonces me di cuenta de que yo podía vivir esas mismas experiencias si iba detrás de un objetivo. Así me transformé en un observador de aves, y empecé a escribir mis propias crónicas de mis salidas; a documentar y dibujar lo que observaba. Conectado con el mundo natural que veía en sus paseos familiares a sitios como Cáhuil o Pichilemu, Daniel Martínez se fue interesando cada vez más por las aves y la fauna en general. De hecho, alguna vez pensó estudiar Biología, pero su pasión y talento por el dibujo fueron más fuertes, así que entró a Licenciatura en Arte en la Universidad de Chile.
Allí no solo cimentó su amor por pintores como Velásquez, Pedro Lira o Juan Francisco González, sino que también tomó el curso de acuarela con la destacada artista Lea Kleiner. --La acuarela se presta para la ilustración naturalista y yo ya pensaba ir en esa dirección. De hecho, mi tesis universitaria la titulé Guía de campo. Por esos años, su pasión por las aves y los animales no menguaba. Es más, se inscribió en la Unión de Ornitólogos de Chile (Unorch) y comenzó a salir a terreno con próceres como Juan Aguirre o Guillermo Egli.
Ellos, además, lo pusieron en contacto con Juan Carlos Torres Mura, del Museo Nacional de Historia Natural, quien le abrió las puertas para que pudiera revisar y dibujar sus colecciones de pieles y otras partes de animales. Sin embargo, por muchos años la ornitología y el naturalismo fueron solo un hobby para él. Su trabajo "formal" estaba en la animación digital --fue ilustrador para distintos proyectos de Cine Animadores-y también en las clases sobre esta técnica que impartía en la Universidad de las Américas. Como sea, todo su conocimiento sobre aves vio la luz en 2004, cuando publicó su primera guía de campo de aves de Chile junto a Gonzalo González, un trabajo que demoró 8 años en terminar. Luego vendrían dos textos más en coautoría. --Después de hacer la guía en 2017, me di cuenta de que tenía una colección gráfica de referencia. No solo tenía dibujadas todas las aves de Chile, también los mamíferos. Tenía un museo gráfico hecho con el rigor de la ciencia. Por eso me decidí a hacer mi propia editorial. Ese proyecto se llama Museo Ediciones.
Con él editó su nuevo libro y es el que lo ocupa hoy a tiempo completo: Daniel Martínez no solo está publicando guías de aves; también desplegables de insectos y planea ahora hacer uno de cráneos de mamíferos y otro sobre peces de agua dulce. --Mi objetivo siempre ha sido satisfacer mis ansias de ilustrar el mundo natural. Ahora, si esto puede generar un impacto y contribuir a crear futuros biólogos o reconectar a las personas con el mundo natural y fomentar su respeto, bienvenido sea. La vida más ancha Como sucede a menudo con los amantes de las aves, Daniel Martínez anda viendo y escuchando pajaritos en todos lados. --Mira, ahí acaba de cantar un tiuque. Ahora estoy esperando que llegue un carpinterito: siempre aparece a esta hora y se para en ese álamo blanco --dice mientras miramos por la ventana abierta de su departamento. Martínez cuenta que una vez un amigo que estaba enfermo le preguntó dónde podía encontrar pata de vaca, una hierba medicinal.
Él le respondió de inmediato: "Ahí al frente, llegando a Tobalaba, hay un árbol en el jardín de un edificio que tiene una planta". --Hay una dimensión de la realidad que no necesitas conocer para sobrevivir, pero cuando la conoces, enriquece tu realidad. Las aves están en todos lados. Son parte del diario vivir. Lo mismo pasa con los árboles: cuando sabes sus nombres, dejan de ser solo árboles. Aunque vive dibujando todo el día, Daniel Martínez sale a terreno cada vez que puede. Hace poco anduvo en Chañaral de Aceituno observando aves de altamar, una de sus favoritas, y ya planea nuevas excursiones. En sus salidas suele llevar dos objetos esenciales: un telescopio y pequeñas libretitas donde dibuja y anota todo lo que ve. --El telescopio permite tener las manos libres. Lo dejo instalado, busco el ave y me pongo a dibujarla mirando a través del visor --explica--. Para mí, dibujar es un placer, una desconexión, el mejor momento del día. Cuando tú te vayas, y no es que te esté echando, me sentaré frente al computador y voy a ponerme a dibujar de nuevo. Además, cuando dibujo estoy incorporando conocimientos. Eso me engancha. D Daniel tiene PAJARITOS EN LA CABEZA Ornitólogo de campo y apasionado naturalista, Daniel Martínez Piña es uno de los ilustradores de fauna más prolíficos de Chile. Ahora, después de varios años de trabajo y coautorías, acaba de lanzar su primer libro en solitario, la guía de campo de aves más nueva, completa y actualizada de nuestro país. Esta es su historia. POR Sebastián Montalva Wainer. PASIÓN. "Mi objetivo siempre ha sido satisfacer mis ansias de ilustrar el mundo natural", dice Daniel Martínez. ES TEBAN VILLANUEV A JOR GE T OLEDO OBRA. Sus esenciales en terreno: un telescopio y libretas para dibujar. Al lado, su nueva guía de campo, escrita e ilustrada por él..