Autor: Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, O Triennale Milano, gentileza Instituto Italiano de Cultura.
Con mente abierta
Nobody's perfect, silla diseñada por Gaetano Pesce para Zerodisegno.
Arco Sammicheli, italiano de 43 años y oriundo de Fano, ciudad ubicada junto al Adriático, es un apasionado por el mundo del diseño, pero sabía que no tenía talento para el dibujo y que lo suyo no era diseñar.
Después de graduarse en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Siena, especializarse en Historia del Diseño en la Bauhaus de Weimar y hacer un doctorado en diseño y tecnologías para la valorización del patrimonio cultural dictado por el Politécnico de Milán y la Universidad Católica de Chile, incursionó en docencia e investigación.
Curó exposiciones para instituciones culturales de Europa y Medio Oriente, escribió monografías y colaboró en radios y medios escritos especializados como Zero, Vogue Italia y Abitare, Il Sole 24 Ore y Wallpaper*. Se abrió camino como curador de Diseño, Moda y Artesanía de la Triennale de Milán y superintendente del Museo del Diseño Italiano -indiscutibles centros del arte y el diseño contemporáneo-, además de ser embajador del diseño para la séptima edición del Día del Diseño Italiano. ¿Qué artistas despiertan su interés? a los maestros de los setenta y ochenta del siglo XX. En los últimos veinte años he tenido la oportunidad de conocer y frecuentar a las figuras del diseño italiano. Creo en el diseño europeo contemporáneo capaz de combinar la tradición, el impulso tecnológico y la transformación de los comportamientos.
A menudo son las duplas las El Día del Diseño Italiano —-que recién se celebró en el mundo el 9 de marzopermitió a Marco curador de Diseño, Moda y Artesanía de la Triennale de Milán y superintendente del Museo del Diseño Italiano, reencontrarse con Chile. En su rol de embajador de la disciplina, dio conferencias y participó en actividades que, a través de la promoción de este arte, fortalecen los lazos entre ambos países.
Proust, una de las sillas más revolucionarias del siglo XX, obra de Alessandro Mendini. que marcan la diferencia, Zaven y GamFratesi;también Odoardo Fioravanti, Hugo Passos, Michel Charlot, Julien Renault, Keiji Takeuchi. ¿Con qué diseño se identifica? -Un curador como yo, centrado en la investigación, que frecuenta bibliotecas y centros de estudio, solo puede indicar una librería. Diría que dos: Carlton, de Ettore Sottsass para Memphis y Cloud, de Vico Magistretti para Cassina. ¿Cuáles son sus referentes artísticos? -Muchos. Visito al menos dos exposiciones a la semana, paso un tercio del mes viajando y tengo el privilegio de conocer a colegas que me muestran maravillas. Sin embargo, no olvido mis raíces. Nacíen una provincia del centro de Italia, mi cultura visual se formó admirando el Renacimiento en iglesias y edificios, y mirando el arte público, a menudo extraño y cuestionable, de las plazas y paseos. Esa mezcla de alto y bajo, antiguo y presente, horrible y encantador, genera curiosidad en mí. Incluso en el desprecio, en larepulsión hay conocimiento, elaboración estética, deseo de profundizar y, por eso, inspiración.
Desde la barra de un bar hasta la fachada de un edificio, un supermercado al garaje de un mecánico, Rafael hasta Eliseo Mattiacci, por nombrar a dos artistas de mi territorio de origen; todo alimenta mi sed de cultura visual y material. ¿Cómo logra Italia que el diseño se perciba cercano, amigable y cotidiano? -El diseño se adhiere a la realidad, responde a las necesidades de la vida cotidiana, es alimento para la mente y una solución a diferentes aspectos de la vida cotidiana. Desde la calidad de un interior hasta la eficiencia de un servicio, desde la claridad de una comunicación en una oficina pública hasta el rendimiento de una herramienta.
La clave está en la combinación de respuestas que el diseño puede ofrecer: consuelo, asombro, necesidad, velocidad y contenido de valor, desde el proceso hasta el impacto ambiental. ¿Cómo ve la disciplina poscovid? -El diseño ha vuelto al centro del debate por ser un bálsamo creativo.
Incluso, los sectores más refractarios han entendido que la transmisión del conocimiento, el diseño de todas las fases de un producto desde su nacimiento hasta su eliminación y reintroducción en la sociedad en nuevas formas, participan de la calidad de vida de las personas. Espero una omnipresencia de este tipo de diseño, que es después de todo un modus operandi. Soy y quiero ser optimista; los que estudian diseño y los que diseñan tienen el papel de centinela y facilitador. La inteligencia colectiva es amiga de la democracia, la planificación participativa que combinalo digital y el espíritu comunitario facilita formas de justicia distribuida para contener las desigualdades. VD Hoy prepara una muestra de Alberto Meda, autor de esta chaise longue de 1994. Como buen escritor y lector, Sammicheli admira la estantería Carlton, de Ettore Sottsass. Seductor y atemporal sofá Bibambola, pieza de Mario Bellini, original de 1972.