Autor: Mane Cárcamo
"Si el país no prioriza la innovación en ciencia, no saldremos del subdesarrollo"
Mariela Formas, o O AMENA ciencia, el rol de su gremio en la vacunación y la ausencia del UD los presidenciables. “Esto no es en su cabeza... hay una mirada ATA Ariela Formas no para. Su agenda la tiene de reunión en reunión, día tras día, con la clara misión de posicionar en el país un tema tan desconocido como relevante: la innovación farmacéutica.
Ingeniera comercial de la UC, en 2019 llegó a la Cámara de la Innovación Farmacéutica (CIF), la asociación gremial que representa a 23 laboratorios de innovación con presencia en Chile, para fortalecer lo que declaran como su propósito número uno; mejorar la calidad de vida de los chilenos a través de la investigación y el desarrollo. “Chile hace bastante estudio clínico y muy significativo en la región, sin embargo un porcentaje muy pequeño de esasinvestigaciones que se estudian quedan en el país. Esto es porque las coberturas para la innovación son muy escasas y no tienen salida, lo que hace que finalmente eso que se prueba en Chile no llegue a los chilenos que lo necesitan. Eso es muy preocupante”, afirma.
“En esto, la adopción de la innovación es el mayor obstáculo”. Para Formas, una muestra de que el I+D en ciencia no es una prioridad es que los centros de investigación que se instalaron hace diez años en Chile, hoy se están yendo. “Si el país no prioriza este ámbito, simplemente no vamos a salir del subdesarrollo.
Así es”, enfatiza. -Desde la farmacología, ¿En cuáles patologías necesitamos más investigación?-La investigación farmacológica debe ir muy de la mano de los problemas de salud pública y de las patologías que más se presentan en Chile. En nuestro país tenemos mucho diagnóstico de cáncer. De hecho, se estima que para 2022 será la principal causa de muerte, liderada por el cáncer de mamas, de próstata y de pulmón. Para aportar en la solución a este tipo de enfermedades es fundamental el trabajo colaborativo entre la academia, el Estado y la industria para así ir guiando la investigación hacia lo que el país necesita. Eso lamentablemente hoy ocurre poco. -¿ Y cómo es la experiencia en otros países? -Los líderes en esta materia son Inglaterra, Australia e Irlanda. Los aspectos claves que ellos tienen resueltos son las coberturas y la adopción de la innovación. Además cuentan con una institucionalidad que logra coordinar a la academia, el Estado y los laboratorios de manera colaborativa. También deben existir incentivos a la investigación a través de ventajas tributarias que faciliten la inversión local.
Y en los países líderes, la promoción clínica la hacen los mismos Estados y seincentiva la participación en los ensayos clínicos porque genera un impacto muy relevante en el I+D. -¿ Y por qué en Chile no ocurre así? ¿ Qué falta? -En nuestro país participar en ensayos clínicos se asemeja a ser conejillos de indias y se mira negativamente. Una excepción fue el Covid, porque la gente prefería participar en el ensayo a tener el virus. Aún así, el gobierno nunca incentivó la participación. Eso debería cambiar, porque es la forma de ir descubriendo soluciones a problemas de salud que hoy no existen. “Un impacto muy relevante en la economía del conocimiento” Hace más de 15 años, Mariela lidera gremios y gerencias generales de empresas nacionales e internacionales, en diferentes sectores: industrial manufacturero, agropecuario, medioambiental, y telecomunicaciones. Más recientemente, fue figura clave para la industria del plástico, donde fue impulsora de de la Ley de Reciclaje. Desde ahí, tuvo que subirse al carro de cómo opera la industria farmacológica, para potenciar su desarrollo por medio de un trabajo colaborativo dentro del gremio. Según lo informado por la misma CIF, los laboratorios asociados invierten anualmente en el país más de US$ 70 millones en estudios clínicos que generan investigación y desarrollo local.
Aún así, “está la sensación de que los resultados no son rápidos”. “La inversión es alta, pero es un proceso muy largo... Para llegar a un La instalación de Sinovac es un plus para el país, porque genera un entorno para la investigación muy potente y motiva la descentralización, al estar en Antofagasta”. Las propuestas de salud han estado muy ausentes en el debate de los presidenciables y el tema de inversión en ciencia ha sido casi inexistente. Hoy no está en el core de ningún programa, cuando debería ser clave”. sólo medicamento entran a investigación alrededor de 1500 proyectos.
La fase de estudio de esos proyectos es de 4 a 5 años, luego algunos no siguen en la investigación y recién aproximadamente después de 10 años de muchas pruebas, desarrollas un medicamento en el que se invirtieron en promedio alrededor de 2.6 billones de dólares”, explica.
La excepción a esta regla han sido las vacunas contra el Covid, que se hicieron en tiempo récord, hoy ya se aplican alrededor del mundo y pusieron a la industria que Formas representa al centro de todas las conversaciones. “En este caso había tanta gente que quería participar en los ensayos clínicos que toda esa fase fue muy rápida. En general, esta dura muchos años porque es muy difícil reclutar gente que quiera participar”, explica. “Con las vacunas para el Covid también ocurrieron cosas impensadas. Los grandes laboratorios, que son GSK y Sanofi, que incluso se unieron para hacer investigación, no tuvieron resultados positivos.
Ellos pensaban que iban a salir antes que Pfizer, que Aztra Zeneca, pero no lo lograron”. -Respecto al manejo que se ha tenido durante la pandemia, ¿cómo lo evaúa el gremio? -Es muy difícil evaluar cuando estamos en una situación inédita y cuando ningún país ha tenido el gold estándar para seguir; todos han tenido altos y bajos.
Me parece que lo que hemos hecho en Chile en comparación con la región, ha sido bastante exitoso. -Hace pocas semanas se confirmó que Sinovac se instalará en nuestro país, para desarrollar vacunas desde Chile para la región, ¿cómo evalúa la noticia? -Nos parece estupendo. Uno de los problemas que tenemos en Chile es que no tenemos plantas de producción innovadoras, ni escalabilidad y la innovación farmacéutica tiene un impacto muy relevante en la economía del conocimiento.
En ese sentido, la instalación de Sinovac es un plus para el país, porque genera un entorno hacia la investigación muy potente y también motiva la descentralización con el centro de innovación que será construido en Antofagasta.
No nos cabe duda de que va a generar un cambio positivo. -Respecto a la desconfianza frente al desarrollo de las vacunas, la pandemia reforzó a los grupos antivacuna... -Si bien han surgido de forma tardía los grupos contrarios a la vacuna, creo que no ha sido tanto su impacto porque el desarrollo de la vacuna ha sido muy transparente.
Por primera vez en la historia, el desarrollo de un medicamento se vive en tiempo real y en cada mesa de cada casa se habla de fase 1,2 y 3. ¿Quién sabía lo que era una fase 1 hace dos años? Esta transparencia en tiempo real ha aminorado la resistencia a la ciencia y en ese camino tenemos que seguir avanzando. La vacunación es la segunda política pública más exitosa después del agua potable, así de relevante es en la prevención de las enfermedades infecciosas. Hoy nadie duda de que el agua potable es un recurso básico para vivir, lo mismo debería ocurrir con las vacunas como política sanitaria.
“Nos meten a todos en el mismo saco” -Hasta el desarrollo de la vacuna, según un estudio de Gallup de 2019, el sector farmacéutico fue uno de los peores evaluados en EE.UU., con un 58% de rechazo, ¿Cómo ve la realidad de la industria en Chile? -La industria tiene que adelantarse a la evolución de la sociedad y en eso hemos estado al debe, especialmente en Chile. La transparencia es lo único que te da legitimidad frente a una ciudadanía que se ve aquejada con un problema tan sensible como es la salud. También es importante remarcar que los estándares de transparencia en Chile no son iguales. Hay una confusión y nos meten a todos en un mismo saco porque la industria de innovación ha sido muy poco visible.
En el rubro hay profundas diferencias en cómo nos comportamos y para nosotros como gremio de innovación es fundamental elevar los estándares y que la industria local se suba al carro. -Hace unas semanas se inauguraron las farmacias con convenio Cenabast, para dar nuevas alternativas de precio a la gente.
Aún así, los precios de los medicamentos siguen siendo un tema complejo, que causa molestia. -El primer problema es que los medicamentos no son parte ni de Fonasa, ni de las isapres y eso existe hasta en los países más pobres, en donde los medicamentos son parte de tu seguro de salud en forma integral. En Chile eso no sucede. Esto hace que el 80% del gasto en medicamento sea financiado por las personas.
Si bien el gasto en salud del país está en torno al 9%, que es el promedio de los países OCDE, cuando uno descompone ese gasto nos damos cuenta de que el 80% lo está poniendo el privado y sólo el 20% lo pone el Estado, lo que en los países OCDE es exactamente al revés. Por otra parte, si bien en la atención primaria hay una cobertura más alta, los pacientes tienen que ir al sistema público a buscar sus medicinas y ahí hay una gestión ineficiente e insuficiente. Las farmacias no son parte de la red de salud y por lo tanto tú no puedes ir a buscar un medicamento que ya está comprado por el Estado a cualquiera. Al ser más engorrosa la entrega se generan atochamientos y al no estar integradas las farmacias a la red de salud, la gente termina comprando en la más cercana lo que el Estado ya pagó.
Si tuviéramos un seguro de salud que adquiriera los medicamentos, no sólo se compraría volumen, sino que ante todo se comprarían certezas y si introduces certezas en esa negociación evidentemente los costos bajan. -Otro estudio reciente, de McKinsey Global Institute, fue muy revelador respecto al impacto económico de invertir en salud, ¿Cree que eso cambiará la mirada actual del sector público? -El estudio es bien de sentido común, pero parece que no es tan evidente en la administración pública porque siempre se ha visto la salud como un gasto. El presupuesto se maneja como la contención del gasto en salud y no como una inversión. Lo que tiene de novedoso este estudio es que calculó el impacto económico real de invertir en esta área. Por cada dólar invertido en el sistema de salud se obtiene 1.8 dólares de retorno. Esto podría generar un impacto del PIB en veinte años de 10%, equivalente a 44,000 millones de dólares de crecimiento.
Es bastante obvio, porque la gente con enfermedades crónicas bien tratadas podría ser más productiva, tener una mejor calidad de vida, disminuirían las licencias, las camas de hospital y la necesidad de personal médico. -Suena de sentido común, pero parece que no lo es aún cuando se arman los presupuestos en el sector público.. . -Es que esto no es algo que los gobiernos tengan en su cabeza, porque los retornos por inversión en salud son a largo plazo y en política a los dos años hay que estar mostrando resultados para ser reelectos. Existe una mirada muy cortoplacista. - ¿ Cómo es la relación del CIF con el gobierno? -Este es un gobierno sumamente especial y estamos en un momento tremendamente crítico. Cuando estás atravesando una pandemia es muy difícil instalar estos temas de largo plazo. Respecto a las vacunas tuvimos una excelente coordinación y comunicación para articular a los privados, la academia junto con el gobierno y evaluar las opciones que estaban aún en ensayos muy prematuros. Lo que más nos preocupaba era elegir las mejores vacunas para el país y adelantarnos.
Nuestro rol fue alertar al gobierno de que ya existían colaboraciones en el mundo desarrollado y que si Chile no se sentaba a la mesa rápidamente con los productores, nos íbamos a quedar atrás. -Estamos ad portas de una elección presidencial, ¿como evalúa las propuestas de los candidatos en materia de innovación, ciencia y salud? -Me parece que las propuestas de salud han estado muy ausentes en el debate y el tema de inversión en ciencia ha sido casi inexistente.
Hoy no está en el core de ningún programa, siendo que debería ser clave tanto por el momento que vivimos, por las demandas ciudadanas y por las lecciones que ha dejado la pandemia. -¿ Y cuáles han sido las lecciones para la industria? -Una de las principales ha sido la colaboración, tanto interministerial, como con la academia y con el sector privado. Ese trio es fundamental para poder tener una mirada integral y dar soluciones a problemas muy complejos. Ojalá esta mirada colaborativa se repita en un futuro para otras problemáticas de salud como el cáncer o enfermedades poco frecuentes. Los avances serían mucho más rápidos.
Resumen
Ingeniera comercial de la UC, en 2019 llegó a la Cámara de la Innovación Farmacéutica (CIF), la asociación gremial que representa a 23 laboratorios de innovación con presencia en Chile, para fortalecer lo que declaran como su propósito número uno; mejorar la calidad de vida de los chilenos a través de la investigación y el desarrollo.,
“Un impacto muy relevante en la economía del conocimiento” Hace más de 15 años, Mariela lidera gremios y gerencias generales de empresas nacionales e internacionales, en diferentes sectores: industrial manufacturero, agropecuario, medioambiental, y teleco- La instalación de Sinovac es un plus para el país, porque genera un entorno para la investigación muy potente y motiva la descentralización, al estar en Antofagasta”., Si bien el gasto en salud del país está en torno al 9%, que es el promedio de los países OCDE, cuando uno descompone ese gasto nos damos cuenta de que el 80% lo está poniendo el privado y sólo el 20% lo pone el Estado, lo que en los países OCDE es exactamente al revés.
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