Autor: LUIS FUENTES SLAVEN RAZMILIC RICARDO TRUFFELLO Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales Pontificia Universidad Católica de Chile

Censo: necesidad indiscutible
Señor Director: El 9 de marzo se inició el trabajo de terreno del Censo de Población y Vivienda 2024, el cual se viene preparando desde el gobierno anterior, y que implica un despliegue de casi 25 mil censistas por aproximadamente tres meses. Los censos nos permiten saber cuántos somos, dónde y cómo vivimos.
Está de más recalcar la importancia fundamental que tiene esto para las políticas públicas y la priorización de inversiones en prácticamente todas las áreas del Estado, entre las cuales se encuentran las pensiones, la política habitacional, la educación, la salud, la planificación urbana, y otras muchas. Cabe destacar el trabajo realizado por el INE en términos de reclutamiento de personal, coordinación logística y desarrollo de tecnologías para garantizar la implementación de este operativo con estándares de excelencia. En esta misma línea, se han habilitado diversos canales de información para atender todas las legítimas dudas y consultas que puedan surgir entre la población en relación con un evento tan crucial como el Censo.
Lamentablemente y a pesar de la importancia que tienen los censos de población y vivienda para los países, algunos políticos han intentado sembrar un manto de dudas respecto al levantamiento estadístico, difundiendo cuestionamientos infundados e intentando, hasta ahora infructuosamente, multiplicar temor y rechazo en la población. Ejemplo de esto fue cuando se viralizaron suspicacias respecto de consignar los nombres de los miembros del hogar en el formulario, algo que se hace desde 1952 por razones netamente operativas. Es comprensible que haya dudas y la obligación del INE es aclarar y comunicar, pero también debemos ser responsables en cómo plantear esas dudas.
Más allá de las diferencias políticas, incluso en un momento de mucha disputa como es el actual, la clase política y en especial quienes trabajan en el Estado —como es el caso de los parlamentarios— tienen el deber de dejar de lado las disputas y alinearse con el objetivo de tener un buen levantamiento estadístico. De eso dependen el éxito y la focalización de las políticas públicas del Estado por lo menos en los próximos 10 años.