IA y educación
8 La inteligencia artificial ya no es una promesa futura. Es una realidad que eseducación entiemporeal. Desde cómo enseñamos hasta cómo los estudiantes aprenden, esta tecnología avanza a una velocidad que desafía la capacidad de adaptación de escuelas, universidades y gobiernos. Poreso, ladecisión dela Unesco de dedicar el Día Internacional de la Educación 2025 ala l A es más que simbólica. Es una invitación urgente a abordar este fenómeno con principios éticos, formación sólida y sentido de oportunidad. La l A debe potenciar laenseñanza, noreemplazarla, y estarsiempre al servicio de quienes aprenden y enseñan. El desafio es claro: mientras el uso de herramientas generativas crece, solo el 10% de las instituciones educativas regula suaplicación. Y aunque su potencial es enorme, también lo son los riesgos si no hay una guía clara ni criterios compartidos. Desde mi perspectiva, la educación superior debe liderar esta conversación. formar a nuestros docentes y estudianteseneluso ético y crítico de esta herramienta es hoy una tarea ineludible. Ala vez, debemos resguardar lo esencial: aulas bien equipadas, docentes preparados y sistemas educativos justos. La l A puede ser una aliada poderosa, y el momento de decidir cómo la integramoses ahora. Claudio Ruff; rector Universidad Bernardo O'Higgins