AUMENTO DEL CÁNCER COLORRECTAL EN LA ARAUCANÍA
AUMENTO DEL CÁNCER COLORRECTAL EN LA ARAUCANÍA En En las últimas décadas, Chile ha enfrentado un enemigo silencioso pero implacable que ha ido escalando posiciones en las estadísticas de mortalidad del país: el cáncer colorrectal.
Este tipo de cáncer, que afecta al colon y al recto, se ha convertido en una preocupación creciente para la salud pública chilena, no solo por su creciente prevalencia sino también por la tardía detección en muchos de los casos. La situación en Chile refleja una tendencia alarmante que se observa a nivel mundial, pero con particularidades que exigen una mirada detenida. La dieta, el estilo de vida sedentario, el envejecimiento de la población, y factores genéticos son reconocidos como algunos de los principales contribuyentes al aumento de esta enfermedad. Sin embargo, más allá de las estadísticas, lo que realmente llama la atención es la necesidad urgente de implementar estrategias eficaces para su prevención y detección temprana. El cáncer colorrectal, a diferencia de otros tipos de cáncer, ofrece una ventana de oportunidad única para su prevención a través de cambios en el estilo de vida y la detección precoz. Paralelamente, la realización de pruebas de detección, como la colonoscopia a partir de cierta edad o ante la presencia de factores de riesgo, podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. Chile, a pesar de los esfuerzos, aún se enfrenta a desafíos significativos en este ámbito.
La falta de conciencia y acceso a la información, las barreras culturales y socioeconómicas, y un sistema de salud que aún lucha por ofrecer programas de cribado universales y accesibles, son obstáculos que deben superarse con urgencia.
La implementación de políticas de salud pública que promuevan estilos de vida saludables, junto con la inversión en programas de detección temprana y acceso equitativo al tratamiento, son pasos cruciales en la lucha contra el cáncer colorrectal.
Según el gerente médico de Oncología de Merck, Diego Rojas aseveró que, “la amenaza del cáncer colorrectal radica en su naturaleza asintomático, lo que puede llevar a que sus signos se confunden con otros trastornos intestinales. Sin embargo, la detección temprana juega un papel crucial en la mejora de los resultados de los tratamientos. Por lo tanto, es fundamental someterse a exámenes periódicos para garantizar un diagnóstico oportunoy, en consecuencia, un mejor pronóstico”. Similar opinión tiene la Dra.
Macarena Larraín, gastroenteróloga de Fundación Arturo López Pérez (FALP): “Si queremos ver cambios en materia de incidencia, necesitamos seguir avanzando en la implementación de políticas públicas orientadas a generar modificaciones en los estilos de vida asociados a la obesidad, consumo de carnes procesadas y rojas, tabaquismo, consumo de alcohol y sedentarismo.
Desde la vereda clínica también tenemos que fomentar la detección temprana, de la mano de exámenes como el test de hemorragias ocultas en deposiciones y la colonoscopía desde los 45 años”. Para La Araucanía, los datos manifiestan un aumento importante sobre esta enfermedad registró un incremento superior al 60% en el número de muertes, con más de 1.800 decesos. Las comunas más afectadas fueron Temuco con el 30% de los fallecimientos, Padre Las Casas, Villarrica y Angol con el 6%, y Victoria, Lautaro y Loncoche con el 4%, respectivamente. Es hora de que Chile, en conjunto con la comunidad médica, las autoridades de salud y la sociedad en su conjunto, reconozca la magnitud del problema que representa el cáncer colorrectal. Es un enemigo que se puede combatir eficazmente con las armas de la prevención, la educación y la acción temprana. La batalla contra el cáncer colorrectal no solo se gana en los hospitales y clínicas, sino en la mesa, en las escuelas, en los lugares de trabajo y en los hogares de cada chileno. La lucha contra el cáncer colorrectal es un llamado a la acción para todos. No podemos permitir que siga avanzando silenciosamente. Es momento de hablar, de actuar y de cambiar. Porque en esta batalla, la prevención y la detección temprana son nuestras mejores armas. Y en este esfuerzo, todos tenemos un papel que desempeñar. Los datos manifiestan un aumento importante sobre esta enfermedad registró un incremento superior al 60% en el número de muertes, con más de 1.800 decesos. Las comunas más afectadas fueron Temuco con el 30% de los fallecimientos, Padre Las Casas, Villarrica y Angol con el 6%, y Victoria, Lautaroy Loncoche con el 4%, respectivamente. Clave es la detección temprana y tratar rápidamente..