Cómo la “democratización de la fomenta prácticas aue perjudican a los consumidores
Buscando la marca.
Y además a veces cuesta distinguir lo falso. / aron La obsesión por las marcas ha permeado a muchas personas, dice Gabriela Beaumont, especialista en esta área y docente enla carrera de Diseño de Vestuario dela UNAB. “La popularización delestatus hace que la gente busque mostrar la marca y que ojalá sealo más grande posible. En algunos sectores sociales eso es signo de legitimación, por eso las empresas hasta crean productos específicos en los que seimpone la marca porsobre la calidad. Al que compra no leimporta mucho si lo que viste o calza es bueno, sino que lucirla marca”, señala.
Y agrega que “lo anterior se vincula con la “democratización de la moda”, que es El deseo de lucir marcas hace que crezca el negocio de las falsificaciones. potenciada por el efecto de imitación que generan figuras cercanas a la gente, como futbolistas o cantantes”. Beaumont precisa que “debido a las compras online ha aumentado la falsificación de productos, pues es imposible revisarcómose hace al comprar enun Y se agrega el hecho de que los fabricantes de productos, centrados en China, hacen más unidades de las que les encarga el dueño dela marca, y ese remanente lo venden directamente. “Esa esuna práctica usual y esos productos en esencia no son falsos, pues salieron de la misma matriz que los originales. No cuentan con las etiquetas de información, pero les añaden las marcas y seven sin problemas. Otra cosa son las imitaciones burdas, más fáciles de detectar”, puntualiza la docente. El director del Magíster en Tributacion de la Universidad Mayor, Elías Casanova, apunta a “la buena fe doblemente infringida. Primero en el proceso de importación de los tos, porqueen Aduanashay que declarar de forma fidedigna y veraz queson lo que sedice que son. Y segundo, al ofrecerlos a los consumidores, aquienesno seles puededarunapiñasiseles vendió una manzana”.