Sin un fundamento claro, todo es posible
Sin un fundamento claro, todo es posible Si existe un tema paradójico y hasta contradictorio contradictorio en nuestras actuales sociedades, es el de los siempre candentes y polémicos “derechos humanos”. En efecto, actualmente nos encontramos en una era en la cual, para vastos sectores, lo bueno bueno y lo malo dependen de las concepciones subjetivas y cambiantes de cada uno, mirándose mirándose con recelo y hasta fastidio a quienes estiman que existen ciertos valores objetivos que se encuentran encuentran sobre las preferencias personales.
O si se prefiere, hoy asistimos a lo que podría considerarse considerarse una “ética construida”, sea por uno o por un grupo mediante consensos, siempre revocables, que constante y sumisamente se iris adaptando al querer de sus participantes.
Visión muy diferente a la de los clásicos, para quienes lo bueno y lo malo, al menos en sus aspectos más importantes, había que descubrirlo descubrirlo -no inventario-, a partir del análisis de la propia realidad y en el fondo, de la naturaleza humana.
Sin embargo, a la vez que nos encontramos imbuidos en esta auténtica auténtica Torre de Babel en materia moral, los “derechos humanos” se erigen como un criterio de objetividad indiscutible indiscutible en medio de este mundo carente de certezas. certezas.
De ahí que se los exija a rajatabla como algo evidente, pese a que (job, paradoja! ) por regla general no se les reconozca un fundamento objetivo, sino que siempre puedan ir mutando de acuerdo con las necesidades del momento, pese a lo cual muchos muchos los consideran universales, al menos por un tiempo.
De estaforma, nos movemos de manera contradictoria contradictoria entre una absoluta autonomía moral personal y social, y unos supuestos “derechos humanos” universales, pero también cambiantes, cambiantes, que pretenden ser la roca de objetividad moral y jurídica indiscutible de nuestra época, al menos de manera momentánea, puesto que como se ha dicho, ellos no se descubren, sino que en el fondo se inventan, evolucionando por lo mismo rápidamente.
Todo esto es una paradoja evidente, pues se pretende imponer un resultado más o menos MAX SILVA ABBOTT Doctor en Derecho, profesor de Hlossfla del Derecho, Universidad San Sebastián objetivo e incluso universal, cual serian los “derechos “derechos humanos”, ante los cuales nadie puede oponerse, y al mismo tiempo, se carece de un sustento mínimamente sólido para lograr dicha dicha objetividad y universalidad, en una especie de sucedáneo del fundamento extraviado (una objetividad moral básica), fundamento por el cual pareciera seguir clamando el mundo actual, actual, lo que se cristaliza en lo que se pretende lograr gracias a los “derechos “derechos humanos. En consecuencia, una materia materia maleable, como son los actuales “derechos bulugar donde solo hay arenas arenas movedizas.
Es este fenómeno el que explica, por ejemplo, que actualmente la Unión Europea quiera modificar modificar el ya siempre cambiante catálogo de “derechos humanos” (pese a lo cual se lo pretende pretende universal e inobjetable), añadiendo la posibilidad de deshacerse del no nacido, esto es, considerar al aborto como un nuevo derecho derecho humano -ante el que no podría oponerse la objeción de conciencia-, lo cual va muchísimo más allá de su simple despenalización.
Y no es el único caso, puesto que desde hace ya un tiempo, la ONU está haciendo ingentes esfuerzos por imponer la idea según la cual, un embarazo no deseado debiera ser considerado una nueva forma de “tortura, legitimando así el aborto por un camino distinto. ¿Qué otras conductas podrían terminar siendo un “derecho humano” por esta ya? Sin un fundamento claro, todo es posible Hoy asistimos a lo que podría considerarse una “ética construida”, manos, pretende imponerse imponerse como si su objetivisea objetivisea por uno o por un dad y fundamento fueran grupo mediante consenevidentes e indiscutibles, lo cual equivale a querer sos, siempre revocables, construir sobre roca en un.