«El contrato a honorarios es el más precario que tenemos en la administración»
«El contrato a honorarios es el más precario que tenemos en la administración» Directiva de Fenats está recorriendo el país para conocer la realidad de cada región. En Coquimbo esperan pronto la construcción de los hospitales para que se pueda acabar la carencia de personal. Conociendo las realidades de las y los trabajadores en el país, se encuentra la directiva de la Federación Nacional de los Trabajadores de la Salud, Fenats. En cada región hay diferencias y dificultades, y con esa tarea llegaron a la zona, para entrevistarse con las bases «y reafirmar las cuatro reivindicaciones para este año», dice su presidente nacional Emerson Berríos.
Aunque son muchas más, cuatro para esta administración son la prioridad, «toda vez que hoy estamos concentrando la fuerza en el reconocimiento a nuestros compañeros y compañeras técnicas, lo que fortalecerá su incremento remuneracional; una carrera funcionaria EMERSON BERRÍOS, PRESIDENTE DE FEDERACIÓN NACIONAL DE LOS TRABAJADORES DE LA SALUD: «El contrato a honorarios es el más precario que tenemos en la administración» real, las 40 horas laborales y un nuevo incentivo al retiro, que beneficiaría a la gran mayoría de las y los trabajadores», precisa.
Durante su estadía conocieron el hospital de Illapel, donde sus funcionarios no tienen las mismas solicitudes de otras regiones, «pues acá están pidiendo que se reinicie la conversación para la construcción del nuevo hospital, lo que conllevaría a la contratación de más personal y, por cierto, aumentaría las mejoras de atención para nuestros pacientes. Y hablo de realidades, porque en el sur, por ejemplo, son distintas y más crudas, puesto que los hospitales son más lejanos y existen menos especialistas.
Entonces estamos recogiendo todo lo que nos señalan para después llevarlo en un concentrado y ver un plan de ayuda para las distintas regiones». POLÍTICA DE ESTADO Aunque la situación de la pandemia desde el año pasado que está controlada, para la Federación Nacional de los Trabajadores de la Salud la situación de los funcionarios contratados especialmente para ese periodo continúa siendo una problemática.
Explica que para el covid se contrató mucho personal a honorario para cubrir las necesidades, «y si bien es cierto que el año pasado se hizo un anuncio de la contratación de 6 mil funcionarios, en las negociaciones reales no fueron contratados todos, sino que un poco más de la mitad». Aunque como federación rescataron este acuerdo, ya que -al menosse pudieron sostener cargos de varios funcionarios, en la región de Coquimbo, por ejemplo, «se sostuvieron casi 400 compañeros a honorarios que hoy son pertenecientes a la administración pública.
La contratación a honorario no fue lo que esperábamos, pero sí hubo un porcentaje de contratados que llegó para mejorar la brecha». En ese punto, afirma que ser honorario no es lo ideal, «porque todos conocemos lo que significa en cuanto a las precariedades que tiene, como no cotizar en salud y AFP, además de estar en este vaivén.
Entonces claro que es el contrato más precario que tenemos en la administración de salud y estamos pujando para que desaparezca y pasen todos a una realidad más de contrata o a la titularidad». Para aquello, reconoce que más que el gobierno de turno, se necesita una política de Estado «que sea más futurista, a propósito de las contrataciones que sean revisadas acuciosamente en todas sus reparticiones para un estudio de brecha real de lo que tenemos en la actualidad. ¿Un ejemplo? En el hospital Ezequiel González Cortés, en Santiago, se abrió un hospital nuevo considerando una dotación de atención de pacientes, y siete años después esta población creció y el personal quedó corto.
Por lo tanto, el llamado es a cambiar esta política de Estado y a desarrollar estudios de brechas efectivos para que no quedemos cortos de personal, amén de una mirada a este cambio y no tener más esta precarización en los hospitales». Por lo pronto, como Fenats esperan que con estos tres nuevos hospitales en la región (La Serena, Coquimbo e Illapel) debería acabarse esta carencia de personal, «y nuestros compañeros de la región están encargados de verificar esto.
Creemos que es la solución, pero de igual manera tenemos que tener la delicadeza de ir observando los fenómenos respecto de la dotación de personal, para que en dos o tres años no queden cortos con la atención a los pacientes como ha sucedido en otras regiones»..