Autor: |. BENJAMÍN ESCOBEDO (Teólogo e Investigador de Historia) Doctorando en Historia (Universidad San Sebastián) | Escritor y Columnista de Opinión
COLUMNAS DE OPINIÓN: La intolerancia de los “tolerantes'
COLUMNAS DE OPINIÓN: La intolerancia de los “tolerantes' Hace algunos días se dio el punta pie inicial a los Juegos Olímpicos con sede en Francia año 2024, sin embargo, la inauguración no estuvo exenta de polémica, polémica, ya que la supuesta “parodia” a la obra “La última cena” de Leonardo Da Vinci se convirtió en sinónimo de burla y ofensa para esos feligreses que sustentan su moral en el Dios judeocristiano. judeocristiano.
La molestia de la Iglesia y los creyentes a nivel mundial, se habría provocado tras la puesta en escena de drag queens en la ceremonia de inauguración inauguración de estos Juegos Olímpicos, sin embargo, son muchos los que aplauden estos resabios públicos apelando a la tolerancia moderna, cuando es precisamente precisamente la intolerancia ejecutada la culpable de ridiculizar la fe, dogma y creencias últimas del cristianismo, uno que resulta indispensable a la hora de entender la construcción de occidente, en otras palabras, no solo se mancha la imagen de una pintura histórica, sino también se dispara Francia en los pies al olvidar que es un Estado neutro, por consecuencia, no debe hacer proselitismo proselitismo religioso (moral, ético o secular) en el espacio público, un grosero error televisando a nivel mundial. Primero, los Juegos Olímpicos son la única competición verdaderamente global, multideportiva y que celebra el deporte en el mundo.
Con más de 200 países que participan en más de 400 eventos entre los Juegos de Verano y de Invierno, los Juegos son donde todo el mundo acude a competir, a inspirarse ya estar juntos, así lo expresa expresa la web oficial de estos juegos. Por otra parte, cabe señalar que los Juegos Olímpicos se desarrollan del 26 de julio al 11 de agosto del presente presente año.
Estas competiciones cuentan con 329 pruebas, atletas de más de 206 Comités Olímpicos Nacionales y el Equipo Olímpico de Refugiados del COl, 32 deportes, 754 sesiones (competiciones y ceremonias), 10.500 atletas, 350.000 horas de retransmisión retransmisión televisiva, 20.000 periodistas acreditados, 45.000 voluntarios y las cifras podrían seguir.
Ahora bien, dado lo anterior, nos preguntamos, ¿era necesario realizar una “parodia” para coquetear con aquellas almas progresistas a nivel mundial? ¿ dónde está la dimensión de laicidad en el Estado? ¿ qué se desea promover con estos actos en Francia? ¿ tiene algún valor la moral cristiana en el siglo XXI, o todo es hedonismo, lujuria, libertinaje libertinaje y emancipación dislocada en la sociedad actual? Tal vez, estamos en presencia de una situación que nuevamente nuevamente viene a reflejar el profundo odio hacia el cristianismo y la moral que le subyace, incluso, a configurar el modelo de sociedad que debiese ser validada en el espacio público, una “tolerante” con los “intolerantes” que creemos en Dios como símbolo de paz, equilibrio y diálogo, uno que se mutila sistemáticamente con estas acciones. Segundo, El artículo 1 de la Constitución Constitución afirma que Francia es una república indivisible, laica, democrática democrática y social: el laicismo es entonces uno de los cuatro atributos de ella.
Según una encuesta elaborada por el Instituto Francés de Opinión Pública (Ifop) en el año 2020, el 87/o de los franceses estima que la laicidad está “en peligro Entonces, la cuestión no pasa solamente por “deslumbrar” al mundo con un pseudocollage de “libre expresión”, de una ideología que viene a “rescatamos” de este inframundo, por el contrario, la situación fisura considerablemente considerablemente la idea de laicidad, del respeto y valor por todas las creencias adscritas en una polis, donde el Estado no debe abanderarse con una moral adyacente, sino más bien dar el espacio y libertad para que cada ciudadano sea respetado y respaldado en dichas temáticas, sin embargo, la idea de estar a la “vanguardia” parece haber desalojado a la razón del Estado y despolvado la cordura y equilibrio, una ironía para un país del primer mundo.
La famosa escena bíblica de Jesucristo y sus doce apóstoles compartiendo una última cena antes de la crucifixión, pero con un grupo de drag queens, una modelo transexual y un cantante desnudo disfrazado del dios griego del vino Dioniso, fueron el indeleble sello que quedará en el imagino colectivo de los Juegos Olímpicos, donde la ínfula de estos no solo iza la bandera progresista y agenda yuxtapuesta, sino también irrumpe las categorías de laicidad, laicidad, respeto ytolerancia que muchos parecen olvidar en la organización de estos Juegos Olímpicos, y lo que es peor aún, a vista y paciencia del Estado de Francia. Una vez más la intolerancia de los “tolerantes” deja huellas y daños públicos a rajatabla. BENJAMÍN ESCOBEDO (Teólogo e Investigador de Historia) Doctorando en Historia (Universidad San Sebastián) Escritor y Columnista de Opinión Juegos Olímpicos 2024: La intolerancia de los “tolerantes”.