Autor: Mónica Jara Directora de Formación y Contenido Escuela de Liderazgo USS
Columnas de Opinión: Gabriela Mistral y su liderazgo en Educación
Columnas de Opinión: Gabriela Mistral y su liderazgo en Educación D urante abril conmemoramos un nuevo aniversario del nacimiento de la primera mujer latinoamericana en ganar el premio Nobel de Literatura, hito del cual en diciembre se cumplirán 80 años. En este ámbito su liderazgo es incuestionable, siendo hasta hoy, la única chilena en haber llegado alo más alto de las letras a nivel mundial.
Sin embargo, en una faceta menos difundida, su huella en educación perdura en recopilaciones como Ternura, Magisterio y niño, la obra Desolación, inspirada en su labor como directora del Liceo de Niñas en Punta Arenas, entre otros escritos marcados por su especial vínculo con la educación rural.
Una delas primeras publicaciones en el extranjero del trabajo de Gabriela Mistral, “La defensa dela belleza”, parece más bien en el aula de “enseñar con gracia”, un resumen de su vocación tempranamente, a los 4 años, casijunpropósito que descubrió toala pasión porlla escritura, suoficio lateral. Imaginar una clase de Gabriela Mistrales pensar en elegancia enellenguaje, cuyo descuido consideraba robaralgo a la verdad.
Su dedicación a la formación alcanzaba también a sus colegas, a la”. Lo anterior, da cuenta de una visión de la enseñanza que va mucho más allá de la mera transmisión de conocimientos o la educación en competencias, siendo entendida como unacto perfectivo, centrado en el desarrollo integral de la persona del estudiante, en cuya tarea, aspectos vivos en la obra de Mistral «como laafectividad y latransmisión de valoresocupan un lugar central y cobran especial relevancia en tiempos en que como sociedad enfrentamos desafíos cada vez más complejos.
En ese sentido, nuestra institución, comprometida con educarenla virtud, recoge el postulado de acompañar el procesoformativo delos estudiantes fortaleciendo su voluntad para quebusquen el bien y la verdad, preparando así profesionales técnicamente competentes, con una sólida formación ética y una vocación orientada al servicio delos demás.
Hoy, cuando el nombre de Gabriela Mistral nuevamente resuenacon fuerza en los medios de comunicación, podemos honrarlarecordando su legado deliderazgo en educación que nos inspiraa buscarlo trascendente, pues como acertadamenteresume en sus pensamientos pedagógicos, “toda lección es susceptible de belleza”. Columna.