Autor: Camila Celis prensa Olatribuna. Cl
Madres relatan el doloroso duelo al vivir la muerte perinatal de sus hijos
Ste miércoles el Senado aprobó en general el proyecto de Ley Dominga, una mativa que pretende que todas las instituciones de salud tengan un protocolo universal con las madres que sufran muerte perinatal, incluyendo manejo médico y acompañamiento psicológico para ambos padres. Lapropuestafueimpulsada por Aracelly Brito, una madre que perdió a su bebé a las nueve semanas de gestación, y que asegura sufrió indolencia y falta de humanidad en el proceso de duelo. Tras la creación de este proyecto, un grupo de mujeres de Los Ángeles y Nacimiento, que vivieron la misma situación, decidieron unirse y mantener una red de apoyo para enfrentar su pérdida. Diario La Tribuna conversó con ellas para conocer sus experiencias y cómo ha sido el proceso de sobrellevar el dolor. Una de ellas es Sandra, de 39 años, quien padece Mujeres angelinas, y una de Nacimiento, crearon redes de apoyo para enfrentar la pérdida de sus bebés. una infertilidad femenina no asociada. La madre relató que “he sufrido seis pérdidas. La más grande fue Laurita, en 2017. A las 11 semanas el doctor me dice que ella no era compatible con la vida porque tenía síndrome de Turner y un tumor en el cerebro. Cuando supe, se me cayó el mundo porque me había costado mucho tener hijos con mi pareja. Laurita fue a través de una fecundación in vitro”. Frente a esto, la mujer contó que “busqué a un genetista y me confirmó lo mismo. Cuando tenía 20 semanas, la doctora me dijo que en unasemana mi hija ya no debería estar y que volviera el lunes a las 8 dela mañana. Ese día me ingresaron a Ginecología y todo anduvo bien hasta que hubo cambio de turno. La madre expresó que “me dejaron sola y recién a las 11 entró la matrona para colocarme la tercera dosis de Misotrol. Cuando rompí bolsa, le avisé a la alumna en práctica y me dijo que mientras no botara un coagulo, no me bajarían a parto. A las tres horas nació la Laurita, como pude la saqué y estuve cerca de una hora con ella muerta en mis brazos.
La tuve sola, los botones de emergencia no funcionaron, no hubo toma de signos vitales, ni monitoreo, nada”. Sandra buscó apoyo psicológico de manera particular, y se encuentra ala espera de la respuesta dela Corte de Apelaciones trasla demanda querealiz Ó al recinto hospitalario donde fue atendida. Quién vivió una situación similar fue Daniela, de 27 años. La mujer aseguró que en la primera ecografía que le realizaron, cuando tenía siete semanas, el médico le indicó que los latidos de su bebé eran débiles. “Al día siguiente fui para que me hicieran otra, y ahí me dijeron, de una manera muy fría, que no había latidos. En ese momento me derrumbé”, contó. Daniela relató que solicitó le realizaran una ecografía para ver a su bebé por última vez y “me respondieron que no, que para qué me iba a martirizar más. No quise que me hicieran legrado, preferí expulsarlo de forma natural”. Posterior a eso, la mujer se dirigió al hospital, donde indicó que “se dirigían a mí como la mamá del aborto.
Eran muy fríos conmigo, ahora recién estoy asimilando el trato que recibí”. Daniela no recibió tratamiento psicológico prolongado después de su pérdida, y aseguró que es miotro hijo y a veces escuchar música relajante, nada más. Quedé muy desprotegida”. Otraintegrante de esta red de apoyo es Karina, de 39 años, mamá de cinco hijos. “Dos de ellos están acá en la tierra y tres en el cielo. El 2015 quedé embarazada de gemelos. Me atendían distintos ginecólogos, me hacían ecografías y me decían que mis hijos venían bien. Nacieron por parto normal y fallecieron, no tenían posibilidad de contó. Karina aseguró que las condiciones en las que estuvo con sus bebés no fueron buenas.
“Estuve con ellos en sala de recuperación con otras madres y yo separada por un biombo”. Después de eso me esterilizaran, pero no lo autorizaron”. La madre contó que el año pasado quedó embarazada nuevamente, sin embargo, “no me di cuenta porque no engordaba y cuando pedí hora ya tenía 22 semanas. Me hospitalizaron de urgencia, le dije a la matrona que tenía dolores y me dijo que cualquier cosa tocara el timbre. A las horas rompí bolsa y mi bebé empezó a nacer mientras yo estaba sola.
Me bajaron a sala de parto con mi hijo a medio nacer porque querían que lo tuviera arriba, pero no pude”. En cuanto a la ayuda psicológica, Karina comentó que “la psicóloga que me asignaron no tiene un horario definido, me atiende por teléfono y no es lo mismo que presencial. Apoyo por parte del consultorio donde me atendí no tengo”. Otra madre que comparte el mismo dolor es Leslie, de 32 años, quien seembarazó en 2014 luego de que muchos médicos le diagnosticaran infertilidad. “Logré embarazarme. Cuando tenía cuatro semanas me explicaron que el embrión era muy pequeño. A la semana 12 empecé a sangrar y en el hospital me dijeron que fue un aborto espontáneo y quemibebéfueunembarazo ectópico.
Larabia que me da es embarazo ectópico no llega hasta las 12 semanas”. Leslie contó que me operaron, me sacaron la trompa izquierda y el médico ahí mismo que no llorara tanto si aún soy joven, y al menos me dejaron una trompa. Después de eso me dejaron en Maternidad con otras mujeres y sus bebés, todos felices y yo sufriendo. Pasan los años y todavía lo lloro mucho. ” La madre mencionó que a través de internet descubrió la Ley Dominga, y que su dolor podía compartirlo con otras mujeres. “Me di cuenta de que no estaba sola. Hay gente que sí me ayudó y que sí saben lo que siento”.