Autor: FERNANDO MARAMBIO
Los monstruos que trajo de vuelta la serie “The outsider”
¿ Cómo son El Cuco, Baba Yaga, Bogeyman y Baboulas? Historias que ponen límites en una sociedad Opina Emilio Araya, master en literatura inglesa de la la U.
De Leeds y profesor de la U, Mayor: “Esta clase de relatos con seres malignos como El Cuco pueden funcionar como admoniciones frente a la necesidad de establecer o sugerir ciertos límites al comportamiento no sólo de los niños, sino de la sociedad en general. Los infantes de la antigúedad y la Edad Media eran considerados miembros útiles de la sociedad. El hijo de un herrero tomaba las herramientas en cuanto pudiera. Por eso aprendían los relatos como todos los otros miembros de su entorno.
Los cuentos dirigidos a niños tiene origen desde el movimiento romántico el siglo XIX, cuando aparece la idea de niñez como etapa de inocencia”. “No tenían una mera función de enseñanza, como se podría entender desde un didactismo del siglo XVIII, que buscaba siempre una moraleja. Los relatos son multipropósito, pues también cumplen con satisfacer el gusto innato por las historias y de representar el mundo que nos rodea.
Fijan los límites de lo permitido y lo noble, indicando que aquello que queda al margen es inaceptable para la mutua convivencia”. “Estos relatos han sido reformulados a través de la historia desde la época preliteraria y son reformulados una y otra vez. Estructuran la forma de pensar y las representaciones simbólicas en la mente humana. El monstruo es una forma del arquetipo de la sombra que, siguiendo a Carl Gustav Jung, representan el lado B, la sombra, lo reprimido, lo que hemos aprendido a reconocer como indeseable o inhumano. Eso pasa con el Hombre del Saco y con la bruja de Hansel y Gretel”. Mo y último capítulo de la espléndida serie "The outsider”, cuyo último episodio fue emitido el domingo en el cable. Durante toda la temporada se asoma la amenaza de un ser maligno que amenaza a los niños. Los personajes lo llaman de diferentes maneras según su lugar de origen. Los latinos lo llaman El Cuco, los norteamericanos le dicen Bogeyman, entre otros apelativos que le dan en diferentes culturas. Todos ellos raptan y comen menores de edad. “En relatos folclóricos de distintos lugares del mundo y diferentes épocas aparecen estas figuras que amedrentan para controlar y evitar ciertos comportamientos en los niños. Hacen una pedagogía a través del peligro”, L a plataforma de HBO Go ya tiene el déciComenta Carolina Pizarro, doctora en literatura y profesora del Instituto de Estudios Avanzados de la Usach. Estas figuras están presentes en la literatura juvenil para representar fuerzas oscuras, tentaciones y riesgo como el Lobo de Caperucita o El Viejo del Saco”, agrega. Acá hay un pequeño bestiario que presentó la serie. El Cuco También llamado El Coco, nace en la tradición española. “Hay referencias en canciones populares del siglo XV, con la misma canción que conocemos todos y que dice duérmete, niño”, cuenta el historiador español Luis Clemente, experto en Edad Media y profesor de la U. De Chile. Agrega que el personaje se lleva a los niños desobedientes y que es el mismo al que llaman El Hombre del Saco. “Hay un grabado muy famoso de Goya llamado Que viene el Coco, con un ser que asusta a una madre y su hijo”, asegura. En España también hablan de El Sacamanteca, un espectro que les quita la sangre y la grasa a los niños. El relato tendría una base en ideas antiguas: "Se creía que esos elementos eran una especie de remedios de dolencias como la tuberculosis", dice Clemente. Se dice que los exploradores españoles y portugueses que exploraron el mundo en el siglo XVI llevaron hasta Europa los frutos de las palmeras. Ya que tenía 3 agujeros y muchos pelos, recordaban la cara de los fantasmas que se mencionaban en los cuentos del Coco. “La versión chilena de este ser se llama El Viejo del Saco”, dice Osvaldo Cadiz, investigador del folclore nacional y colaborador de su pareja, la fallecida Margot Loyola. Cían en cuentos que se relataban en el campo, junto a un brasero y que nos daban mucho miedo. Era descrito como un tipo andrajoso, de caminar lento, que se imponía por su presencia y que se llevaba a los niños que se portaban mal”, comenta. Bogeyman Se trata de la versión del Cuco para Estados Unidos. Se dice que su nombre deriva del inglés antiguo. Se describe de muchas forLa producción, que terminó el domingo, presentó una escalofriante galería de seres malignos que raptan niños. Mas variadas: como un espíritu, una criatura legendaria, con forma de animal o demonio. Usualmente se dice que rapta niños y hasta se los come. “Hay muchas canciones sobre el Bogeyman y está relacionado con El Arenero, de la mitología alemana, que es recogido por el célebre E.T.A. Hoffmann (1776-1822)”, comenta el lingúista Ricardo Martínez, académico de Ciclos de la UDP.
Agrega que el Bogeyman se ha actualizado en el cine de terror norteamericano con Michael Myers, de “Halloween” (1978), o Freddy Krueger, de “Pesadilla” (“A nightmare on Elm Street”, 1984). "Hay muchos estudios en que había una especie de control de la industria cinematográfica de los deslices, especialmente sexuales, que los jóvenes podían cometer”, dice Martínez. Baba Yaga Los viejos cuentos rusos mencionan a una bruja que vive en el bosque y que come niños malportados.
Su nombre es Baba Yaga. "Yo leía esos cuentos, hay muchos de ellos”, dice la historiadora rusa Elena Bogush. "Se trataba de una mujer anciana que vivía en una choza que tenía patas de gallina y que se movía. A los niños los cocinaba en una estufa a leña”, menciona Oleg Yasinsky, ucraniano que vive en Chile hace 27 años y que asegura que estos cuentos eran también Populares en su país. “Ella tiene por pareja a Kaschey El Inmortal, un ser que guarda su muerte dentro de una aguja que estaba dentro de un huevo, guardado en un cofre”, afirma.
El nombre Baba Yaga fue reflotado gracias a la saga “John Wick”. Baboulas En la serie "The outsider” un personaje relacionaba al Cuco con Baboulas. "Tengo 33 años y este tipo de relatos los escuchábamos de nuestras abuelas. Ellas decían que si no comíamos, vendría Baboulas a buscarnos”, relata Lia Hatzitheologou, profesora de griego de la colectividad helénica de Santiago. "Más que una figura con una forma física definida, es un monstruo. Su origen podría estar en una palabra medieval que describía a una mujer con un velo o con el sonido de insectos. Las historias decían que se comía a los niños inquietos. Hoy se emplea metafóricamente para hablar de alguien temible, como, por ejemplo, mi jefe se comporta como un Baboulas”, añade.