Autor: Texto y fotografías, Pablo Andulce Troncoso.
El desierto reinterpretado
El desierto reinterpretado W aze dijo: "Dobla a la derecha", e incluso el conductor se sorprendió: ¿ a la derecha de qué? Hasta llegar a un descenso hacia el río, no se vio ningún trazado, mucho menos calles, solo tierra y piedras atacameñas. La flecha de la aplicación actuó como brújula para encontrar el lugar donde vive Tatane Durán.
Aun así, esta artista consigue atraer a muchos visitantes chilenos y extranjeros a su taller en el ayllu (división ancestral equivalente a un barrio) de Quitor, en San Pedro de Atacama. "Aquí les muestro la intimidad del oficio, lo que estoy haciendo, cómo lo hago. Ha sido un aporte interesante, un nuevo enfoque en la defensa de la artesanía, que muchas veces se desperfila. Por eso estoy haciendo una salita para exponer", explica Tatane sobre la manera en que se relaciona con sus clientes desde que cerró La Mano Arte, su emblemática tienda en la calle principal del pueblo. La abuela de Tatane Durán fue Teresa Vicuña, una destacada escultora terracotista. En su taller, junto con su madre, estuvo expuesta al oficio durante toda su infancia, aunque tuvieron que pasar muchos años para que entrara de lleno en él. "Dejé todo para instalarme acá. Llegué en 1986 y, aunque era capital arqueológica, en ese momento San Pedro no era lo que es hoy. Fuimos de alguna manera pioneros en proponer un tipo de turismo diferente. La intuición me devolvió a esto que ha sido mi razón y pasión por 32 años; que además es mi sustento, gracias a que me encuentro en una localidad turística. Es lo que me mueve: interpretar de manera directa mi territorio, las cosas que me llaman la atención de él.
Lo hago modelando cerámica a mano, con técnicas tradicionales, en las cuales soy bastante experta". Tal es su dominio de ellas que ha sido reconocida con los sellos de excelencia en artesanía de la Unesco, el Consejo de la Cultura y la UC. La mezcla de cerámica y la técnica de cocción son una receta propia de Tatane. A través del resultado busca hacer aparecer la historia sin renunciar a la condición utilitaria. "Me gusta ese concepto amerindio, no escultórico. En mi trabajo se aprecian tres líneas: la flora, la fauna y los personajes antiguos. Esta última consiste en estatuillas protectoras del desierto, en las que interpreto imágenes sacadas de pictografías y del imaginario de la zona.
Es un trabajo que comencé por el impulso de una arqueóloga, Helena Horta, en el que me apego a los elementos del desierto de Atacama". En la línea de la flora aparecen cactus, chañares y algarrobos. La fauna está poblada por zorritos colorados, camélidos y gatos andinos. Tatane Durán agradece a su intuición haber llegado a San Pedro de Atacama a mediados de los 80 y reencontrarse con la cerámica poco después.
El territorio y su imaginario tienen una influencia potente en su trabajo, el que viene desarrollando por más de 30 años y ha sido reconocido con el Sello de Excelencia en Artesanía por organizaciones como la Unesco. Texto y fotografías, Pablo Andulce Troncoso. El desierto reinterpretado TALLER POR TALLER Las técnicas tradicionales que usa Tatane son presión manual, rollo, placa y ahuecado. JAVIERA ESCUDERO TATANE DURÁN.