Inteligencia artificial y salud: una realidad con luces y sombras
Inteligencia artificial y salud: una realidad con luces y sombras íd En salud, la inteligencia artificial (lA) pueden contribuir a la toma de decisiones en la atención clínica y poblacional, apoyar la generación e interpretación de datos sanitarios complejos para la gestión de procesos asistenciales, el diseño de polfticas, la conducción de crisis sanitarias, en facilitar el acceso igualitario a una atención oportuna acercando los servicios al hábitat de las personas y potenciando las capacidades de los profesionales de la salud y, en mejorar el acceso a la información a las personas favoreciendo un ejercicio más democrático del poder en el área.
La lA también, se está convirtiendo en una colaboradora en la formación de profesionales al generar escenarios, desarrollar e integrar casos de estudio junto a situaciones y datos clínicos reales, lo que permite a estudiantes obtener resultados de aprendizaje de gran calidad, tanto disciplinares como en los ámbitos del desarrollo de habilidades de comunicación, toma de decisiones éticas y trabajo en equipo, aspectos cruciales en la atención de las personas. Hay que considerar que las estrategias de lA en la salud plantean también grandes desafíos técnicos, éticos, polfticos, regulatorios. Por ello, la Organización Panamericana de la Salud plantea algunas recomendaciones, tanto para polfticas públicas como para futuras legislaciones que den certeza de una implementación implementación segura, ética y responsable.
Entre otras, propone que estas herramientas sean evaluadas en su costo efectividad para asegurar agreguen valor en los procesos y que no distraigan recursos a actividades esenciales como la atención primaria; que sean un medio para lograr mayor accesibilidad, inclusión y disminución de inequidades; que salvaguarden aspectos de privacidad, confidencialidad y seguridad de los datos de las personas; yque eviten riesgos éticosysesgosen los algoritmos que afecten la calidad de la informaciónyde las decisiones.
Un desarrollo correcto de la inteligencia artificial requiere de algunas condiciones tales como la transparencia, inclusión y no discriminación discriminación con que se debe acceder a estas nuevas tecnologías; la protección de los datos, y la integridad científica que asegure prácticas óptimas: confiables, roproducibles, justas y honestas, y que posibiliten la rendición de cuentas. Un uso no regulado podría subordinar los derechos e intereses de las personas a los poderosos intereses comerciales de las empresastecnológicas. La lA continuará desarrollándosea una velocidad sorprendente. Por ello, no es momento de oponerse a un hecho inevitable, sino prepararse proactivamente generando capacidades para garanzarqueel desarrollo sea seguro, confiable, ético, equitativo y orientado al bien común.
Es perentorio que como país desarrollemos desarrollemos políticas y regulaciones de modo existan estándares mínimos, buenas prácticas y procesos formales de control y rovisión, juntoa potenciar el papel del Estado como promotorde alianzas estratégicas para que el acceso a estastecnologías sea abierto y no discriminatorio, asegurando un desarrollo integral, coherente y sostenido de estrategias de inteligencia artificial en salud pública. Inteligencia artificial y salud: una realidad con luces y sombras Osvaldo Artaza Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales Universidad de Las Américas.