Horrible tragedia: hijo de tres años y sobrino de ocho la vieron morir al volante de su auto
QUILLOTA. - Una verdadera tragedia se vivió la tarde de ayer miércoles en las calles de Quillota, cuando una joven mujer perdió la vida de un momento a otro mientras conducía su vehículo en las cercanías del Estadio “Lucio Fariña Fernández”. Según el relato de algunos vecinos del sector, su automóvil circulaba por la calle Yungay cuando, en la intersección de Pinto, disminuyó la velocidad y suavemente subió dos de sus ruedas a la berma antes de detenerse.
Previamente, al interior del vehículo, la conductora Stephany Apablaza Larrosa usó su último aliento para estacionar el vehículo que conducía y poner a salvo a los pequeños stephany Nicole Apablaza Larrosa, de 33 años, sabía que algo muy malo le ocurría. Trató de continuar con su recorrido, ya que llevaba al interior del auto a su pequeño hijo de apenas tres años y a su sobrino de ocho. Pero al llegar a las cercanías de Pinto supo que no lo lograría, así que con su último esfuerzo estacionó el auto y miró a los pequeños para comprobar que se encontraban bien. En ese momento, al ver que había logrado su objetivo de poner a salvo a los niños, Stephany no soportó más y cayó desplomada hacia el asiento del copiloto. Los menores, sin saber qué estaba pasando, gritaron por ayuda. Por suerte, muchos vecinos del sector salieron de sus casas para socorrer a la mujer.
Sin embargo, lamentablemente ninguno de ellos sabía de primeros auxilios. 40 MINUTOS DE REANIMACIÓN Una de las vecinas corrió en dirección a las oficinas de la empresa Gasco de calle Yungay, desde donde llamaron a la ambulancia del SAMU. De inmediato salió una unidad pero, para ganar tiempo, los paramédicos comenzaron a dar indicaciones a los vecinos que trataban de ayudar.
Pero pese a sus buenas intenciones, desafortunadamente ninguno pudo reanimarla. por más de 40 minutos el personal de emergencia trató de evitar la muerte de la joven madre, pero todos los esfuerzos fueron infructuosos, ya que cerca de las 14 horas el corazón de Stephany no volvió a latir. Gritos de dolor podían oírse en todo el barrio por parte de la familia de la joven fallecida.
Su hermana, su madre, su esposo y cerca de una decena de familiares llegaron hasta el lugar sólo para encontrarse con la escena más triste de todas: el cuerpo de su querida Stephany sin vida, cubierto con unas frazadas. El personal del SAMU se retiró del lugar pasadas las 14 horas sin tener claridad sobre las causas de la muerte de la mujer. Por lo tanto, quedó Carabineros a la espera del Servicio Médico Legal, entidad que haría el levantamiento del cuerpo de acuerdo a lo dispuesto por el fiscal de turno. Según pudo conocer “El Observador”, la madre padecía una serie de enfermedades de base como hipertensión y diabetes, lo que pudo haber contribuido al fatal desenlace. De igual manera, hace algunos años, el padre de la víctima también había fallecido a causa de un ataque cardíaco fulminante, lo que podría añadir un factor hereditario en la condición de la mujer. Es que si bien aún no se sabe con certeza la causa de muerte, todo apuntaría a una falla al corazón. stephany tenía cinco años de matrimonio y un hijo de tres años.
Vivía en el sector de la calle Agustín Avezón y se desempeñaba como trabajadora en la multitienda La Polar de Quillota, dejando un gran vacío entre sus colegas y el resto de sus amigos y familiares, quienes lloran la partida de la valerosa mujer que usó su último aliento de vida para asegurarse de que su hijo y sobrino estuvieran bien.