El arte de Guillermo Núñez: Inclaudicable, generoso y transparente
El arte de Guillermo Núñez: Inclaudicable, generoso y transparente D esde el corazón del corazón. A partir de lo más profundo, Guillermo Núñez (19302024) confeccionó un cuerpo de obra estrechamente vinculado con la condición humana.
Aunque sus pinturas, grabados, objetos e instalaciones brotan de lo biográfico, sus colores y formas se expanden hasta evocar, con una potencia no siempre fácil de procesar, los dolores, luces, colores, expectativas y crisis de la existencia. Los grandes temas que interpelan a otros interiores y al colectivo. Ese era uno de los instantes más relevantes para él: cuando la obra encontraba quien la completara.
Sus ojos brillaban, tal como ocurrió en marzo, cuando el Premio Nacional de Arte estuvo en la apertura de "Guillermo Pop", exposición que despliega en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC Quinta Normal) trabajos hechos entre 1965 y 1973. "La reunión entre la obra y la gente siempre me sorprende y todo cobra absoluto sentido", dijo entonces a "El Mercurio". Estaba conmovido e irradiaba felicidad; había recibido aplausos, abrazos, y encendía nuevas reflexiones sobre su quehacer. La apertura de la muestra, en el museo que él mismo dirigió entre 1971 y 1972, fue su última aparición pública. Núñez murió ayer en su casa situada a los pies de la cordillera. Desde allí había transitado por la pandemia sosteniéndose en la factura de dibujos que llamaba "la caligrafía del alma" y que hizo hasta el final. También allí, aunque su salud se debilitaba, había pasado un verano entusiasmado por esta exhibición. Si bien una pequeña parte de su arte "pop-lítico" se había visto, como en su retrospectiva "Núñez 85. Dibujar con sangre en el ojo" (2015), nunca se había desarrollado una investigación completa en torno al período. Menos una a cargo de jóvenes. Estudiantes del curso de curaduría de la licenciatura en Artes de la U. Chile asumieron el trabajo guiados por su profesora Paz López.
El artista se formó en la misma u n i v e r s i d a d --con referentes como Gregorio de la Fuente y Pablo Burchard--, antes de un viaje que inició en los años 50 por Europa y siguió en Nueva York. Volvió a Chile a fines de los 60.
Núñez anhelaba ampliar el acceso a la cultura --cruzada que jamás dejó-y se comprometió con proyectos como "El pueblo tiene arte con Allende". Después, instaló ese mismo énfasis en el MAC, convocando a nuevos públicos hasta que en 1972 deja el museo. En 1973 se produjo el golpe de Estado y fue detenido por primera vez. La segunda fue cuando expuso "Exculpturasprinturas", en 1975. Su obra jamás vuelve a ser la misma y él vive su exilio en Francia hasta 1987. "Desde muy temprano, Núñez trabajó en torno a arte y política, o arte y contingencia. Fue un autor sumamente atento a lo que sucedía con la condición humana. Eso era lo fundamental, así como su gran libertad de creación y de reflexión plástica.
Basta mirar su obra de los años 60 para evidenciar, desde ya, su gran pregunta: ¿ Cuál es la humanidad del hombre? Más adelante, hacia sus últimos trabajos, la interrogante era `¿ Qué es el ser humano?'", comenta Gaspar Galaz, académico emérito de la UC, y uno de los tantos artistas que ayer despidieron a Núñez en el MAC Parque Forestal, mientras por las redes sociales corrían decenas de sentidos homenajes.
El velorio continúa hoy y a las 12:45 horas se realizará una ceremonia en el museo. "Núñez no se petrificó en el dolor, sino que lo usó como combustible para echar a andar de nuevo la vida.
Quizás porque sabía que la única manera de seguir fiel a su deseo de un país más generoso, menos individualista y más alegre, tenía que ver con continuar construyendo --desde palabras e imágenes-reflexiones sobre la vida en común. Por eso tal vez su obra se volvió un lugar al que las nuevas generaciones vuelven. Hoy alguien me dijo: `Le brillaban los ojos'. Me pareció una frase hermosa a la hora de pensar en él. En ese brillo hay algo de bondad, amor, dulzura, entusiasmo. Una suerte de deseo de vida, incluso en el dolor", sostiene Paz López. El arte de Guillermo Núñez: Inclaudicable, generoso y transparente Siete décadas de trayectoria y jamás abandonó sus preguntas en torno a la condición humana ni su cruzada por abrir el acceso al arte. Murió ayer, a sus 94 años. DANIELA SILVA ASTORGA En 2022, el artista donó 150 pinturas, como esta, al patrimonio de la U. de Chile. Las conserva el MAC. GUILLERMO NÚÑEZ "Dibujar me mantiene vivo. He dibujado mucho a partir del deslumbramiento que me produce la caligrafía japonesa y china. Lo llamo una caligrafía del alma, que nace de un cierto silencio, y va de corazón a corazón", dijo Núñez. CLAUDIO CORTÉS DANIEL CRUZ Director del MAC. ..................................................................... "Guillermo Núñez fue un autor con gran capacidad de construir sentido del arte en su época; consciente de los aspectos sociales que circundan la obra. Le interesaban todos los posibles despliegues de esta: un arte abierto, expandido, democrático". INÉS ORTEGA-MÁRQUEZ Curadora. ..................................................................... "Se va un grande. Una persona dotada de gran humanidad, y que luchó por las libertades y los derechos humanos, sufriendo en su propio cuerpo tortura y exilio con ejemplar entereza. Fue un artista que convocaba a través de una crítica mordaz envuelta en poesía". VARINIA BRODSKY Directora MNBA. ..................................................................... "Núñez es uno de los artistas chilenos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Un creador infatigable, de una consecuencia ejemplar, y ser humano generoso que no escatimó en la entrega a muchas generaciones. Se va un amigo. Queda un vacío imposible de llenar". SILVIA WESTERMANN Presidenta de la Academia Chilena de Bellas Artes. ..................................................................... "Fue un artista completo. Gran dibujante y colorista, pero además un creador consecuente que plasmó su vida en obras maravillosas y de mensaje muy fuerte". CUATRO VOCES.