Editorial: Vivir y caminar con temor
. 0Editoriala habido consistencia, en cada una de las encuestas de opinión nacional y regional, acerca de cuál es la principal preocupación de la ciudadanía.
Seguridad, delincuencia, narcotráfico y crimen organizado, independientemente del orden que puedan ocupar en cada sondeo y si se les agrupa o no en la medición, aparecen sin muchas variaciones entre los primeros lugares desde hace algunos años, desde que las prioridades fueron mutando progresivamente hacia este bien esencial para el desarrollo de la vida de las personas.
La cuarta encuesta de Gente del Sur y la Universidad San Sebastián, que viene tomándole el pulso a la opinión pública de Los Lagos con sondeos periódicos, ha venido a confirmar esta sensación generalizada: la gente, sea donde sea que viva, se siente insegura por el avance de la delincuencia, el narcotráfico y más recientemente la acción del crimen organizado, que Puerto Montt ya vivió en particular con la reciente condena en contra de una facción local del Tren de Aragua.
Delas tres principales inquietudes de las personas en la última medición, difundida esta semana, dos corresponden a este ámbito, seguridad en el primer lugar, con el 76%, y narcotráfico en el tercero, con el 61% (salud ocupa el segundo, con el 70%). Aunque hay cierta distancia en la apreciación del aumento de la delincuencia en la consulta acerca del panorama nacional comparándolo con el de Puerto Montt (73% versus 41%), la realidad que arrojan las cifras del estudio de opinión son indesmentibles: la gente teme hoy salir por las noches e incluso ha cambiado sus hábitos (después habría que ver cuánto de esto ha afectado al sector del entretenimiento nocturno en la capital regional y Puerto Varas, por ejemplo). Todo esto ha sido materia de preocupación del Gobierno, pero cada uno de los homicidios que sacuden al país, con un nivel de violencia inusitado, con oleadas de crímenes escabrosos que se suceden sin parar, demuestran que se tiene que hacer algo nuevo, pueslos planes iniciados, como el “Calles sin Violencia”, han resultado infructuosos hasta ahora en su propósito de brindar más seguridad. El gran peligro aquí es ir asumiendo lentamente esta nueva realidad y dejar de sorprenderse. Ese sería el inicio del fin.
Por eso es que ha de demandarse al Gobierno la adopción de planes efectivos más que efectistas y un amplio acuerdo político para las medidas quese necesitan en tiempos desesperados.. La encuesta de Gente del Sur ratifica el complejo escenario nacional y regional: la gente demanda mayor seguridad.