Autor: Claudia Unda Universidad Andrés Bello, Concepción
Columnas de Opinión: Cada vez más tempranas Infartos, hipertensión y diabetes
Claudia UndaEl reciente fallecimiento del futbolista uruguayo Juan Izquierdo, quien colapsó en pleno partido, ha puesto en evidencia un problema creciente: las afecciones cardiacas en personas cada vez más jóvenes. El caso del deportista su deceso obedeció a un infarto producto de una arritmía, una afección que también haido ganando terreno en Chil. Tradicionalmente, se conside-raba que losinfartos eran un problema de los mayores; sinembargo, los datos actuales muestranun aumento en la incidencia deinfartos en menores de 45 años.
Seestima que alrededor del 10% delos infartos ocurren en personas menores de 40 años, na estadísticaque debería preocupar-'madamente el 36% de la población chilena padece hipertensión, superando el promedio global del 33%. Se ha observado que la hipertensión se está diagnosticando con mayor frecuencia en personas jóvenes, lo que plantea seríos desafíos para la salud pública, en especial porque si bien 71% de las personas han sido diagnosticadas, solo el 59% está en tratamiento y apenas el 34% tiene su condición controlada. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Chile, representando el 30% de los fallecimientos. Dentro de estas, el 30% se debe aaccidentes vasculares y el 29% a infartos, Entre las principales enfermedades que afectan a los13%, aunque se estima que la cifrareal es aún mayor.
Los factores de riesgo más prevalentes son el sedentarismo afecta al 86,7% de la población, el 74,2% presenta malnutrición por exceso de peso, con un 40% ensobrepeso y un 34,2% enobesidad; el 276% de la población eshipertensa y un 33% fuma activamente, mientras queel tabaquismo pasivo afecta al 15,2%. El consumo riesgoso de alcohol está presente en el 11,7% de los chilenos. Investigaciones vincularían, además, el Covid-19 con afecciones cardiacas. Para reducir el riesgo de inartos, especialmente en la población joven, es crucial modificar nuestras conductas. El siste-nos a todos. nivel nacional la edad proA medio para sufrir un infarto en llos hombres es de 64 años, mientras que en las mujeres es de 74 años. Además, los hombres presentan una tasa de mortalidad más alta, con un 24% falleciendo antes de llegar a recibir atención hospitalaria. Para los menores de 50 años, los principales factores de riesgo para un infarto incluyen la obesidad, la falta de actividad física, el consumo de tabaco y una dieta poco saludable. En el caso de las mujeres venes, el tabaquismo y el estrés emocional son factores especialmente determinantes. Según la Organización Mundial (de la Salud (OMS), aproxi-chilenos en este sentido se en-cuentran la hipertensiónarteria, elinfarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardíacay las enfermedades cerebrovasculares. Además, laarritmia cardíaca, especialmentelafibrilación auricular, se ha convertido en una preocupación creciente debido a su capacidad para provocar acc dentes vasculares a través de la formación de coágulos que pueden migrar al cerebro.
El panorama empeora cuando consideramos factores como la se clasificacomo diabetes, queya una enfermedad cardiovascular debido al daño que provoca en los vasos arteriales, A nivel nacional esta patología tiene una prevalenciasubdiagnosticada delma de salud ha avanzado y la implementación del GES (Garantías Explícitas en Salud) ha mejorado la atención de salud en el país. Sin embargo, mientras persistan los hábitos de vida poco saludables y la tendenciaa acudiral médico solo cuando los síntomas son graves no lograremos reducir estas tasas. La falta de prevención sigue siendo un gran obstáculo en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares por lo que cada uno debe tomar protagonisesta tendencia. mo para romper.