Pasión por la identidad
Pasión por la identidad "L o felicito, porque usted sabe muchas cosas, pero es muy ingenuo; ahorre plata y compre un pasaje a Europa si quiere ver casas antiguas", le dijeron claramente al otro lado del teléfono al arquitecto Hernán Rodríguez.
Joven y tempranamente apasionado con temas de patrimonio, había identificado en calle Agustinas una casa proyectada por el arquitecto francés Brunet de Baines, a mediados del siglo XIX, y que iban a demoler para levantar oficinas. "Pensé que podría hacer algo si les contaba el valor de la casa... me sentí tan limitado", dice hoy repasando su camino en torno al patrimonio.
La frustración sigue siendo la misma, para alguien que cada día ve cómo se pierde parte importante de nuestra historia en tantos cambios que experimenta la ciudad. "Ha habido cosas positivas, como la restauración del Palacio Pereira, donde el Estado tuvo un rol fundamental, pero necesitamos un pensamiento distinto. Hoy, el hecho de que un edificio se declare Monumento Histórico no significa nada, no se garantiza su conservación. Todo es más bien teórico; el aparato que tiene el país para rescatar su pasado es insuficiente", dice. Voz autorizada en estos temas y director del Museo Andino, formó parte de los equipos de restauración de obras como La Moneda, Palacio Riesco, Palacio Cousiño, Posada del Corregidor y Municipalidad de Santiago, entre otras.
Las tres últimas, con Rodrigo Márquez de la Plata, de quien fue dibujante y luego socio y amigo; y recibió, a fines del año pasado, el Premio Gabriel Guarda, que por primera vez entregó el Centro de Patrimonio Cultural UC. "Es un premio significativo, porque le da peso al tema patrimonio, y más todavía con el nombre del padre Guarda, quien me enseñó mucho y con el que fuimos amigos", cuenta mientras recuerda sus años de estudiante en la UC. "Fui su ayudante en la escuela, y trabajamos juntos en el proyecto del Museo de la Casa Anwandter y en la iglesia Los Franciscanos en La Serena.
Él tenía el don de transmitir la pasión por la belleza, y la relación que tiene la arquitectura con el modo de vida y el pensamiento del momento". ¿Él gatilló su interés en el patrimonio? No directamente, pero me acompañó en este camino reafirmando mi vocación.
Recuerdo que de niño me iba al colegio, que quedaba en Alameda con Brasil, y pasaba más de una hora arriba del bus dibujando las casas que veía; era un interés fuerte, y una vez que salí, antes de entrar a la universidad, me fui a trabajar al campo, a Graneros, donde descubrí el mundo rural de la zona central, sus costumbres, su arquitectura, dibujaba las obras del período colonial, rescataba historias de los edificios, armaba cuentos.
Desde esos años a hoy, ¿cómo ha camPasión por la identidad Al arquitecto Hernán Rodríguez lo mueve la cultura, y ha dedicado su vida al estudio, salvaguardia y puesta en valor del patrimonio histórico, artístico y arquitectónico nacional. Su firma está en la restauración de emblemáticas obras y hace poco recibió el Premio Gabriel Guarda que entrega el Centro de Patrimonio UC. "El país no puede perder el nexo con su pasado", dice. Texto, Soledad Salgado S. Retrato, José Luis Rissetti Z. Fotografías, El Mercurio. "El Centro del Patrimonio hace una bonita labor, mantienen la velita prendida, pero hoy necesitamos un foco". ENTREVISTA. Pasión por la identidad Le dolió que la casa Hodgkinson en su querido Graneros no pudiera ser conservada a pesar de ser Monumento Histórico. En la restauración del edificio Gasco trabajó con la oficina Izquierdo Lehmann. Fue director del Museo Histórico Nacional y actualmente, actualmente, director del Museo Andino. Destaca la restauración restauración del Palacio Pereira como una de las buenas obras de rescate impulsadas impulsadas por el Estado. Trabajó con el padre Guarda en el Museo Casa Anwandter Anwandter en Valdivia. “La centenaria iglesia de Carelmapu Carelmapu se incendió en enero esperando una restauración.
Llevaba 16 años cerrada”, cuenta. biado la valoración del patrimonio? Cuando yo estudiaba eran pocos los interesados, interesados, pocas mociones al respecto; si bien hoy se ha ampliado el interés, y hay harta gente gente investigando el tema, especialmente en las universidades, lo cotidiano que está sucediendo sucediendo en las ciudades pasa por encima de eso.
Mis papás nos llevaron al sur cuando tenía tenía unos 9 años y nos íbamos alojando en distintas distintas ciudades, y cada una tenía su identidad material, su plaza, el cine, los edificios del centro; centro; hoy haces el recorrido y no queda nada, son todas prácticamente iguales.
Falta consolidar consolidar un sentimiento masivo del patrimonio. ¿Cómo se logra eso? No es un tema de recursos, aunque en Chile es cerca del 1% lo que se destina a Cultura Cultura a diferencia del resto de Latinoamérica, que en general es del 3% o 5%. Pienso que la clave es la educación.
Crear conciencia de que Chile partió hace años, que somos parte de un proceso, de una manera de ser, de una materialidad, Hacer que las personas se sientan sientan incluidas, pero estamos tan desconectados... desconectados... el cambio debe ser de la raíz; es triste cuando en los colegios llevan a los niños de paseo a las fábricas de helado y no a sitios que complementen sus clases, El Ministerio de Educación debiese preocuparse. Yo saldría a la calle con una pancarta si pudiera, pero ya pasó mi momento. El país no puede perder el nexo con su pasado.
A propósito de manifestarse, ¿cuánto le dolió el estallido de 2019? Pfff... qué te puedo decir. ¿Qué lleva a esa gente a destruirlo todo? Me llamó mucho la atención la quema de la parroquia La Asunción Asunción en Vicuña Mackenna, los atacantes gritaban gritaban enardecidos cuando iba a caer. Y al ver esa imagen dramática, me percaté de que el perfil era igual al de la capilla Santa Rita. La pobre iglesia no alcanzó a contarles que fue obra de Teodoro Burchard, un arquitecto alemán alemán que llegó a Chile hacia 1850. Como muchas muchas otras obras, pasó al olvido. VD.