«Que una persona pida ser atendido es el honor más grande que uno como médico puede tener, porque lo más valioso para el paciente es su vida y su salud»
«Que una persona pida ser atendido es el honor más grande que uno como médico puede tener, porque lo más valioso para el paciente es su vida y su salud» Doctor Jorge Rojas Zegers, fundador de Coaniquem galardonado con el Premio Nacional de Medicina 2024. Nilda Vergara, coordinadora de la oficina de Coaniquem en San Felipe. En el Valle del Aconcagua son 808 los pacientes históricos y 93 actuales que son apoyados por Coaniquem.
Diario El Trabajo se contactó con el doctor Jorge Rojas Zegers, fundador de Coaniquem y quien fue galardonado el 19 de marzo con el Premio Nacional de Medicina, con el propósito de conocer las motivaciones detrás de su carrera profesional en la organización y la relevancia que tiene la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem) para el Valle del Aconcagua.
Rojas es cirujano plástico y reconstructivo, especialista en el área de cuidado y rehabilitación de quemaduras y en malformaciones craneofaciales en el área infantil, dedicando gran parte de su vida a la atención de niños y adolescentes. ¿Qué significa para usted ser galardonado con el Premio Nacional de Medicina? Creo que este premio le ha dado alegría a mucha gente en Chile.
Es muy hermoso cuando me han llamado para felicitarme, pero lo recibo con mucha humildad también porque este es un premio que está sin duda relacionado con el trabajo de Coaniquem, somos 600 personas que trabajamos atendiendo día a día. También hemos atendido a muchos niños de San Felipe, por ejemplo, en San Felipe hemos atendido históricamente 261 pacientes, estamos ahora activos con 37 niños.
Es un servicio que ha llegado a todo rincón del país: tiene pacientes que son atendidos, familias que han recibido prevención de quemaduras, profesionales que se han capacitado, es decir, Coaniquem ha estado cerca. (... ) Que un paciente pida ser atendido es el honor más grande que uno puede tener como médico porque lo que tiene más valioso es su vida y su salud y la pone en las manos de uno como profesional. ¿Cuáles fueron sus motivaciones para fundar Coaniquem? Yo me recibí el año 1974 de médico y trabajé en el Hospital Roberto del Río donde hice mi formación. Había tres áreas, un área de cirugía general, otra de ortopedia y traumatología, y plástica y quemado, yo quedé destinado a esa última donde me sentí muy feliz de poder hacerlo. Estando ahí me tocó aprender muchos casos de niños con quemaduras.
Me llamaba la atención que eran muchos pacientes los que estaban en una situación muy vulnerable, familias de muy estrechos recursos que se quemaban, más que el promedio, también que se quemaban muy pequeñitos, menores de 5 años.
Conmueve mucho cuando tienen una patología tan terrible, que marca tanto la vida en niños pequeños que no pueden resolver solos, entonces ¿ por qué no hacer algo? Esta es una de las razones por las que fundamos Coaniquem, para ayudar a aquellos que de verdad lo necesitan y sufren. ¿Qué hace la institución? Más allá de la reconstrucción del tejido propiamente tal.
Tenemos 16 especialidades, el niño atiende su primera necesidad normalmente en los servicios de urgencias más cercanos, pero una vez que ha hecho esa solución lo mandan a Coaniquem cuando tiene cicatrices que van a requerir rehabilitación un poquito más profunda, más complicada, y en ese momento intervienen muchas áreas, de cirujanos, médicos psiquiatra, dermatólogos, anestesistas, pediatras... Aparte de kinesiología y terapia ocupacional que va a mejorar la calidad de la cicatriz. Psicología junto con los psiquiatras mejoran la situación de enfermedades del niño en cuanto a la parte psicológica.
También hay un acompañamiento para los niños que vienen de regiones, por ejemplo, los que vienen del Valle del Aconcagua, muchos de ellos se han alojado en `Casa Abierta'. Además tenemos el colegio hospitalario, que permite que no pierdan las clases.
Encima de eso, hay un acompañamiento espiritual. ¿Qué registros tiene del Valle del Aconcagua? Estamos nosotros felices porque la gente nos quiere y cree en nosotros, por ejemplo, voy a citar: en Catemu tenemos 36 pacientes en nuestra historia con la ciudad y cinco de ellos están aún en tratamiento con nosotros; en Panquehue hay ocho pacientes históricos y uno que está viniendo a control; en Llay Llay hay 59 y cinco que se están atendiendo ahora; en Putaendo tenemos 23 casos y cinco que están en control; en Santa María tenemos once históricos y seis en controles; en Los Andes, que es más grande, tenemos 372 pacientes históricos y 25 que están viniendo frecuentemente a atenderse con nosotros; o sea, Coaniquem es real y se acerca a las personas; en Rinconada de Los Andes tenemos ocho pacientes históricos y dos que están viniendo; en Calle Larga tenemos diez pacientes y tres que están en control; y terminamos con San Esteban, donde tenemos 20 históricos y cuatro en tratamiento.
Todo el valle está atendido, tenemos amor, amistad y cercanía con las familias porque han venido a nosotros. ¿Qué mensaje daría a la comunidad? Nosotros hace 20 años tenemos una oficina que es muy importante en San Felipe (Arturo Prat 740, Oficina 25) y estamos haciendo el trabajo diario a través de ellos. (... ) Ustedes pueden entrar al sitio web coaniquem. cl y ahí están todos los datos de nuestra oficina en San Felipe, quien es la coordinadora, quienes están haciendo todo este trabajo y es muy lindo porque es un esfuerzo de todos.
Le quiero pedir a los socios cooperadores que hagan un aporte mensual fijo desde su cuenta RUT, de su cuenta corriente o de su tarjeta de créd2ito, pero que ayuden a que estos pacientes se sigan atendiendo bien y gratis, que podamos tener financiamiento para hacer prevención de quemaduras, seguir haciendo investigación, capacitación, formación de profesionales, entonces es el mensaje que yo les mando. Estoy feliz de estar en esta entrevista, necesitamos que todos sean parte y nos apoyen de esa manera. Jacqueline León. - - -