Europa vive una controversia por restringir tratamiento de transición de género a menores
Europa vive una controversia por restringir tratamiento de transición de género a menores P arte del continente europeo está inmerso en una polémica debido a que varios países han tomado la decisión de restringir los medicamentos de transición de género a niños y adolescentes. Esto, por falta de pruebas sobre sus beneficios y preocupación por daños a largo plazo. Hace dos días, el Servicio Nacional de Salud de Escocia informó que dejó de recetar bloqueadores de la pubertad a niños y adolescentes hasta 18 años. Este es un tratamiento que se usa para retrasar los cambios de la pubertad en jóvenes transgénero. La decisión se tomó después de que Inglaterra informara a inicios de mes que restringiría estos fármacos en esta población dentro del sistema público, así como tratamientos hormonales. El país los permitirá solo en pacientes inscritos en ensayos clínicos. Así, Reino Unido se une a la misma política que ya aplicaron en los últimos años Suecia, Noruega y Finlandia y que se encuentra actualmente en discusión en Italia. En Dinamarca, en tanto, están afinando directrices que limitarán estos tratamientos a los adolescentes que hayan experimentado disforia de género desde la primera infancia.
La discusión sobre el cambio de género también está instalada en Chile, principalmente en el ámbito legal: por ejemplo, esta semana la Corte de Santiago ordenó analizar el fondo de solicitud para rectificar nombre y sexo registral de menor de seis años.
Eso sí, de acuerdo con los especialistas entrevistados, en el país no se aplican tratamientos de transición de género a menores de 18 años. "El Mercurio" consultó al Ministerio de Salud al respecto, pero al cierre de esta edición aun no había una respuesta. La vía médica El cambio en Inglaterra fue resultado de una investigación de cuatro años solicitada por el Ejecutivo a la reconocida pediatra Hilary Cass.
El informe concluye que "para la mayoría de los jóvenes, una vía médica no es la mejor manera de gestionar su angustia relacionada con el género". En una editorial relacionada y publicada en el BMJ, Cass escribió que la evidencia de que los tratamientos de género para jóvenes eran beneficiosos estaba "construida sobre cimientos inestables". La experta explicó que la justificación de suprimir tempranamente la pubertad "sigue sin estar clara" y que "aún se desconoce el efecto sobre el desarrollo cognitivo y psicosexual". Sobre el uso de hormonas masculinizantes o feminizantes en menores, la doctora escribió que "también presenta muchas incógnitas, a pesar de su uso prolongado en población adulta transgénero.
Sin embargo, la falta de datos de seguimiento a largo plazo sobre quienes comenzaron el tratamiento a una edad más temprana significa que no tenemos información adecuada sobre los resultados en ellos". Si bien Europa es pionera en el tratamiento de género para jóvenes, la marcha atrás se da en el contexto de que los funcionarios de salud han manifestado preocupación por la creciente demanda en los últimos años.
Solo en Inglaterra, unos 5.800 niños estaban en lista de espera para servicios de género a finales de 2023, según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés). Anna Hutchinson, ex psicóloga clínica del centro Tavistock de Londres, dijo a The New York Times que "es tranquilizador saber que vamos a volver a un camino más sólido y basado en evidencia para tomar decisiones relacionadas con los niños". Sofía Salas, investigadora especialista en bioética y académica de la Universidad del Desarrollo, comenta: "La principal enseñanza que nos deja (la situación en Europa) es que antes de implementar una práctica clínica tenemos que ser muy rigurosos de la evidencia disponible". Enfoque integral Salas añade: "También creo que no debemos pensar que todo se resuelve con pastillas, sino que abordar un enfoque integral y multidisciplinario". Camilo Bass, médico familiar y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, quien ha liderado programas de transición de género en Chile, opina: "Me parece interesante lo que plantea la colega (Hilary Cass) de hacer un acompañamiento y tratamiento integral que no sea recurrir rápidamente a medicamentos, sino acompañar a los niños y adolescentes que están en una etapa de cambios, para asegurarse de que tendrán un buen proceso de adecuación (a las terapias de género) porque no en todos los casos va a ser así". Sin embargo, múltiples asociaciones de defensa de las personas transgénero en Europa han condenado las nuevas políticas, argumentando que estas infringen los derechos de las personas y aumentan los problemas en los sistemas de salud. La directora de la Fundación Iguales, Alessia Injoque, comenta: "Siempre se tiene que seguir revisando la evidencia. Para mí el problema de esto es que se ha establecido una prohibición en base a falta de evidencia.
Si se hubiese visto que esto (los tratamientos) son absolutamente negativos, podríamos hablar de algo distinto". A juicio de Ignacia Oyarzún, presidenta de la organización OTD Chile (Organizando Trans Diversidades), la situación en Europa es "grave" porque "este único estudio no ha sido lo suficientemente rebatido e influyó en la política pública". Consultados sobre el tema, la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes (Soched) indicó que han designado una comisión en conjunto con la Sociedad Chilena de Pediatría para analizar la revisión de la doctora Cass y entregar un comunicado oficial. Inglaterra y Escocia anunciaron la nueva política que ya habían tomado Finlandia y Suecia, entre otros: Europa vive una controversia por restringir tratamiento de transición de género a menores J. M. Una revisión hecha por la reconocida pediatra Hilary Cass arrojó que no hay suficiente evidencia de los beneficios ni riesgos de usar hormonas y bloqueadores de pubertad. La situación abre un debate entre médicos y defensores de derechos de personas trans. Los países europeos han dicho que están trabajando en nuevos estudios para comprender mejor los efectos de la medicina de transición de género en jóvenes. Está previsto que Reino Unido inicie una nueva investigación este año sobre bloqueadores de pubertad para hacer nuevos cambios en las políticas. ISTOCK PHOTO.