Autor: Por Camila Meza S. Dialogogiglesiadeconcepcion. cl
Acoso escolar: la importancia detectarlo a tiempo
Lisette Psicóloga educacional USS. “Cuando ya se produce el fenómeno, lo primero es evitar que nuestro hijo o hija continúe siendo objeto de violencia o ejerciendo esta agresión, luego apoyarlo y asesorarse con profesionales”, Lisette Bazignan, psicóloga educacional USS. Voluntariados universitarios de verano As cifras son claras y decidoras: el acoso escolar va en aumento.
Último estudio anual de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, arrojó que en Chile las acusaciones por acoso escolar aumentaron de 3 mil 760 (2021) a 5 mil 934 casos (2022). Asimismo, el análisis que consideró los datos que fueron entregados por el Poder Judicial y el Ministerio de Educación, informó que 1 de cada 4 niños o jóvenes ha sido víctima de bullying en el país, cifras que recogen la realidad de colegios públicos y privados.
Si bien el maltrato en las salas de clases se ha posicionado desde hace mucho tiempo, el concepto “Bullying” ha marcado una nueva generación que identifica este término como una problemática que no hay que normalizar y que se debe combatir.
Las definiciones de este fenómeno varían de acuerdo a la cantidad de autores que han querido precisarlo, sin embargo, coinciden en variables fundamentales y comunes como: debe existir una relación asimétrica de poder o fuerza, es decir, la vica tiene mucha dificultad para defenderse; el comportamiento negativo de un estudiante grupos de estudiantes (acosador) hacia otro estudiante o grupo de estudiantes (victima) es intencional (proactivo); esa conducta debe ser repetitiva y con cierta consistencia.
Pero, ¿por qué se origina? Para la psicóloga educacional y magíster en Gestión, Liderazgo y Política Educativa de la Universidad San Sebastián, Lisette Bazignan, existen distintas Padres y/o tutores de niños y jóvenes deben poner atención a actitudes que sus hijos pueden presentar al ser víctima o ejercer violencia permanente. perspectivas frente a esta disyuntiva. Una de ellas es la perspectiva individual que señala que algunos niños podrían ser más proclives a ejercer acoso y otros a recibirlo. En el primer caso pueden ser niños que han sido víctimas de acoso, o que tienen dificultades de control de la agresividad o de empatía. En el segundo caso niños con menos habilidades socioemocionales o con alguna característica particular que los hace foco de las burlas.
“Otra perspectiva relacionada con las dináterpersonales y grupales men quela agresividad entre pares surgiría en relación con la necesidad de establecer jerarquías sociales, es decir, aquellos que tienen más poder, por ejemplo, más fuertes fisicamente o on mayor estatus social, podrían llegar a posicionarse por sobre los otros y ejercer violencia, Finalmente, la perspectiva sociocultural señala que este fenómeno estaría asociado a la existencia de grupos con diferencias en términos de poder y estatus, que han perpetuado históricamente discriminaciones basadas en raza, género, nivel socioeconómico, entre otros”, explicó la docente.
Para la psicóloga algunas de las caracterí ticas anteriores obligan a reflexionar respecto a la importancia del desarrollo de competencias socioemocionales en los hijos, aquello relacionado con la autoconciencia, el autocontrol, la toma de decisiones responsable, las habilidades para relacionarse con otros, la empatía, la cooperación, entre otras, son habilidades que sin duda debemos desarrollar en los niños, niñas y adolescentes y que contribuyen a prevenir episodios de violencia, Sobre si se puede evitar, la profesional sostiene que es importante generar acciones de prevención, por lo que el ámbito familiar y escolar juegan un papel preponderante. “Por una parte, la familia sienta las bases de la formación socioemocional de sus hijos e hijas. Pero también es importante que los padres acompañen y conozcan el entorno de los niños.
Hoy las redes sociales juegan un rol importante en que se produzca y se invisibilice la violencia, es por ello importantísimo que los padres comiencen a manejar redes socia les, pues es el entorno donde la mayoría de los jóvenes establece vínculos sociales.
Por otra parte, los colegios pueden hacer un gran aporte promoviendo una sana convivencia escolar, a través de la puesta en marcha de normas claras y consensuadas que aporten a generar climas escolares seguros en los que no se permita ningún tipo de microviolencia y en los que la diversidad no solo sea aceptada sino también valorada”. Mismo análisis comparte la psicóloga de la UCSC, Cecilia Gutiérrez, quien consideElizabeth Chávez Seremi de Educación de la Región del Biobío.
“Muchas veces (el bullying) se ejerce en lugares que los padres no los ven, por lo que si alguien es testigo debe denunciar sin miedo, Elizabeth Chávez, Seremi de Educación de la Región del Biobío. ra que “como padres debemos escuchar, ser buenos oyentes. No juzgar a priori, darle confianza, y entregarles valores y amor. Debemos evitar estilos de comunicación y relación agresiva o violenta, sin respeto y con descalificaciones. Tampoco significa ser permisivos o negligentes, sino que hay que dar un marco de acción, señalar qué conductas están permitidas y cuáles no” señala.
Identificación de roles Un punto trascendental es cómo saber si alguien está siendo víctima de bullying, Según Gutiérrez el niño o joven estará más triste, vulnerable e introvertido, evitando ir a clases o relacionarse con los compañeros. “Puede presentar marcas, rasguños o bien se le pueden perder con frecuencia los útiles, estuche o mochila, pues se las quitan y a menudo se le desaparecen sus cosas. También puede bajar sus calificaciones en el establecimiento”, sostiene. Por otra parte, el que ejerce bullying tendrá una actitud más intimidante y amenazante. “Su conducta es impulsiva, se frustrará con facilidad, tomará decisiones impulsivas y poco asertivas. Asimismo, tratará de imponer su poder sobre el otro mediante amenazas, insultos y agresiones.
No hay que desestimar lo que señale el colegio porque con frecuencia pueden citar a sus tutores por protagonizar peleas en el colegio, le dirán que no controla sus impulsos y reacciones, que se muestra más agresivo y él a su vez justificará sus reacciones violentas y no valorará la gravedad de sus actos. Ahora bien, igualmente hay que poner atención en aquellos que no son víctima ni victimario, sino espectadores. Ellos podrían fomentar, a il conducta. Por lo tanto, no sólo es importante fijarse si mi hijo es agresor, sino también si mi hijo es espectador, silencioso”, agregó la especialista.
Finalmente, ¿qué deben hacer los adultos responsables para ayudar en esta situación? La académica de la USS, Lisette Bazignan, aclara que son factores preponderantes para detectar y abordar el bullying pues, a través de la crianza pueden convertirse en un factor protector o de apoyo ante este problema, conocer los intereses, la personalidad, con quiénes se relacionan los niños y adolescentes en redes sociales, qué sitios visitan. “Educar para la no violencia es otro de los ámbitos cruciales en la prevención. Cuando ya se produce el fenómeno, lo primero es evitar que nuestro hijo o hija continúe siendo objeto de violencia o ejerciendo esta agresión, luego apoyarlo y asesorarse con profesionales.
Otro punto importante es abordar la situación en colaboración con el colegio”, sostiene, Realidad local Elizabeth Chávez, Seremi de Educación de la Región del Biobío señala que a raíz de los hechos violentos registrados en esta misma época en 2022, la cartera impulsó un programa para intervenir puntualmente en las comunas con mayores acontecimientos de este tipo. “En marzo y abril del año pasado hubo una gran cantidad de situaciones de violenja en los colegios, en establecimientos que nunca habíamos tenido hechos de ese tipo.
Por lo que nos han mandatado para tener una línea de trabajo especial en las comunas donde ocurrieron esos hechos, a través de un plan de atención en crisis en las comunas de Los Ángeles, Cañete, Hualqui, Talcahuano, Florida y Concepción, a las que este 2023 se sumarán otras cinco en la Región” afirmó la autoridad. Asimismo, para este año se impulsó que en el calendario escolar todos los recintos trabajaran en la contención emocional y de convivencia con los estudiantes.
Chávez valoró el trabajo desplegado junto a instituciones de educación superior, la Agencia para la Calidad de la Educación, Superintendencia, equipos directivos y encargados de convivencia para hacer del recinto escolar un lugar seguro y grato para los niños y jóvenes. “Los niños y jóvenes necesitan este proceso de socialización para aprender a conversar y dialogar. Tenemos que trabajar para que la escuela sea amable y los adultos somos los responsables. Las familias y comunidades deben saber qué es el bulliyng y cómo identificarlo. Muchas veces se ejerce en lugares que los padires no los ven, por lo que si alguien es testigo debe denunciar sin miedo con la fe de tener una respuesta adecuada del tema.
No hay que esconderlo, pero sí hay que trabajar en ello”. Finalmente, la encargada de la cartera en el Biobío comentó que los protocolos de intervención dependerán de cada establecimiento educacional, pero se debe escuchar al alumno y a las familias, luego investigar y que tanto las víctimas como victimarios deben recibir ayuda.