La urgencia de activar la inversión en la región
OPINIÓN Marcelo Gutiérrez Abogado y académico de la Universidad del Alba La urgencia de activar la inversión en la región Hace pocas semanas, el economista José Ramón Valente publicó “Pioneros del capital”, un libro que recoge las voces de quienes ayudaron a construir el mercado de capitales en Chile. Lo interesante no es sólo la historia que relata, sino la mirada de largo plazo que encarna: la convicción de que el desarrollo no ocurre por casualidad, sino por decisiones concretas, consistentes y valientes. Una lección que hoy, más que nunca, necesitamos recordar. Chile atraviesa un período de estancamiento en la inversión.
El ambiente político, la falta de certezas regulatorias, la burocracia excesiva y los mensajes contradictorios han generado una parálisis que impacta directamente en el crecimiento, el empleo y la calidad de vida de millones de personas. Y en las regiones, como la nuestra, este impacto se siente con mayor crudeza. La Región de Coquimbo tiene todo para despegar: potencial minero, agrícola, turístico y científico. Pero carece de algo esencial: una política activa y decidida que fomente la inversión, acelere los proyectos y ofrezca un marco confiable para emprender e innovar. Si seguimos trabando oportunidades con exceso de trámites, inseguridad jurídica y desconfianza institucional, no sólo perderemos competitividad: hipotecaremos el futuro de nuestras comunidades. “Pioneros del capital” no es un homenaje nostálgico.
Es una provocación: ¿ dónde están hoy los nuevos pioneros? ¿ Dónde están los liderazgos públicos y privados capaces de abrir camino, asumir riesgos y construir acuerdos que pongan al desarrollo en el centro de la conversación? No basta con discursos. Se requiere acción. Desde los municipios hasta el gobierno central, desde las universidades hasta las empresas, necesitamos empujar con fuerza una agenda que permita reactivar la inversión y recuperar la confianza. Cada proyecto que se concreta es empleo, es formación, es calidad de vida. Y eso no puede seguir postergándose. Chile no puede avanzar con el freno de mano puesto. Tampoco la Región de Coquimbo.
Es tiempo de volver a creer en lo que sabemos hacer: generar condiciones para que el capital, lejos de ser un enemigo, se convierta en un aliado del desarrollo territorial, de la innovación, del bienestar real. “Chile no fue un milagro, fue una decisión”. Hoy, el desafío es volver a decidir. Y decidir bien..