Autor: ARIEL DIÉGUEZ
Archivo fotográfico recrea la apacible vida en el Sanatorio Broncopulmonar de Putaendo
Buena alimentación y descanso era el tratamiento Pacientes que no usaban ropa de hospital. Rolando Videla Olguín hizo cursos por correspondencia de fotografía y nada se le escapaba. "Él era autodidacta. Estudió algunos cursos de fotografía por correspondencia.
Todas las personas que hemos entrevistado nos han dicho que él era muy buena persona, pero muy reservado”, cuenta Ángela Herrera, magíster en gestión del patrimonio cultural de la Universidad Complutense de Madrid, España, y académica de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso. Cada domingo, Rolando Videla Olguín caminaba desde su casa, en Rinconada de Silva, hasta el Sanatorio Broncopulmonar de Putaendo, construido en 1940 para atender a pacientes con enfermedades respiratorias, especialmente tuberculosis. En ese lugar trabajaba y dormía en la semana. Les sacaba fotos a los pacientes, a las enfermeras, a las visitas, a la vida diaria en ese establecimiento que en 1968 pasaría a ser hospital siquiátrico. Los viernes volvía a su casa. “Te retrata la cotidianidad del sanatorio. Tiene una mirada bien particular. Como que preparaba a la gente para sacarle una foto. La gente se vestía de una manera determinada, se peinaba de una manera determinada. Las fotos son muy prolijas desde el punto de vista estético”, explica. Rolando Videla Olguín nació en 1920 y murió el 2003. Todo su archivo quedó en manos de su familia y ahora la Universidad de Valparaíso digitalizará las fotos para hacer álbumes y para ponerlas en Internet, a disposición de los putaendinos. La idea es que la gente se reconozca o reconozca a sus parientes.
La diseñadora ya ha revisado la mayoría de las fotos y cree haber encontrado una que podría ser del biólogo que obtuvo el Premio Nacional de Ciencias en 1994 y que estuvo internado en el sanatorio. Tratando de buscar fotos de Humberto Maturana de joven, para compararla. Tenemos muchas fotos de hombres en este archivo y hay una que no estoy segura de si es él”, cuenta. El fotógrafo guardaba sus negativos en sobres que a su vez metía en cajas en las que se vendían los papeles fotográficos.
A veces escribía algo en el sobre: el número de copias que había que hacer, la persona a la que había que entregárselas y el formato que Universidad de Valparaíso rescata archivo de Rolando Videla, que retrató el día a día en el establecimiento construido en 1940 para atender a pacientes con tuberculosis. debían tener, muchas veces "tamaño postal”. “El sanatorio de Putaendo es parte de lo que se considera la primera política antituberculosa moderna del país. Este plan se elaboró en el gobierno de Ibáñez. Es un hospital hermano del La mesa del comedor, la virgen del patio y probablemente una visita o la reina de alguna celebración.
Sótero del Río, que también fue un hospital de tuberculosos, y del Hospital Sanatorio Las Zorras, que estaba en Valparaíso y que actualmente se llama Eduardo Pereira”, cuenta Marcelo López Campillay, doctor en historia y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica. Esos establecimientos debían estar lo suficientemente lejos de los centros poblados, para aislar a los pacientes, pero no tanto como para impedir las visitas de sus familiares y los trayectos de quienes trabajaban en ellos. No cualquiera quedaba hospitalizado. “Sólo se internaban las personas susceptibles de recuperación. Las que tenían una tuberculosis avanzada, lamentablemente no podían ingresar, porque estaban en una etapa que era irreversible. Se instalaba una esperanza, pero tenía limitaciones bien marcadas”, cuenta. A los enfermos se les ofrecía una cura dietético-higiénica. "Una buena alimentación. Después del almuerzo, descanso, porque el pulmón tenía que sanarse. También algunas caminatas”, explica. Por eso estos hospitales tenían amplios jardines. “Los pacientes estaban tres, cuatro años y muchos de ellos rehacían su vida familiar. Establecían un lazo con una enfermera o se quedaban a trabajar ahí o en las cercanías. Hay una toria social detrás de estas comunidades sanatoriales, como se las llama”, explica.
Resumen
Universidad de Valparaíso rescata archivo de Rolando Videla, que retrató el día a día en el establecimiento construido en 1940 para atender a pacientes con tuberculosis., Cada domingo, Rolando Videla Olguín caminaba desde su casa, en Rinconada de Silva, hasta el Sanatorio Broncopulmonar de Putaendo, construido en 1940 para atender a pacientes con enfermedades respiratorias, especialmente tuberculosis., Es un hospital hermano del sótero del Río, que también fue un hospital de tuberculosos, y del Hospital Sanatorio Las Zorras, que estaba en Valparaíso y que actualmente se llama Eduardo Pereira”, cuenta Marcelo López Campillay, doctor en historia y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica.
Tags
fotos, hospital, pacientes, sanatorio, universidad